¿Por qué los mosquitos nos pican a unos más que a otros?

Los mosquitos tienen un tamaño diminuto por el que muchas veces pasan desapercibidos. Sin embargo, son muy conocidos por alimentarse de la sangre de las personas, por lo que cualquier descuido provocará molestias y mucha comezón. Claro está, los mosquitos pican más a unos que a otros. Así que no todos sufren por igual de las picaduras de estos insectos.

Aunque parezca extraño, los mosquitos seleccionan a sus presas por ciertas características biológicas. Esta es la razón por la que algunas personas tienen cierta tendencia a sufrir una picadura. Sigue leyendo este espacio y descubre por qué los mosquitos pican más a unos y a otros no.

¿Quiénes son los mosquitos?

Los mosquitos son un tipo de invertebrados pequeños que pertenecen al grupo de los dípteros (di-dos, pteros-alas). Su cuerpo mide en promedio entre 3 y 6 milímetros de largo y se encuentra dividido en 3 secciones: la cabeza, el tórax y el abdomen. Además, como su nombre lo menciona, poseen dos alas bien definidas con las que pueden volar con facilidad por su medio.

Contrario a lo que se podría pensar, solo las hembras de los mosquitos son las que tienen una dieta hematófaga. Para ello, exhiben una boca modificada llamada probóscide, que tiene un aspecto alargado y que puede penetrar la piel de las personas. Gracias a esto, utilizan su boca como un “popote” y succionan la sangre de sus presas.

Las hembras necesitan consumir sangre porque contiene muchas proteínas esenciales para el desarrollo de sus huevos. De hecho, la mayoría de las especies los pone justo después de alimentarse, puesto que así aprovechan de inmediato los nutrientes. Claro está, su tamaño no les permite succionar demasiado, pero 2 o 3 miligramos de sangre son suficientes para poder poner hasta 100 huevos.

¿Cómo eligen los mosquitos a quién picar?

Si bien es cierto que los mosquitos tienen una serie de ojos compuestos que les permite ver a su alrededor, no emplean este sentido para seleccionar a sus víctimas. Por lo general, estos insectos se guían por los olores que perciben sus antenas, las cuales les indican quién es la presa más atractiva.

En específico, los mosquitos se sienten atraídos por las feromonas, el dióxido de carbono, el ácido láctico, el amonio, el estradiol y otras sustancias que son producto del metabolismo animal. La mayoría de estas moléculas se acumulan en la piel en distintas cantidades, lo cual genera un olor característico y único en cada persona.

La participación del CO₂ en la atracción de los mosquitos

Los mosquitos detectan a sus presas a través del dióxido de carbono (CO₂), ya que las personas emiten este compuesto después de respirar (exhalación). Esto les indica a los insectos el camino que deben seguir para conseguir su alimento, aunque no es el único determinante para propiciar las picaduras. Visto de otra forma, sirve como un tipo de señal inicial que viaja por el aire e indica la presencia de una presa.

Existen algunos estudios que indican que la cantidad de CO₂ que emite una persona es decisiva para atraer o no a los mosquitos. Sin embargo, esto no garantiza que todos piquen a la misma presa. Por lo tanto, parece ser que los mosquitos tienen en cuenta otros factores para decidir si pican o no a una persona.

La participación del ácido láctico en la atracción de los mosquitos

El ácido láctico que se secreta con el sudor es uno de los principales atrayentes del mosquito Aedes aegypti. Este compuesto es producto del metabolismo normal de las células epiteliales, por lo que se encuentra presente en toda la piel. No obstante, la cantidad de ácido láctico que secreta el cuerpo varía según la densidad de glándulas sudoríparas que tenga la persona.

Esto significa que a mayor cantidad de glándulas sudoríparas, mayor será la probabilidad de que los mosquitos piquen a una persona. El único problema es que la densidad de estas glándulas depende mucho de factores genéticos aún no determinados.

Sustancias que afectan el olor de las personas

El olor de las personas es producto de una gran combinación de sustancias que se encuentran en la piel. De hecho, se calculan que participan al menos 400 moléculas diferentes, de las cuales las más importantes son los ácidos carboxílicos, los hidrocarburos aromáticos, los esteres, las cetonas y los sulfuros.

La atracción que tienen los mosquitos por ciertas personas se suele explicar por la diferencia que existe en sus olores. Sin embargo, se ha demostrado en diferentes ocasiones que esta premisa no es del todo correcta, pues cada especie de mosquito parece tener sus propias preferencias.

En los mosquitos Aedes aegypti se había observado una mayor atracción por las personas afroamericanas que por los caucásicos o los asiáticos. Por otro lado, la especie Anpheles albimanus demostraba tener mayor preferencia por los adultos que por los niños. Como se puede intuir, cada especie de mosquitos se siente atraída por ciertos olores, lo que complica aún más identificar qué es lo que los hace elegir a quién pican.

No todo es el metabolismo

El metabolismo no es el único implicado en generar el olor particular de cada persona. Existen ciertos microorganismos que viven de forma natural en la piel, los cuales pueden ocasionar que algunas sustancias se modifiquen y cambien su aroma. Esto también puede resultar ser un factor esencial que propicie las picaduras de los mosquitos, aunque es un poco difícil medir el impacto que tiene en su decisión.

De hecho, cuando se sufre alguna enfermedad, la población de los microorganismos en la piel puede modificarse y cambiar el olor de la persona de forma temporal. En consecuencia, puede disminuir o aumentar la probabilidad de que los mosquitos piquen, aunque todo depende del proceso patológico.

Como te puedes dar cuenta, es difícil identificar los componentes que propician que los mosquitos piquen más a una persona, pues estos cambian según la especie. Debido a que es un tema controversial, aún falta mucho para poder llegar a una conclusión y generar alternativas para evitar las picaduras de mosquitos.