El perro shepsky nace del cruce de un husky siberiano y un pastor alemán, 2 de las razas de perros más populares en el mundo. En general, este perro no solo es muy inteligente, sino que también es leal, social y siempre está alerta.
Los perros híbridos –creados a partir del cruce de canes de raza pura– se han vuelto muy populares en todo el mundo, según el American Canine Hybrid Club. Conoce aquí el origen, características y cuidados del perro shepsky.
Origen del perro shepsky
El shepsky –o gerbarian shepsky– es una raza híbrida relativamente nueva, pero se desconoce el momento exacto en que 2 de las razas más populares se unieron para crear su propia variante. Actualmente, el American Canine Hybrid club y el Dog Registry of America son entidades que reconocen al shepsky como una raza oficial.
Según el portal Dog Zone, el pastor alemán –raza originaria del shepsky– proviene de Alemania y se tienen conocimientos de él desde finales de 1800. Inicialmente, fue un perro de pastoreo y después empezó a trabajar en la policía y el ejército, para cooperar en misiones de búsqueda y rescate.
Sus altos niveles de inteligencia han hecho de este can una raza de perro bastante conocida. Además, también es famoso por su apariencia atractiva, parecida a la de una lobo salvaje.
Por otro lado –para completar al shepsky– está el husky siberiano, una raza muy antigua originada hace miles de años en el Ártico. Estos perros proporcionaban transporte, servicio de mensajería, pastoreaban renos y servían como perros guardianes. Después, llegaron a Canadá y Estados Unidos, donde su popularidad creció como animales de compañía.
Características físicas
Los animales cruzados en general combinan las características y rasgos de personalidad de las razas utilizadas para hacer el cruce. Sin embargo, siempre existe un rasgo de una raza dominante en cada híbrido, tanto en la personalidad como físicamente.
El shepsky es un perro de tamaño grande y delgado, mide entre 50 a 61 centímetros, su peso es de 22 a 40 kilogramos y su esperanza de vida es de aproximadamente 13 años. Sus colores son muy variados: pueden ir de negro y café a rojo, blanco, crema, gris, azul o dorado.
Su pelaje es liso con una apariencia esponjosa y puede ser largo, corto o mediano. Sus orejas y hocico son puntiagudos y sus ojos a veces pueden ser azul claro y contrastar con su rostro, o también pueden ser de 2 colores diferentes: azul y marrón; según estudios realizados acerca de esta raza.
Personalidad del shepsky
Hay shepkys más similares a los pastores alemanes y otros al husky siberiano. Incluso dentro de las camadas, hay una variedad de personalidades y rasgos muy diversa, tal y como indican portales ya citados.
Estos canes suelen tener mucha energía y son famosos por su inteligencia y consciencia. Su temperamento es suave y tranquilo; son curiosos y ansiosos por aprender, les encanta jugar y son leales con sus familias.
Por otro lado, los ejemplares bien educados suelen ser muy sociables con toda la familia y se vinculan estrechamente a las personas con quienes pasan más tiempo. Si su socialización con otras mascotas es temprana, tendrán una buena relación con cualquier animal doméstico.
Si un perro shepsky posee más genética de pastor alemán será más enfocado, disciplinado y aprenderá rápido. Si porta más genes de husky siberiano, será menos obediente y más revoltoso.
Enfermedades comunes
A pesar de que el shepsky es un híbrido, cuenta con una vida saludable —a diferencia de otros perros de raza pura—. De todas formas, no se descartan las posibilidades de heredar problemas de salud comunes en los pastores alemanes y los huskys siberianos.
Algunos de estos problemas de salud son la displasia de codo y cadera, disfuncionalidades oculares —como cataratas juveniles—, problemas digestivos, trastornos de la sangre e hinchazón estomacal, entre otros. Sin duda, la displasia de cadera es uno de los trastornos más preocupantes en los perros de tallas grandes, como este.
Cuidados generales del perro shepsky
Como con todos los perros, hay cuidados especiales que deben tenerse en cuenta a la hora de tener un shepsky como animal de compañía. Entre ellos, destacamos los siguientes:
- Al ser una raza activa y de trabajo –como sus antepasados– los shepskys requieren entrenamiento, juego y ejercicio físico constantes. Por ello, necesitan un espacio abierto donde poder moverse libremente y fortalecer sus huesos y resistencia.
- Sus tutores deben tener una mentalidad más fuerte que ellos. Todo dueño debe ser paciente y dominante, pues son perros inclinados a la independencia.
- Los shepskys son excelentes comedores, debido a su naturaleza activa, pero algunos pueden ser muy complicados con su dieta, por lo que tener golosinas o premios para perros puede ayudarles. Lo importante es conocer a tu perro y encontrar la comida que le guste.
- Gracias a que su pelaje es grueso –y hermoso–, es normal que estos canes arrojen mucho vello. Cepillarlos es una actividad que debe realizarse al menos 2 veces por semana. Sus oídos tienden a acumular mucha cera y sus ojos necesitan revisión y limpieza regulares.
El shepsky es un perro precioso físicamente y en cuestiones de personalidad. Por todas las razones aquí citadas, podemos asegurarte que será un compañero ideal, siempre y cuando cuente con los cuidados y condiciones adecuadas para vivir su vida al máximo.
Bibliografía
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