Muchas personas dicen que son malvados, que no quieren a las personas, que son extraterrestres. De todo se escucha sobre los gatos, hoy os contamos algunos de los mitos más absurdos sobre los gatos.
A la gente le gusta bromear diciendo que los gatos son malvados, sin embargo hay muchos que así lo creen. Es más, durante la Edad Media se perseguía a las mujeres que tuvieran gatos negros porque los asociaban con criaturas demoníacas, pero nada más lejos de la realidad.
Si bien, puede ser divertido jugar con el estereotipo de que los gatos son distantes, indiferentes y un poco malvados, la forma en que la cultura a veces retrata a los gatos tiene consecuencias negativas en la vida real para nuestros amigos felinos.
Otros mitos, como la idea de que los gatos pueden dejarse sólos en casa durante días pueden llevar a cuidadores bien intencionados a dar a sus mascotas malos tratos y malos momentos.
Vamos a disipar algunos mitos por el bien de nuestros felinos, ¡sigue leyendo!
No le gustas a tu gato
La afirmación de que los gatos no sienten afecto por sus cuidadores tiene más base en estereotipos y reportes de los medios sensacionalistas que en la realidad.
Sin embargo, lo que la mayoría de los artículos no tiene en cuenta es que muchos de los estudios que se hacen sobre los gatos no tiene absolutamente nada que ver con el afecto.
Este mito se puede disipar preguntando a cualquier persona que tenga un gato. Estos jurarán que su gato parece amarlos, mientras que otros miembros del mismo hogar dirán que su gato es distante.
Puede que ambos tengan razón. Los nuevos hallazgos demuestran que simplemente los gatos no ven a sus compañeros humanos como figuras monoparentales similares. Esto se debe simplemente a que el amor felino-humano tiene sus raíces en algo distinto de la dependencia, cosa que sí ocurre con los perros.
Sin embargo, en lo que todos los estudios parecen coincidir es en que los gatos son más propensos a expresar afecto cuando están en lo que ellos perciben como terreno seguro. Las muestras de afecto incluyen elevar la cola y mantenerla erguida cuando nos ven, frotar la cabeza o flancos en nuestras piernas, lamernos cuando están sentados junto a nosotros y el ronroneo cuando los acariciamos.
Los gatos no son sociales
Puesto que los gatos no son animales que se expresan socialmente de la misma manera que los perros, las personas a menudo tienen la idea errónea de que son solitarios totales. Pero esto realmente varía según el gato.
Cada gato es un individuo, con su propia historia y personalidad, los gatos pueden formar fuertes lazos con los demás y, de formar un vínculo estrecho con otro gato, nunca deben ser separados.
La evidencia anecdótica sugiere que los gatos también pueden formar fuertes lazos con otras especies. Ya que son territoriales, es crucial introducir los animales entre sí mientras son jóvenes, de esta manera, se evitará un conflicto.
Pero mientras que muchos gatos se llevan bien con sus compañeros felinos, a algunos simplemente no les gusta estar con otros gatos y prefieren ser los reyes de sus hogares.
Puedes dejarlo solo por días
Los gatos no se deben dejar solos todo el día, y menos varios días seguidos, sin que alguien los visite, interactúe con ellos y realice la limpieza de su caja de arena. En otras palabras, si vas a salir por más de 24 horas, contrata a un cuidador de gatos o por lo menos pídele a un conocido que se encargue de él.
Si bien los gatos pueden dejarse solos en casa mientras sus cuidadores están en el trabajo o fuera por períodos relativamente cortos, necesitan cosas que hacer mientras las personas se han ido.
Los signos reveladores de que un gato está demasiado solitario son el letargo o un comportamiento demasiado meloso, además de acicalarse en exceso o comenzar a tener problemas con la caja de arena. Si bien, estos síntomas son señal de aburrimiento, también pueden ser provocados por otra clase de condición médica, así que lo ideal sería consultar con tu veterinario.