Perros en las bodegas del avión

Que un can viaje como una maleta debería ser considerado un crimen, ya que antes, durante y después del viaje nuestras mascotas suelen sufrir algún tipo de maltrato al ser manipulados como meros objetos, algo que no debería permitirse

Perros en la bodega de un avión: maltrato animal

“No sin mi perro” es una frase que últimamente se escucha mucho. Los animales y las personas hemos creado un vínculo tan fuerte que se tiende a tratar a las mascotas como personas. Esto hace que nos preocupemos por su bienestar y que queramos cuidarlas como merecen. Esta es la causa de la gran controversia que se ha generado durante los últimos años con el tema de los perros en bodegas de avión.

Si tu perro tiene un tamaño grande, es imposible que pueda viajar contigo en el asiento, por razones obvias. Solo los perros pequeños pueden hacerlo en un transportín o bolsa habilitada para tal fin.

Al pasar de ciertos kilos, la bodega del avión es la única opción. Se pueden incluso contratar servicios especiales para asegurarte de que tu mascota estará bien, pero aún así son muchos los dueños que temen el trato que se les da a los perros antes, durante y después del trayecto.

Peligros que tienen los perros en las bodegas del avión

Según las noticias y experiencias personales que dueños de mascotas han contado, parece que llevar a perros en las bodegas del avión podría ser cuestión de suerte. Suerte de que el personal sea el adecuado, suerte de que no haya retrasos, suerte de que no lo traten como a una maleta.

En incontables ocasiones se han compartido vídeos en los que se ve claramente que tratan los transportines como si fueran maletas, tirándolos por el aire o lanzándolos al suelo.

Perros en la bodega de un avión: maleta

Por otro lado, los perros en las bodegas del avión pueden tener necesidad de aire y especialmente en temporadas de calor. Sumado a esto, el tiempo que pasan a la intemperie esperando a ser metidos en el avión, o al regreso, hasta ser devueltos a sus dueños, pueden causarles golpes de calor o hipotermias, dependiendo la temperatura.

Han sido muchas las muertes de canes por falta de cuidados al respecto, y porque llevarlos en un habitáculo reducido y con falta de oxígeno es cruel. Por ello, en su momento, muchas las compañías estadounidenses decidieron no permitir que viajen animales en sus vuelos.

Otras, simplemente optaron por rechazar a los animales cuando las temperaturas se van a los extremos. Algunas solo lo permiten cuando es estrictamente necesario, como en el caso de una mudanza de país.

Estadísticas sobre muertes de perros en las bodegas del avión

En Estados Unidos están obligados a publicar las muertes de las mascotas que viajan en las compañías aéreas. Lamentablemente, no hay un mes en que no suceda una desgracia.

Aunque en España esto no se hace, se han conocido decenas de casos en los que, desgraciadamente, los perros han muerto. Por ello, se ha prohibido que los perros braquicéfalos, los que tienen el hocico chato y, por tanto, problemas de respiración, viajen en las bodegas del avión.

Perros en la bodega de un avión: sufrimiento

Han sido muchos los vídeos que los usuarios han dado a conocer en redes para mostrar el trato que el personal de los aeropuertos da a las mascotas. Algunos han sorprendido por el buen trato que los animales han recibido, pero desafortunadamente son mayoría los que han sido tratados como una maleta o un objeto aún menos valioso.

Una experiencia real

En 2017, se dio a conocer el caso de Janet Sinclair. La mujer pagó un extra para asegurarse de que cuidaran con esmero a su perra y su gato, pero la situación no acabó bien y tuvo que interponer una denuncia a la compañía. ¿Por qué?

Al parecer, desde el avión vio cómo patearon, aunque suavemente, el transportín de su gato para moverlo de sitio; por un retraso en el avión estuvieron expuestos al sol alrededor de 45 minutos a una temperatura de casi 30ºC.

Su perra llegó en un estado pésimo, casi muerta, con un golpe de calor y con heridas sangrantes. Aunque se recuperó, Janet no pudo callar y tuvo que denunciar lo sucedido con la esperanza de que las normas de transporte de mascotas sean más estrictas para los trabajadores que se dedican a ello.

Visto lo visto, son muchos los que prefieren dejar a su mascota con un familiar o amigo, o en un hotel para perros, cuando se van de vacaciones. Aunque cada cual toma su decisión, esta parece ser la opción más aconsejable.

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