¿Quién es Jane Goodall?

¿Quién es Jane Goodall?
Eugenio Fernández Suárez

Escrito y verificado por el veterinario Eugenio Fernández Suárez.

Última actualización: 24 noviembre, 2017

Jane Goodall es sin duda una de las mujeres más influyentes de la historia, y una de las mayores activistas por la conservación y la protección animal. Sin embargo, su historia es menos conocida que la gran labor que ha desarrollado.

Jane Goodall, una mujer en la selva

Jane nació muy alejada de África, en la ajetreada ciudad de Londres. Sin embargo, desarrolló en su infancia un profundo amor por los animales, y una enorme fascinación por África, lo que la llevó a embarcarse en la aventura de su vida.

Así una joven Jane, sin estudios especializados en animales, acabo en África como ayudante del paleontólogo Louis Leakey. Pronto, Leakey se daría cuenta de que Goodall tenía una gran capacidad para el estudio de animales salvajes, y la envió a Tanzania junto a su madre.

Orangutan con su cria

Jane se convirtió así en una de las primeras investigadoras en este campo, viviendo en un lugar hostil que no solía estar reservado para mujeres. Y demostró con creces que todos se equivocaban, una y otra vez, al igual que otras investigadoras de su tiempo.

Una primatóloga diferente

Jane Goodall comenzó a observar en chimpancés sin tener muchos estudios sobre el tema. Ello le permitió no contar con los prejuicios de las corrientes científicas de la época, que defendían a los animales como seres sin capacidad de sentir emociones.

Su mentor, Louis Leakey, la enviaría a obtener el doctorado en etología sin haber cursado una carrera universitaria.  Jane Goodall defendió su tesis de cinco años de estudio de los chimpancés en el parque nacional de Gombe, que a día de hoy continúa en activo tras 55 años desde su apertura.

Juntas, las llamadas ‘Angeles de Leakey‘ (Galdikas, Goodall y Fossey) harían importantes descubrimientos en sus respectivas especies de estudio; orangutanes, chimpancés y gorilas. Ello permitió el estudio de la primatología desde una perspectiva más empática, rigurosa y feminista.

Jane se convirtió así en una de las primeras investigadoras en este campo, precisamente en un lugar hostil que no solía estar reservado para mujeres. Así, demostró con creces que todos se equivocaban, una y otra vez, al igual que otras investigadoras de su tiempo.

La revolución del comportamiento animal

Pero las investigaciones de Jane no se quedaron en un doctorado, y refutó varias teorías que defendía la comunidad científica de la época. Por ejemplo, demostró que los chimpancés ponían en práctica algunas de las más increíbles técnicas de caza del reino animal, y que no eran exclusivamente vegetarianos.

Además, transformó nuestro concepto del ser humano. Y es que hasta las investigaciones de Jane Goodall se pensaba que los humanos eran los únicos creadores de herramientas. El ser humano era definido como ‘creador de herramientas’, y ningún otro animal era capaz de ello.

Sin embargo, Jane descubrió a un chimpancé utilizar ramas para acceder a un termitero. Ello dio lugar a un campo totalmente nuevo campo dentro de la etología animal, y gracias a Jane Goodall hoy sabemos que el uso de herramientas en animales es algo muy extendido.

Chimpance
Fuente: Carlos Octavio Uranga

Los estudios de Jane demostraron que los chimpancés tenían personalidades muy distintas, lo cual atrajo mucha atención en aquella época. Jane estaba convencida de que los animales poseían emociones, pues ella misma había comprobado la existencia de las emociones en los perros, en este caso gracias a su mascota.

Jane Goodall, la activista

Jane comenzó a comprobar la devastación forestal que había en el parque natural. Empezó a darse cuenta entonces que los chimpancés, y otros animales, sufrían en gran magnitud a manos del ser humano, lejos del idílico paraje donde ella estudiaba a estos animales.

Ello la llevó a comenzar a recorrer laboratorios de experimentación de primates, circos y parques naturales de otras especies. Así, comenzó a ver cómo la especie que tanto amaba era capturada como mascota, vendida a circos, o usada para crueles experimentos. Y, por tanto, decidió que no podía mirar a otro lado, para convertirse en la activista que es a día de hoy.

Es entonces cuando Jane deja las investigaciones en Gombe de la mano de su equipo y comienza a recorrer el mundo para difundir la palabra contra el maltrato animal, y a favor de la conservación. Pasa la inmensa mayoría del año dando conferencias y viajando para luchar contra ello.

De hecho, fundó el Instituto Jane Goodall para apoyar esta tarea y el proyecto ‘Raíces y Brotes, que permite a niños de todo el mundo aportar ideas y acciones a favor de la defensa de los animales. Hoy Jane llama a la esperanza en estas nuevas generaciones para evitar el desastre ecológico global.

Comenzó a ver como la especie que tanto amaba era capturada como mascota, vendida a circos, o usada para crueles experimentos. Y, por tanto, decidió que no podía mirar a otro lado, para convertirse en la activista que es a día de hoy.

Fuente de la imagen principal: Mark Schierbecker


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