Cuando pensamos en la migración en aves, es fácil que lo primero que venga a nuestra mente sean esos gansos que vuelan formando una perfecta “V” en el cielo. Pero muchas más aves migran, desde las pequeñas paseriformes o aves cantoras hasta los inmensos buitres, que parecen demasiado pesados para cruzar mares.
Los movimientos migratorios en las aves se concentran en dos periodos de tiempo a lo largo del año:
- Los movimientos al final del verano hacia zonas más cálidas, ante la previsible llegada del otoño y el invierno.
- Aquellas aves que migran hacia zonas más frías, cuando ven que la primavera se acerca a la región donde están.
La migración en aves ha sido siempre de gran interés en el mundo de la zoología y la etología. Una de las grandes cuestiones con respecto a este tema es intentar comprender por qué las aves migran.
Todas las investigaciones llevadas a cabo durante décadas sugieren que el principal motivo de la migración en las aves tiene como finalidad moverse de áreas con recursos bajos o en declive hacia áreas de recursos abundantes o crecientes. Los dos recursos principales son:
- El alimento.
- El lugar de anidación.
Te invitamos a seguir leyendo, ya que te contaremos mucho más sobre la migración en aves, los tipos que existen, cómo está regulada y muchos ejemplos de aves migrantes.
Hacia dónde migran las aves
En primer lugar, debemos saber que las aves que habitan el hemisferio norte del planeta migran hacia el sur con la llegada del invierno, en busca de lugares cálidos, y hacia el norte cuando llega el verano.
La cuestión es mantenerse siempre a una temperatura lo suficientemente buena como para que haya abundancia de alimento, ya sean vegetales, insectos u otros animales. Veamos algunos ejemplos:
- Los vencejos (Apus apus), las golondrinas (Hirundo rustica) y los aviones (Delichon urbicum) pasan el invierno en áfrica subsahariana o en el Asia tropical. Suelen migrar hacia los países europeos y Rusia entre los meses de febrero y mayo. Aquí encuentran sus lugares de anidación y una gran abundancia de insectos voladores, como los mosquitos.
- La grulla común (Grus grus) y el ánsar común (Anser anser) no migran tan al sur como las aves antes mencionadas. Su lugar de invernada suele ser España y Francia, aunque también países como Pakistán, Iraq, Turquía o Israel, que no son climas precisamente cálidos durante el invierno, aunque sí templados.
- Ocasionalmente, pueden migrar hacia extremo noroccidental de África. Lo que ocurre, es que estas aves son de climas muy fríos, como es Rusia. De hecho, suelen habitar ecosistemas como la tundra, donde crían durante la primavera. Uno de los mejores lugares para observar a estas aves durante el invierno, es el Parque Nacional de Doñana, en Huelva, España.
Por otro lado, las aves que viven en el hemisferio sur, hacen lo contrario. Cuando el invierno se acerca, vuelan hacia el norte y, cuando llega el verano en la zona más sur de ese hemisferio, se dirigen hacia allí.
Tipos de migración en aves
En su ruta, las aves encuentran barreras físicas como las montañas o los mares, ecológicas como los desiertos y, también, meteorológicas como grandes tormentas, vientos huracanados, olas de calor, etc. Para conseguir llegar a su destino deben sortear todas estas barreras y, mientras más lejos vayan, más peligroso será el camino.
Migración en aves de larga distancia
Las aves consideradas migratorias de larga distancia recorren más de 10.000 km. Todas estas aves son capaces de viajar desde el hemisferio norte del planeta hasta el hemisferio sur.
Por ejemplo, la reinita de magnolia (Setophaga magnolia) vuela desde América del norte a América del Sur. Otras aves migratorias de larga distancia son la aguja colipinta (Limosa lapponica), el charrán ártico (Sterna paradisaea) o la pardela pichoneta (Puffinus puffinus).
Migradoras de media distancia o transaharianas
Estas aves, muchas de ellas paseriformes, migran desde zonas templadas del hemisferio norte hacia las zonas templadas del sur. Pueden recorrer unos 5.000 km en su travesía, tanto para ir como para volver.
- Águila perdicera (Aquila fasciata)
- Curruca capirotada (Sylvia atricapilla)
- Abejaruco (Merops apiaster)
Aves con migración de corta distancia o presaharianas
Son aves que migran una distancia de entre 2.000 y 3.000 km. Por ejemplo, desde el norte de Estados Unidos al sur del mismo país o desde el norte al sur de Europa.
- Arrendajo azul (Cyanocitta cristata)
- Zorzal alirrojo (Turdus iliacus)
- Mosquitero musical (Phylloscopus trochilus)
- Avefría (Vanellus vanellus)
Migradores altitudinales
Realmente, estas aves no son consideradas migradoras, ya que no realizan movimiento migratorios en sí, solo desplazamientos desde zonas de mayor altitud, como una montaña, hacia áreas más bajas, como los valles.
- Acentor (Prunella modularis)
- Treparriscos (Tichodroma muraria)
- Mirlo capiblanco (Turdus torquatus)
- Codorniz cotuí (Northern bobwhite)
Fisiología de la migración en aves
La migración en aves tiene su base en varios procesos endógenos. Estos procesos ocurren dentro del cuerpo pero motivados por cambios que se producen en el ambiente y son recepcionados, directamente, por el sistema nervioso central de las aves.
Concretamente, la hipófisis (glándula que se encuentra en la base del cráneo) es sensible a la iluminación. Cuando las horas de luz comienzan a alargarse, el ave percibe este estímulo a través de los ojos, que llevan la información hacia la glándula.
Esta comienza a segregar una serie de hormonas que desencadenan la inquietud migratoria o Zugunruhe. Se trata de una conducta nerviosa que aparece en las aves que las llevan a realizar comportamientos para facilitar la migración, como:
- Hiperfagia, comer en exceso.
- Aumento de glóbulos rojos en la sangre.
- Aparición conductas que llevan al gregarismo de individuos que, normalmente, no viven juntos.
Otra glándula con un papel importante en el proceso de migración en aves es la glándula tiroides, la cual lleva a cabo la movilización y acumulación de grasa en regiones concretas del cuerpo para facilitar la termorregulación y la disponibilidad de energía para el largo viaje.
Las regiones del cuerpo donde se acumulan estas grasas son, principalmente, la clavícula, el coracoides sobre las costillas, el abdomen, la cadera y la zona perianal. Además, la grasa se acumula también en los músculos, a excepción del corazón.
Para concluir, podemos destacar que el factor más importante para la migración en aves es el fotoperiodo. Este, mediado por una hormona llamada melatonina, desencadena todos los procesos fisiológicos necesarios.
Además, como dijimos, una de las razones de la migración es la de encontrar un buen lugar para criar. Por ello, las hormonas sexuales como la testosterona juegan también un papel fundamental.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Coppack, T., Pulido, F., & Berthold, P. (2001). Photoperiodic response to early hatching in a migratory bird species. Oecologia, 128(2), 181-186.
- Gwinner, E. (1986). Internal rhythms in bird migration. Scientific American, 254(4), 84-93.
- Helm, B. (2006). Zugunruhe of migratory and non‐migratory birds in a circannual context. Journal of Avian Biology, 37(6), 533-540.
- Jenni, L., & Schaub, M. (2003). Behavioural and physiological reactions to environmental variation in bird migration: a review. In Avian migration (pp. 155-171). Springer, Berlin, Heidelberg.
- King, J. R., & Farner, D. S. (1963). The relationship of fat deposition to Zugunruhe and migration. The Condor, 65(3), 200-223.
- Odum, E. P., & Connell, C. E. (1956). Lipid levels in migrating birds. Science, 123(3203), 892-894.