¿Los perros pueden comer boniato?
Si te gusta comer boniato de forma frecuente, seguro que te estarás preguntando si tus perros pueden hacer lo mismo. Pues bien, en las siguientes líneas te contaremos un poco más sobre este tubérculo y haremos un repaso por sus propiedades y beneficios. ¡Sigue leyendo y no te pierdas esta información!
Aunque los canes tengan un estómago resistente y puedan ingerir muchos tipos de alimentos, no todos son aptos para ellos. ¿Será el boniato uno de ellos?
Composición nutricional del boniato
El boniato, batata o camote es un tubérculo de consumo humano muy común y que, según artículos, se usa en la fabricación de piensos para mascotas. Es originario de las zonas tropicales de Sudamérica, pero tiene una destacada adaptabilidad a diferentes tipos de suelos.
Este producto tiene un valor nutricional alto y el 98 % de su composición es de fácil digestión. Contiene entre un 25 y un 30 % de carbohidratos; 30 miligramos de vitamina C; 300 gramos de potasio y 11 miligramos de calcio.
A ello se suma que es una excelente fuente de carotenoides precursores de vitamina A, vitaminas del complejo B y aminoácidos como leucina, isoleucina, lisina, metionina, treonina, triptófano, valina e histidina. Por todas estas razones, se considera que el boniato es un excelente alimento.
¿El boniato es bueno para los perros?
En este punto ya habrás intuido que los perros sí pueden comer boniato, pues aceptan sin problema otros tubérculos (como la patata). De hecho, seguro que encontrarás ente ingrediente en la lista de componentes del pienso que les das a tus compañeros caninos. Por ende, hay que precisar que es un alimento saludable para esta especie.
Si por alguna razón el camote no está en la tabla nutricional de la alimentación de tu perro, bien puedes incluirlo como fuente de carbohidratos y complementar la dieta con él. La batata, como se conoce en algunas partes del mundo, tiene un sabor dulce y una textura que agrada mucho a los perros.
No obstante, por su concentración de azúcares es mejor no ofrecerlo a diario. Su uso debe ser ocasional.
Beneficios del boniato
Un artículo científico señala que la concentración de vitamina A convierte al boniato en un magnífico antioxidante natural. Por esta razón, podría ayudar a combatir el envejecimiento de las células y mantener el buen funcionamiento del sistema inmunitario de los perros.
En conjunto, esto se traduce (entre otras cosas) en una visión sana, óptimo crecimiento y piel y pelo saludables. A ello se suma su alto contenido de β-carotenos (pigmento que le da un color naranja muy característico), el cual se transforma en vitamina A.
Por otro lado, una porción de 100 gramos de camote aporta cerca de 100 kilocalorías, por lo que se designa como un alimento alto en energía. Es ideal para aquellos cachorros que tienen programas de entrenamiento exigentes, así como para aquellos canes que están en proceso de recuperación de algún tratamiento o enfermedad (siempre que el veterinario lo indique).
¿Cómo darle de comer boniato a los perros?
Ahora que sabes que es saludable darle de comer boniato a tus perros, vamos a contarte cómo deberías darlo. Esto es importante, ya que bajo ninguna circunstancia debe brindarse con cáscara o crudo. Asimismo, te recordamos la importancia de no suministrar este alimento a diario a tus cánidos: por su alto contenido en azúcares puede ser contraproducente, pero de esto hablaremos más adelante.
La razón por la que no se puede comer el boniato crudo es porque contiene dioscorina, una toxina vegetal que afecta de forma negativa al sistema nervioso central. No obstante, el calor la destruye y evita los riesgos. Así pues, puede prepararse horneado, en cuyo caso se corta en trozos y se introduce al horno sobre papel vegetal con un poco de aceite de oliva, por 20 minutos y a una temperatura de 180 grados centígrados.
Otra opción es cocinar el boniato en agua por 15 minutos. Aun así, también hay que cortarlo en trozos para facilitar el consumo por parte de las mascotas. De esta manera, el tutor tiene la opción de mezclar este tubérculo con el pienso, con la dieta BARF o darlo solo a modo de refuerzo positivo.
Contraindicaciones del boniato
Mencionamos que no es conveniente darle a tus perros de comer boniato todos los días, ya que es un alimento con una cantidad de calorías considerable. Además, por las mismas razones, está contraindicado en los siguientes casos:
- Diabetes: el boniato es en sí mismo un carbohidrato, por lo que puede alterar el índice glucémico en los perros diabéticos (pues los carbohidratos se descomponen en el organismo en azúcares simples).
- Obesidad: en el caso de los cánidos obesos, es necesario sustituir alimentos como la batata por vegetales fibrosos algo menos calóricos.
- Hipotiroidismo: los perros con esta condición de salud tienen un metabolismo lento, por lo que es conveniente optar por alimentos bajos en carbohidratos.
- Edad: cuando los canes llegan a la tercera edad sufren un cambio en su metabolismo basal y este disminuye hasta en un 20 %. Por ello, conviene que el tutor reduzca el componente de grasa y carbohidratos de la dieta.
¿Te animas a compartir un poco de boniato con tus perros?
Ya sabes que los perros sí pueden comer boniato, por lo que no hay problema en compartir con los tuyos una buena porción, siempre y cuando esté perfectamente cocido. Dales este ingrediente solo o combinado con otros como la zanahoria, el pollo o los huevos. Aunque no se pueda abusar de este tubérculo, será una excelente fuente esporádica de energía y vitaminas.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- El cultivo de la batata, una oportunidad agroalimentaria para pequeños productos de clima cálido. SENA - SAC. 2011.
- Vidal, Adria Renee; Zaucedo-Zuñiga, Alejandra Linaloe; Ramos-García, Margarita de Lorena. Propiedades nutrimentales del camote (Ipomoea batatas L.) y sus beneficios en la salud humana. Revista Iberoamericana de Tecnología Postcosecha, vol. 19, núm. 2, 2018.