Perros con cola corta

La cola de los perros les sirve para comunicarse (con otros perros y sus tutores) y para el equilibrio. Las razas que carecen de ella son producto del cruce selectivo que los ha modificado con el paso del tiempo. Esto no es parte de la naturaleza, sino un capricho estético del hombre.

Algunos propietarios o criadores optan por cortarle el rabo a sus mascotas por una cuestión de “estética” de la raza. Sin embargo, existen perros con cola corta o directamente sin ella de nacimiento. En este artículo te contaremos cuáles son.

¿Qué razas de perros con cola corta existen?

Existen perros que nacen sin cola y se los conoce como anuros, hay otros en cambio que tienen la cola corta. A continuación te presentamos algunas razas con esta característica.

1. Bobtail

El viejo pastor inglés debe su nombre original justamente a esta peculiaridad de nacer con un rabo muy pequeño. Es una raza de pastoreo y guardia originaria de Gran Bretaña y de gran tamaño. El pelaje es denso y largo y los colores son blanco, negro y gris. El bobtail tiene una cara muy simpática y parece que siempre está feliz. En cuanto a su temperamento, es una mascota amigable, sociable y alegre.

2. Bulldog Inglés

Es otro de los perros con cola corta de nacimiento y a pesar de su pequeño tamaño, se presenta rizada. El bulldog se originó en Reino Unido en el siglo XVII y es uno de los símbolos del país. De aspecto rechoncho, tiene cabeza grande, labios colgantes y pelaje corto en diferentes colores (atigrado, rojo, beige, blanco, etc.).

3. Corgi de Pembroke

Sus orígenes se remontan a hace varios siglos en Gales, donde se desempeña como pastor. De pequeño tamaño, este perro es el más antiguo de Gran Bretaña y se diferencia del Corgi de Cardigan por su estatura y por el tipo de cola. El de Pembroke es más robusto, el rabo es corto y su cabeza es parecida a la de un zorro. El pelo puede ser de color rojizo, negro, beige o fuego. Se trata de un can cariñoso, inteligente, trabajador y perfecto para casas con niños.

4. Bulldog Francés

Con sus orejas de murciélago, este perro de Francia que surgió a fines del siglo XIX es del tipo moloso de pequeño tamaño, aunque su pariente más cercano (el Bulldog inglés) desciende de los Mastines. La cola de esta raza es pequeña y de forma anudada al final. En cuanto a su carácter, merece la pena destacar que es sociable, juguetón, alegre, amistoso y dulce. Además, es paciente y protector con los niños.

5. Braco Francés

También conocido como braco de los Pirineos, es otro de los perros con cola corta. No es muy frecuente verle fuera de las fronteras de su país (cerca del límite con España). Se trata de un animal musculoso, de tamaño mediano, de hocico corto, de nariz marrón y de ojos oscuros. El pelaje del Braco Francés es corto y fino de color blanco con manchas marrones. Se lleva muy bien con niños y otras mascotas.

6. Boston Terrier

De origen norteamericano, este perro pequeño de hocico achatado y con orejas erguidas nace con la cola corta al igual que sus extremidades. Es una raza que suele perder bastante pelo y sufrir caspa si no se lo baña una vez al mes. Es un excelente perro de compañía y se adapta a la vida en un piso.

Perros a los que se les corta la cola

Además de las razas de perros que nacen con un rabo muy corto, por diferentes motivos, pero más que nada estéticos, hay algunas a las que se les amputan apenas nacen como las citadas a continuación.

1. Cocker Spaniel

Tanto con el inglés como con el americano (pero más en el primer caso) se pueden encontrar ejemplares con la cola corta debido a este procedimiento. Para algunos criadores es una costumbre que le otorga más elegancia y armonía al cuerpo del animal.

2. Boyero de las Árdenas

Es una raza originaria de Bélgica cerca de la frontera con Alemania y Francia. Normalmente se les corta la cola, de lo contrario es bastante larga. El manto es de casi cualquier color, tiene pelo rizado, orejas cortas y puede pesar hasta 35 kg.

3. Schipperke

Este perro de Flandes es familiar del pastor belga y el hábito de cortarle la cola deriva de una leyenda. Según esta, un ejemplar de Schipperke que vivía con un zapatero en Bruselas ganó un concurso de belleza. Uno de los dueños de los otros participantes de envidia le amputó la cola dejándole rabón. Sin embargo, el animal en cuestión tuvo más éxito arrasando en los certámenes, y desde entonces apenas nace se los deja sin rabo.