Esta es la historia de una perrita sin hogar llamada Bella y una elefanta de nombre Tara. Ambas se encontraron en un momento trascendental de sus vidas y nos demuestran que la verdadera amistad sí existe y es eterna.
Los elefantes son animales muy inteligentes y sociables. No obstante, la relación que creó la elefanta Tara con la perrita sin hogar Bella es casi increíble y, sin duda, te sacará una que otra lágrima.
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Bella y Tara vivieron momentos únicos en un santuario
Tara era una elefanta anciana que se encontraba disfrutando de los cuidados de los expertos de The Elephant Sanctuary, ubicado en Tennessee, Estados Unidos. Este santuario tiene una extensión de casi 1000 hectáreas en donde los elefantes viven en libertad y sin ningún peligro.
Hasta este lugar llegó Bella, una perrita sin hogar que entabló una estrecha relación con una de las elefantas ancianas. Ambas despertaron la ternura de los cuidadores que miraban impactados cómo estos dos seres tan diferentes paseaban, jugaban, comían, bebían y se acicalaban juntas.
Bella se lesionó y Tara se desestabilizó por completo
Un buen día la dinámica de esta hermosa pareja de amigas cambió. La perrita sin hogar se lesionó la espalda, no podía caminar y tuvo que quedarse en el interior del centro durante tres semanas.
La ausencia de la canina desestabilizó a Tara, quien no comprendía las razones de la ausencia de su mejor amiga. Ahora no tenía con quien jugar, con quien dormir, recorrer el santuario o acurrucarse a descansar.
Aunque la elefanta pudo volverse a reunir con la perrita sin hogar tras cumplir con su tratamiento, y volvieron a juntarse como antes, un suceso doloroso las volvió a separar.
Un coyote separó a esta par de mejores amigas
Cierto día la pareja de mejores amigas se encontraba dando un paseo por el santuario cuando un coyote atacó a Bella y no pudo sobrevivir. Aunque solo la perrita sin hogar y la elefanta saben qué pasó en realidad, los cuidadores encontraron el cuerpo de la cánida sin un rastro de sangre, lo cual los dejó impactados.
Acto seguido, las personas miraron a la elefanta, ella sí tenía su cuerpo lleno de sangre. Las sospechas no se hicieron esperar y supieron que Tara tomó el cuerpo de su amiga y lo trasladó a otro lugar en un intento desesperado por salvarla.
“La idea de que ella no pudo dejar ese cuerpo y traerlo de vuelta a casa es simplemente desgarradora, pero muy inspiradora”, dijo en su momento Rob Atkinson, CEO del santuario.
La vida de Tara cambió para siempre
Perder a un ser querido genera un dolor inconmensurable que sin duda hace cambiar hasta al más fuerte. La elefanta Tara no fue la excepción, la muerte de su amiga cambió su vida por completo.
El cuidador del mamífero señaló que “no podemos curar su dolor. Lo único que puede ayudarla son otros amigos elefantes. Son una gran familia y se esfuerzan al máximo para ayudarse mutuamente durante la tormenta”.
Las personas que conocen el proceso comentan que Tara se ha vuelto reservada y muy tranquila, básicamente se ha mostrado deprimida. El dolor es visible en ella cada vez que visita la tumba de Bella, a donde va a rendirle tributo de forma continua.
Así, una perrita sin hogar y una elefanta demuestran que la amistad no tiene barreras y que el amor nunca muere. ¡Gracias por dejarnos tan hermoso mensaje, Tara y Bella!