¿Qué son las salpas y qué sabemos de ellas?

Las salpas son tunicados pelágicos que se encuentran englobados en la familia Salpidae, la agrupación más diversa a nivel taxonómico dentro de la clase Thaliacea. Estos animales con forma de barril se mueven por los mares mediante movimientos contráctiles, con los que consiguen generar un mecanismo extremadamente efectivo de propulsión a chorro.

Las salpas se encuentran ampliamente distribuidas por casi todos los océanos y experimentan crecimientos poblacionales notables cuando la concentración de fitoplancton aumenta, ya que se alimentan de él. Si quieres saberlo todo sobre estos animales tan primitivos como curiosos, sigue leyendo.

¿Qué son las salpas?

Como hemos dicho con anterioridad, las salpas pertenecen al subfilo de los tunicados (Tunicata), que a su vez se engloba en el filo de los cordados (Chordata). Estos animales están filogenéticamente relacionados con los vertebrados, pues al igual que ellos, presentan en algún momento de su desarrollo el cordón de nervio dorsal y la notocorda.

Los tunicados son los únicos cordados que han perdido la segmentación miomérica, es decir, las típicas «estrías» presentes en la musculatura de los vertebrados. Dentro de este grupo, encontramos 3 clases diferentes:
Appendicularia, Thaliacea y Stolidobranchia. Las salpas son taliáceos, cuya clasificación agrupa a unas 77 especies diferentes.

Recorriendo la filogenia de las salpas, nos daremos cuenta de que estas están mucho más relacionadas a los seres humanos que, por ejemplo, un insecto o una medusa. Las larvas de la familia Salpidae presentan una notocorda y, aunque luego esta desaparezca, es suficiente para englobar a todos estos seres vivos en el mismo filo que los vertebrados.

La notocorda es una estructura embrionaria que induce la formación de la placa neural, de la cual deriva el sistema nervioso.

Características y modo de vida

Las salpas son comunes en mares ecuatoriales, pero también se distribuyen por aguas más templadas y frías. Se pueden observar a la deriva individuos aislados, pero estos animales suelen presentarse en colonias largas, como si de una cadena semitransparente se tratasen.

Estos tunicados tienen forma de barril y se mueven gracias a la contracción de su sistema muscular primitivo. A través de sus filtros alimentarios internos, la salpa fuerza el paso de agua, lo que provoca un efecto de propulsión a chorro muy efectivo. El agua entra por la apertura bucal, recorre el cuerpo (túnica) y sale por la apertura atrial.

La morfología exacta varía entre especies, pues recordamos que el término «salpa» engloba a más de 50 especies. Algunas parecen barriles, otras se muestran con formas alargadas semitransparentes y, aunque parezca increíble, algunos ejemplares recuerdan a la forma de un candelabro complejo.

La alimentación de las salpas

Las salpas se alimentan de fitoplancton, es decir, el conjunto de microorganismos fotosintéticos que habitan en el mar. Cuando se producen explosiones de estas algas microscópicas, las salpas pueden multiplicarse de forma exponencial, lo que les permite crear poblaciones gigantes en muy poco tiempo.

Por ello, se cree que tienen una importancia esencial para las cadenas tróficas de los ecosistemas. Las salpas transforman el fitoplancton en heces y materia orgánica, lo que provoca cambios cuantificables en los ciclos del carbono marinos. Además, muchas especies de vertebrados superiores se alimentan de salpas, si es que tienen la oportunidad.

Estudios en el portal Researchgate postulan que esto es un arma de doble filo, pues parece que las salpas podrían acumular toxinas del fitoplancton en su interior. Si consumen agentes dañinos, las tortugas y otros animales que se alimentan de ellas podrían llegar a morir tras depredarlas.

Un ciclo reproductivo de vértigo

Cuando una salpa solitaria (ozooide) crece lo suficiente, comienza a multiplicarse de forma asexual en magnitudes centenarias. Una cadena de células sale del cuerpo de la salpa y da lugar a cientos de larvas, las cuales son genéticamente idénticas al organismo parental. 

Otras de las generaciones de salpas utiliza una estrategia distinta, pues múltiples ejemplares se asocian en formaciones en cadena, estructura biológica conocida como blastozooide. Cada uno de los integrantes crece y se alimenta de forma individual, pero todos ellos se reproducen sexualmente. Cabe destacar que, además, son hermafroditas secuenciales.

En el blastozooide, primero maduran las hembras. Cuando un ejemplar se separa de la formación, se convierte en zooide y comienza de nuevo con el ciclo asexual.

Las salpas son primitivas, pero esenciales

Como habrás podido comprobar, estos animales están mucho más cerca de los vertebrados de lo que su morfología podría indicar a primera vista. Presentan notocorda en su estadio larvario, se mueven de forma excelente por el medio y, además, tienen un ciclo reproductivo extremadamente complejo.

Además de todas estas cualidades, las salpas son esenciales para el reestablecimiento del ciclo de materia orgánica en cualquier ecosistema en el que se presenten. Estos organismos tan básicos transforman al fitoplancton en materia orgánica al consumirlo y crecer, por lo que aumentan la cantidad de carbono producido de forma natural.