Medusa sombrero de flores: ¿es peligrosa?

Los cnidarios despiertan emociones contradictorias en la mayoría de la gente: muchos de ellos tienen un aspecto misterioso y fascinante, pero tampoco se les quiere mirar muy de cerca. La medusa sombrero de flores no es una excepción: su increíble forma atrae irremediablemente las miradas, pero muchos se preguntan si es peligrosa.

Si quieres conocer más acerca de esta pequeña gelatina nadadora, aquí tienes todo lo que debes saber sobre ella. Con sus tentáculos de neón y su forma alienígena seguro que te conquista.

Características de la medusa sombrero de flores

La medusa sombrero de flores (Olindias formosa) es un invertebrado de la familia de los cnidarios que habita en las aguas de Japón, Brasil y Argentina, habitualmente en zonas costeras donde abundan las algas marinas. Son animales de hábitos nocturnos, ya que aprovechan la oscuridad de la noche para salir a cazar pequeños peces que habitan en el lecho marino.

Estos animales pueden llegar a medir unos 15 centímetros y su esperanza de vida es de unos 6 meses. Tienen alrededor de 300 tentáculos —aunque solo 15 de ellos son alimentarios—, que terminan en una pequeña protuberancia bioluminiscente. Al ser nocturna, los estudios afirman que esta emisión de luz ayuda a la medusa a atraer las presas.

La reproducción de la medusa sombrero de flores, un misterio

Las medusas se reproducen de forma alternante, como la mayoría de los cnidarios. Esto significa que alternan la reproducción sexual y  asexual para asegurar una buena cantidad de descendientes y la variabilidad genética. Sin embargo, hasta hace poco, no se conocía del todo el ciclo de vida de esta medusa, pues resultaba imposible criarla en cautividad.

Estudios de la Universidad de Cambridge nos traen la respuesta. Su ciclo madurativo es el siguiente:

• Medusa adulta: mediante la reproducción sexual, este cnidario libera gametos y huevos microscópicos al agua circundante, donde se produce la fecundación con el material genético de otras medusas. Las crías producidas en esta interacción no son copias de su padre o de su madre, sino una combinación de ambos.
• Plánulas o larvas, que eclosionan de los huevos y se adhieren a una superficie dura.
• Pólipos: en esta etapa ocurre la reproducción asexual, pues los pólipos proliferan y de ellos nacerá la medusa juvenil. Curiosamente, los pólipos de la medusa sombrero de flores solo tienen un tentáculo, aunque muy activo. La descendencia producida en esta etapa será genéticamente igual a su predecesora.
• Medusa juvenil: en esta etapa, la medusa se desarrollará hasta su tamaño adulto —en este momento solo mide unos 2 milímetros—, con lo que cierra el ciclo reproductivo.

Algunas curiosidades sobre esta medusa

La medusa sombrero de flores tiene una adaptación única: cuando la comida escasea, es capaz de reducir su tamaño corporal. De esta forma, disminuye la necesidad de ingesta y aumenta sus probabilidades de supervivencia.

Además, este invertebrado carece de cabeza, cerebro, corazón, huesos, cartílagos u ojos. Su cuerpo se compone casi solo de agua, concretamente en un 95 %. Su sensibilidad somática corre a cargo de unas células especializadas en detectar estímulos físicos a su alrededor.

Su bioluminiscencia, producida por proteínas presentes en el extremos de sus tentáculos, se observa también en la etapa de pólipo. En este periodo, el pólipo usa su único tentáculo para barrer sus alrededores en busca de nutrientes, proceso que también parece favorecido por la luz que emite.

Medusa sombrero de flores: ¿es peligrosa?

Si te preocupa toparte con uno de estos invertebrados y sufrir un accidente mortal, no temas: no tiene suficiente veneno para matarte. Puesto que depreda pequeños peces, sus toxinas son lo suficientemente potentes para matarlos casi al instante, pero no es suficiente para un humano adulto.

La picadura es dolorosa y tiene el aspecto de una quemadura. Se puede tratar por los métodos convencionales: aplicar suero fisiológico o agua salada y acudir al puesto de socorro. No se debe rascar o frotar la zona, pues de lo contrario las toxinas penetran más en la piel.

Las medusas eyectan su veneno gracias a los cnidocitos, unas células especializadas. Estos cuerpos celulares cuentan con un “arpón” que se propulsa con contacto directo, inyectando así las toxinas en la piel de la presa. 

Conclusiones: estado de conservación y convivencia con el humano

Al tratarse de una especie rara de medusa que habita en espacios geográficos reducidos, existen varios proyectos de conservación de la medusa sombrero de flores. Sin embargo, no se considera que esté en peligro de extinción.

Los  mayores problemas que han experimentado las poblaciones de humanos que viven en las costas donde habita esta medusa son las picaduras a bañistas y buceadores. También se han reportado que obstruyen redes de pesca o vías de entrada de agua en presas hidroeléctricas.

Sin embargo, las medusas cumplen su verdadero papel en la naturaleza de una forma efectiva, controlando las poblaciones de peces. Además, su biofluorescencia se está estudiando, con el fin de ampliar los conocimientos sobre mimetismo.

En definitiva, la medusa sombrero de flores es un eslabón más en el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas en los que habita. Aunque es cierto que puede amenazar ciertas actividades económicas —como el turismo o la pesca—, está solamente en nuestra mano crear una convivencia positiva con el resto de especies que pueblan el planeta.