El poder sanador de los perros

Los canes tienen un poder impresionante sobre las personas. Tanto es así, que pueden usarse como animales de terapia para ayudar a rehabilitar humanos u otros animales. A continuación, os hablamos un poco sobre el poder sanador de los perros.

Recientemente, se reportó que un niño confió en un golden retriever para contarle exactamente lo que sucedió el día en que sucedieron los atentados en su clase, en la escuela primaria de Sandy Hook. Lo más importante era que el niño había podido compartir estos acontecimientos, pudiendo liberarse ligeramente de ese dolor.

Una niña que no había hablado desde los tiroteos finalmente comenzó a hablar con su madre de nuevo después de acariciar a uno de los “perros de terapia” que fueron usados en su tratamiento psicológico.

El caso de Sandy Hook

Después de los atentados ocurridos en la escuela de Sandy Hook, casi de inmediato fueron llevados perros profesionales de terapia para apoyar a los niños sobrevivientes al ataque.

Tim Hetzner, líder de la beneficencia de la Iglesia Luterana y director del K9 Comfort Dogs Team, viajó a Newtown con nueve Golden Retrievers especialmente entrenados para brindar apoyo en esta clase de situaciones.

Usando una iglesia luterana en Connecticut como su centro de operaciones, los equipos K9 han pasado los últimos años visitando escuelas, iglesias, centros de actividades y viviendas particulares en la comunidad.

niño perro

Ellos solo van donde les hacen invitaciones. Los perros de terapia son cuidadosos para que sea la gente la que se aproxime a ellos y no al revés, por si alguien tiene miedo o es alérgico a los animales.

Consejeros con Pelaje

La respuesta a los perros ha sido abrumadoramente positiva, según Hetzner. “Muchas veces, los niños prefieren hablar directamente con el perro”, dijo. “Son algo así como los consejeros con pelaje. Tienen excelentes habilidades de escucha, y demuestran amor incondicional. Ellos no te juzgan o hablan a la espalda.”

Los perros también se utilizan para tranquilizar a las víctimas de desastres naturales, más recientemente a los damnificados de la Súper-tormenta Sandy, o para alegrar los días de los pacientes de hogares geriátricos.

Hetzner dijo que tuvo la idea después de ver lo bien que los estudiantes respondían a los perros de terapia a raíz de un tiroteo en la escuela de Northern Illinois University en 2008. Ahora, además de la base de 15 que componen el equipo K9 de Perros de terapia de LCC, el grupo ha desplegado unos 20 perros más que se reparten entre las escuelas e iglesias que solicitan sus servicios.

La función principal de los voluntarios humanos es asegurarse de que los perros no trabajen en exceso, lo que significa tomar un descanso para jugar a la pelota o una siesta después de unas dos horas de trabajo. Aunque algunos controladores tienen un asesoramiento en atención pastoral, “la mayor parte de su entrenamiento consiste en aprender a estar en silencio”, dijo Hetzner.

“Creo que eso es un error común que la gente comete en situaciones de crisis, sintiéndose obligado a dar algún tipo de respuesta o consejo, cuando en realidad, los que sufren sólo tiene que expresarse.”

¿Por qué acariciar a un perro nos hace sentir mejor?

ancianos con perros

No es sólo porque son lindos, dice Brian Hare, director de Canino Cognition Center de la Universidad de Duke.

El vínculo humano-perro se remonta miles de años atrás. Los perros descienden de los lobos, quienes se sintieron atraídos a los seres humanos desde que comenzamos a vivir en asentamientos, principalmente como una fuente de sabrosa basura.

Parte de lo que hace especial a los perros es que son una de las pocas especies que por lo general no presentan la xenofobia, es decir, miedo a los extraños, dice Hare.

“Hemos hecho la investigación sobre esto, y lo que hemos encontrado es que no solo no son xenófobos, en realidad son xenofílicos, es decir que sufren de amor por extraños!”, dijo Hare. Esa es una manera en la que se podría decir que los perros son “mejores” que las personas, pues estas no siempre son tan acogedoras”.

Las personas también se benefician de la interacción con los caninos. Simplemente, acariciar a un perro puede disminuir los niveles de hormonas del estrés, regular la respiración y la presión arterial. La investigación también ha demostrado que acariciar a un perro estimula la producción de la oxitocina, una hormona asociada con la unión y afecto, tanto en el perro y el humano.

Imagen cortesía de RD_Elsie.

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