Rabia en conejos: causas, síntomas y tratamiento

La rabia en conejos es una peligrosa enfermedad que por su elevada patogenicidad, pone en riesgo su vida y altera el equilibro de la salud pública.
Rabia en conejos: causas, síntomas y tratamiento

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 28 abril, 2023

Sin importar el tamaño, la raza o la especie de tus mascotas, cada una de ellas merecen tener una atención adecuada que garantice mantener su vida con las mejores condiciones posibles. Algunas patologías, como el caso de la rabia en conejos, suelen tener un desenlace fatal, por ello resulta tan importante conocer el desarrollo de la enfermedad y así, evitar complicaciones.

Mantener a tus conejos a salvo de cualquier tipo de enfermedad conseguirá que su calidad de vida permanezca con una estabilidad constante. Además, al poseer las herramientas necesarias para su identificación, reducirás el riesgo de contagio entre otras especies, incluidos los humanos. No dejes de leer.

¿Qué es la rabia?

¿Qué comen los conejos?

Siendo una de las enfermedades más populares en todo el mundo por su signología tan característica, la rabia en conejos es una patología de origen viral capaz de afectar su sistema nervioso, así como el de cualquier otro animal de sangre caliente. Este virus se encuentra distribuido en casi todo el mundo, a excepción de algunas islas y regiones polares.

A lo largo del tiempo se ha observado que los animales con un mayor índice de contagio han sido los perros, gatos, murciélagos y el ganado bovino. A esta lista se incluyen algunas especies silvestres como ratones, zorros y mapaches. En el caso de los conejos, la rabia no suele ser muy frecuente, salvo en situaciones donde estos hayan sido atacados por algún animal infectado y conseguido sobrevivir.

¿Cómo se transmite la enfermedad?

El virus de la rabia en conejos tiene la opción de entrar al cuerpo de sus víctimas mediante distintas maneras. Su principal vehículo es la saliva, por tal motivo, es fácil su penetración tras una mordida o bien, después del contacto con una herida. También, es frecuente el contagio a través de la mucosa de los ojos, la nariz y la boca e incluso, por inhalación.

Una vez que el microorganismo haya logrado entrar al organismo de tu mascota, necesita pasar por un período de incubación, el cual puede prolongarse por varios meses. La duración de esta etapa dependerá de factores como la cantidad de virus inoculado, así como la inervación de la zona en donde se haya dado la entrada del mismo. Durante este lapso, la enfermedad suele pasar desapercibida.

Signología

En el momento en el que la rabia en conejos comience con la manifestación de los signos de la enfermedad, el pronóstico se vuelve reservado debido a los daños ocasionados. A pesar de que esta patología resulta poco frecuente en conejos, es importante identificar las señales y etapas por las que tu mascota puede pasar una vez que haya sido infectado.

Para entender un poco mejor el comportamiento de la enfermedad, vamos a dividir a la rabia en conejos en sus dos distintas presentaciones.

Rabia furiosa

Después que el virus ha completado su incubación, comienza con el viaje hacia su destino final: el cerebro. Su presencia provoca una encefalitis severa (inflamación del encéfalo) que en consecuencia, altera su comportamiento. Tu conejo podría manifestar los siguientes signos:

  • Agresividad: suele atacar e intentar morder.
  • Cambios radicales de comportamiento: de actuar muy agresivo pasa a verse con una actitud depresiva.
  • Dificultad para comer y beber (a causa de una parálisis facial).
  • Convulsiones.
  • Salivación y babeo.
  • Falla de los pulmones (en consecuencia de una parálisis respiratoria) que puede provocar su muerte.

Rabia paralítica o muda

Los conejos con rabia paralítica comienzan a presentar diversas parálisis localizadas en la boca, la lengua, el cuello y la cara. Durante la manifestación de los signos, tu mascota no presentará ninguna señal de agresividad, por el contrario, se observará débil, deprimida y con un babeo abundante. Conforme el virus de la rabia en conejos avanza, va paralizando órganos vitales y finalmente, provoca la muerte.

Tratamiento contra la rabia

Hasta el momento no existe algún tratamiento específico para la rabia en conejos. Las posibilidades de sobrevivir ante esta afección son casi nulas. Todos los animales con un diagnóstico presuntivo de la enfermedad deben ser puestos en cuarentena de inmediato. El riesgo de contagio a otros animales y de provocar una zoonosis es muy elevado, por ello se deben extremar cuidados.

Los conejos afectados no suelen sobrevivir después de ser atacados o mordidos por algún otro animal portador; en caso de hacerlo, se requiere notificar de inmediato a las autoridades. Se considera como una enfermedad erradicada en Europa y controlada en América; no obstante, sigue siendo la responsable de miles de muertes en Asia y África, de ahí su importancia en la salud pública.

¿Cómo evitar que se propague la enfermedad?

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En muchas especies es utilizada de manera preventiva la vacunación contra la rabia; en el caso de los conejos, su aplicación no es muy recomendable debido a los efectos secundarios que podría desencadenar. Además, cuando estos amigos orejones son mascotas, suelen permanecer en espacios cerrados y seguros, en donde se encuentran a salvo de los riesgos del exterior.

El médico veterinario es el responsable de confirmar el diagnóstico de la rabia en conejos; de resultar positivo, se tendrá que proceder a realizar su sacrificio. Los animales y personas que hayan convivido con el paciente tendrán que mantenerse en observación continua. Si llegaste a recibir alguna mordida de tu conejo, lava la zona con abundante agua y acude a un hospital donde recibas atención inmediata.

La lista de las enfermedades que pueden afectar a los conejos es muy larga. Para mantenerlos a salvo de ellas, es importante llevar un control de su salud y un acompañamiento médico profesional constante. Tanto el bienestar de tus mascotas como del tuyo dependen del conjunto de buenas acciones que realices a lo largo de su vida. No permitas que la rabia ni ninguna otra afección los perjudique.


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