Mantis fantasma: hábitat y características

El camuflaje de la mantis fantasma es un mecanismo de defensa y ataque al mismo tiempo. ¿Quieres saber más sobre esta especie?
Mantis fantasma: hábitat y características

Última actualización: 24 agosto, 2023

La mantis fantasma o mantis de hoja muerta (Phyllocrania paradoxa) es una especie de insecto que pertenece a la familia Hymenopodidae (orden Mantodea) y es oriunda del sur de África. Su nombre común no es en vano, ya que posee una particular característica de camuflaje con la que simula ser una hoja muerta o marchita.

Esta adaptación biológica le permite a la mantis fantasma pasar desapercibida ante posibles depredadores y al mismo tiempo le ayuda a no ser detectada fácilmente por sus presas durante las cazas. Además, es un insecto fácil de cuidar y se ha convertido en una mascota popular en el mundo de la terrariofilia. A continuación conocerás sus principales atributos y cuidados.

Hábitat de la mantis fantasma

La mantis fantasma es una especie única en el mundo que se halla de forma natural en África, específicamente en el territorio que va desde Senegal hasta Somalia, al igual que en la isla de Madagascar. Su hábitat predilecto son los matorrales y el bioma del bosque semiárido, donde se mimetiza con las hojas y las ramas secas.

Unas mantis fantasma sobre un fondo blanco.

Características físicas

La mantis fantasma se caracteriza por ser una de las especies de mantis más pequeñas, pues solo mide entre 45 y 50 milímetros de largo (4,5-5 centímetros). Los colores que presenta son los que le permiten mimetizarse con el ambiente y parecer una hoja muerta o en descomposición: el marrón, el gris verdoso o el negro que exhibe su cuerpo también son tonos típicos del suelo.

Este insecto realiza diferentes mudas de exoesqueleto para crecer durante su corta esperanza de vida (que no supera el año) y su tasa de desarrollo depende de la cantidad de alimento que consuma y de su metabolismo. Curiosamente, se ha observado que los colores de la mantis varían según el nivel de humedad al que se vea expuesta, dividiéndose de la siguiente manera:

  • Coloración verde: humedad superior al 80 %.
  • Color marrón claro: humedad cerca del 70 %.
  • Coloración marrón oscuro: humedad entre el 40 y 50 %.
  • Color negro: humedad menor del 30 %.

Por otro lado, tiene una cabeza alargada con un protórax extendido y aplanado. También presenta protuberancias en sus extremidades en forma de punteaduras que facilitan su camuflaje. Asimismo, cuenta con una quilla dorsal que se asemeja a una hoja desecada y los pliegues de las alas en realidad son sombras de pigmento.

Su grandiosa habilidad para mezclarse con la hojarasca y su inmovilidad temporal le ayudan a pasar desapercibida ante sus depredadores como las aves, que suelen ignorar a los insectos que se asemejan al ambiente. Curiosamente, la mantis fantasma también practica la tanatosis (hacerse el muerto) cuando se siente amenazada.

Si nada funciona, la mantis puede alzar el vuelo gracias a sus alas traseras.

Alimentación de la mantis fantasma

Este insecto es estrictamente carnívoro y tiene una clara preferencia por las presas voladoras, como las moscas o las polillas, a las que captura con emboscadas. Sin embargo, en cautiverio puede alimentarse de gusanos y grillos pequeños, aunque también acepta cucarachas de un tamaño adecuado.

Cuando se les asegura una alimentación variada, las mantis fantasmas tendrán un mejor estado de salud. Las crías pueden alimentarse de moscas de la fruta, pero habrá que aumentar el tamaño de sus presas en cuanto crezcan un poco.

Reproducción de la mantis fantasma

La reproducción de este insecto tiene lugar de 2 a 4 semanas después de la última muda. Para copular el macho se monta encima de la hembra y la fecunda de forma interna tras varias horas de apareamiento. A las 3 semanas, la hembra deposita entre 5 o 6 ootecas (sacos espumosos con huevos) de color marrón en ramas o paredes (del terrario o de su ambiente natural).

Las ninfas de la mantis fantasma nacen después de 6 semanas de incubación y, por lo general, de cada ooteca emergen entre 10 y 30 ninfas. Al nacer pueden ser de color oscuro, aunque tras unos días o semanas toman un tono negro brillante que puede variar con el tiempo según la humedad (como se explicó anteriormente).

Cuidados en cautiverio

Al ser una especie africana, la mantis fantasma tolera bien las altas temperaturas. Sin embargo, también puede soportar temperaturas bajas, aunque el estándar recomendado para su terrario no debe superar los 30 grados centígrados ni disminuir de los 18 grados centígrados.

La humedad del terrario en cautiverio debe ser del 60 %-70 % para los adultos. Por otro lado, las ninfas de esta especie de insectos requieren niveles más altos para facilitar sus mudas, por lo que se recomienda una humedad entre el 70 y el 80 % con el fin de evitar posibles muertes o deformaciones.

Este aspecto es indispensable para la muda del animal, ya que una humedad baja genera que la mantis fantasma no pueda despegarse de su antiguo exoesqueleto y pierda algunas extremidades. Por el contrario, una humedad demasiado alta (más del 90 %) hará que no pueda endurecer su nuevo exoesqueleto luego de mudar su piel y tenga problemas de salud en el futuro.

Por lo general, se recomienda contar con una pareja conformada por una hembra y un macho, cada uno alojado en un terrario de 35 centímetros de alto por 20 centímetros de ancho y 20 centímetros de profundidad. En el caso de las ninfas, pueden tenerse juntas en una misma instalación hasta que crezcan un poco, ya que el nivel de canibalismo no es muy alto.

La decoración del espacio requiere elementos como ramas, plantas secas o cualquier objeto que simule el bioma del bosque semiárido. En cuanto a la iluminación, esta especie no tiene grandes requisitos y la luz de una ventana cercana es más que suficiente.

Las mantis necesitan mucha ventilación para desarrollarse. Asegúrate de que la tapa del terrario tenga agujeros o una malla metálica.

Una mantis hoja sobre una hoja.

Como pudiste apreciar, la mantis fantasma es un curioso insecto que se ayuda de su camuflaje para sobrevivir. La temperatura, la humedad y la iluminación son aspectos importantes para su cuidado en cautiverio al igual que su alimentación, ya que determinarán su crecimiento con el paso del tiempo.


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