¿Por qué a los perros les gusta que les rasquen la barriga?

Los perros exponen su barriga por diferentes razones; en ocasiones lo hacen para jugar y, en otras, cuando se sienten cómodos con las personas que están a su alrededor. También lo hacen como muestra de sumisión.
¿Por qué a los perros les gusta que les rasquen la barriga?
Samuel Sanchez

Revisado y aprobado por el biólogo Samuel Sanchez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 21 marzo, 2021

Es innegable sentir ternura cuando tenemos de frente a un perro que expone su panza para obtener una caricia y, al mismo tiempo, es irresistible extender las manos para sobarle el vientre y ver la cara de agrado del can. Es aquí donde nos preguntamos: ¿por qué a los perros les gusta que les rasquen la barriga?

Si eres de lo que tiene un can en casa, seguro que te ha tocado ver cómo rueda sobre su lomo y te pide que le acaricies. Hasta aquí todo bien; es una muestra de cariño. Pero, ¿qué pasa cuando ese comportamiento lo ves en un perro que no es tuyo y está en la calle? ¿Será una muestra de afecto? Vamos a descubrir por qué estos animales adoptan esta postura.

Por qué muestran su barriga

Cuando los perros se posan en el suelo para exhibir sus barrigas, no siempre están mostrando una conducta asociada a la felicidad. Este comportamiento perruno puede tener muchos significados y, entre todos ellos, destacan los 2 siguientes:

  1. El perro se acuesta en el piso —con la boca abierta y la lengua afuera— con la cola y la mirada relajadas: esto puede ser una señal de que el can está contento y quiere que le acaricien la barriga.
  2. El perro enseña su panza, pero está vez tiene la boca cerrada, con la cola tensa y sin fijar la mirada: esto puede ser señal de que el animal requiere su espacio y no desea que nadie se acerque. A lo mejor, solo quiere descanso.

La clave está en observar el comportamiento del can para saber en qué momento quiere comunicarse e interactuar con su entorno. En otros casos, las posturas que adopta solo son una muestra de obediencia.

Curiosamente, se ha postulado que a los perros les gusta que les rasquen la barriga por algo más que por una sensación agradable. Cuando se le pasa a un can la mano por la tripa, se estimulan los receptores nerviosos de sus folículos pilosos. Esto envía un mensaje al cerebro del animal que se vincula a un acto de acicalamiento social.

Un perro enseñando la barriga.

Cómo debes acariciar la barriga de los perros

Lo primero que debes hacer es conocer bien al perro, para entender en qué momento quiere juego o está buscando mimos. Luego, puedes rascar suavemente su panza; con masajes y usando la yema de los dedos. También puedes sobar su barriga con la palma de la mano y acompañar el acto con unas cuantas palmadas.

En este punto es relevante advertir que, cuando los niños acarician la barriga de los perros, lo deben hacer de manera suave y no pegarles duro con las manos. Cuando se manipula a un can de forma brusca, este puede sentirse violentado y, por ende, mostrarse agresivo y provocar un accidente.

Observa el lenguaje corporal de los perros

Es así de simple: si observas al perro nervioso y te muestra un poco los dientes, no te acerques, espera un momento. Si por el contrario el perro llega olfateando, moviendo la cola y las orejas, es una señal de que requiere atención. Esto quiere decir que tienes vía libre para acariciar su barriga.

Otra forma de consentir a los perros

La barriga de los perros no es la única parte preferida para ellos al momento de recibir mimos. También les gusta que les soben las orejas, la base del cuello, el pecho y la cabeza. Al fin y al cabo, los receptores del tacto están en casi todas las partes de la piel.

Sin embargo, ten cuidado con la forma en que tocas su cabeza, la cola, las patas o su hocico. Muchos perros se sienten amenazados cuando les rozan estas partes de su cuerpo.

Sensación de seguridad

Para concluir y confirmar; las caricias en las barrigas de los perros los hacen sentir seguros y es una forma de tranquilizarlos. Es también la manera de conectar los lazos de cariño con su propietario. Además, para ellos es como recordar cuando eran cachorros y sentían el afecto de su madre y hermanos.

Si tienes niños pequeños, enséñales la manera correcta de demostrarle amor, protección y aprecio al can de la casa. A pesar de llevar siglos con nuestra especie y amarnos de forma incondicional, los perros son seres vivos que merecen toda la atención, respeto y derecho a recibir cariño de forma empática.

Un perro de regalo para San Valentín.

Como has podido comprobar en estas líneas, a los perros les gusta que les rasquen la barriga por muchos motivos, tanto sociales como instintivos. Este tipo de actos fomentan la conexión entre el tutor y el animal, un tipo de vínculo que permanece irrompible hasta que la vida de uno de ellos llega a su fin.


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