Por el hecho de que los gatos tienen arenero, los dueños pueden pasar por alto el observar sus heces para detectar alguna anomalía. No obstante, el minino, como el perro, si tiene diarrea, necesita cuidados que lo ayuden a frenarla lo antes posible para evitar la deshidratación.
Aunque claro, esto es más fácil decirlo que hacerlo, y para ello en Mis Animales vamos a darte unos consejos y remedios para que sepas qué puedes o qué no puedes dar a tu gato si tiene diarrea.
¿Por qué se provoca la diarrea?
El sistema digestivo del gato está adaptado para asimilar de manera gradual los nutrientes de su dieta. Esto también incluye gran parte del agua que compone sus alimentos, por lo que las heces suelen tener una consistencia dura y compacta. Sin embargo, cuando existe un problema en este proceso, el tránsito digestivo se acelera y la comida sale demasiado pronto del cuerpo.
Causas frecuentes de la diarrea en el gato
Las causas por las que un gato puede padecer diarrea son diversas, pues varios patógenos y condiciones ambientales son capaces de perturbar su sistema digestivo. Entre los problemas más frecuentes se encuentran los siguientes:
- Consumo de plantas tóxicas: algunas plantas de ornato son peligrosas para el felino, pues si las ingiere podrían ocasionarle diarrea y otros problemas severos en su salud. A pesar de ser peligrosas, las mascotas tienden a masticarlas para distraerse o para purgarse, por lo que no miden si son tóxicas o no. El laurel de montaña, la azalea, las hortensias, los lirios, los tulipanes y el eucalipto son ejemplos de estas plantas.
- Consumo de alimentos tóxicos o en mal estado: existen ciertos alimentos que los gatos tienen prohibido comer porque sus cuerpos no los digieren bien (son tóxicos) y provocan diarrea o incluso efectos letales. Entre estos se encuentra la cebolla, los embutidos, el chocolate, las uvas y el ajo. Está de más señalar que no se les debe dar ningún tipo de desperdicio, pues los alimentos en estado de putrefacción son igual o más nocivos para su salud.
- Cambios súbitos de pienso: los mininos tienen una digestión lenta, pero con el tiempo su cuerpo se va adaptando al tipo de alimentación que reciben. Sin embargo, si existe cambios frecuentes en la marca comercial del pienso, es probable que se le genere problemas en su digestión (diarrea). Ten en cuenta que cada marca fórmula su alimento de distinta forma, por lo que cada una tiene nutrientes diferentes.
- Cambios de rutina: los gatos son animales a los que les encanta la rutina, de modo que cualquier cambio súbito en su día podría provocarle estrés. Aunque parezca increíble, esta situación deriva en diversas afectaciones al sistema digestivo y a otros órganos del cuerpo.
- Infección por algún patógeno: los virus, las bacterias o los hongos pueden infectar a la mascota y dañar el proceso de digestión. En consecuencia, la diarrea podría ser indicio de una patología.
Remedios y productos si tu gato tiene diarrea
Lo primero que puedes hacer por un gato con diarrea es el ayuno. No le des nada de comer durante al menos un día para que su organismo se limpie. Dale solo agua y también puedes ofrecerle, si al animal le gusta, un caldo de verduras y pollo sin grasa.
Una de las principales causas que provocan la diarrea en gatos son las bolas de pelo, por lo que mantener el cabello de tu minino corto es una excelente prevención contra esta afección.
Otros consejos importantes a tener en cuenta para tu gato si tiene diarrea son:
- Cambiar el alimento. La diarrea es una causa común de una mala alimentación. Tener al felino comiendo un pienso de mala calidad durante mucho tiempo puede causarle dolores estomacales que lo lleven a provocar esta enfermedad. No obstante, si crees que necesitas cambiar el alimento, no lo hagas de forma brusca, sino de manera gradual.
- Dieta blanda. Darle alimentos suaves dos veces por semana a un gato con diarrea o propenso a tenerla favorecerá su sistema digestivo. Hay varios productos que puedes ofrecerle, tales como el arroz blanco sin sal o el pollo sin piel ni condimentos. En clínicas veterinarias también podrás encontrar alimentos especiales para felinos con problemas gástricos y estomacales.
- Vitaminas. Las vitaminas son parte esencial de la dieta diaria de tu felino, pero en casos de diarrea son sumamente importantes. Esto es porque al tener esta enfermedad, el gato puede llegar pronto a un estado de deshidratación. Las vitaminas pueden aportarle todos los nutrientes que necesita y que debido a la excesiva pérdida de líquidos, disminuyen.
- Líquidos. La diarrea no es más que líquidos expulsados de nuestro cuerpo a un ritmo muy acelerado, lo que como hemos dicho anteriormente, puede causar deshidratación. Por ello, la ingesta de líquidos permitirá que tu animal se mantenga estable.
- Yogurt natural. Los probióticos que contiene el yogurt reforzarán el sistema digestivo de tu gato y serán una buena barrera contra las bacterias. Además, su sabor le encantará. Por supuesto, está de más decir que el producto debe ser sin azúcar.
- Bebidas isotónicas. Estas bebidas contienen un alto promedio de minerales y sodio que beneficiarán enormemente a tu mascota, pues le proveerá todo lo necesario que su cuerpo estaba desechando.
- Veterinario. Si la diarrea persiste más de la cuenta y aun usando estos o algunos de estos remedios no ha mejorado, lleva a tu gato sin falta al veterinario, pues podría ser que la afección sea señal de que algo más grave está pasando en el cuerpo del animal.
- Medicamentos. Por supuesto, estos se darán siempre bajo supervisión del veterinario. Nunca mediques a tu mascota por tu cuenta, incluso si ya ha pasado por eso y hubo algunos que le hicieron bien. Quizá este caso parezca similar, pero las causas tal vez sean distintas y necesite algo diferente. El veterinario sabrá determinar mucho mejor que tú qué debe tomar el animal.
- Limpia sus comederos. Higienizar y desinfectar los comederos del gato puede ayudar, ya que en estos se albergan bacterias. No obstante, si estos son de plástico, te recomendamos que los cambies por unos de acero inoxidable, pues son mucho más higiénicos y no dan hogar a bacterias ni parásitos.
Bibliografía
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