Los 3 tipos de caracoles más venenosos

Existen muchas especies de caracoles venenosos, algunos causan gran letalidad a los seres humanos. No obstante, sus toxinas también son aplicadas en la medicina.
Los 3 tipos de caracoles más venenosos
Georgelin Espinoza Medina

Escrito y verificado por la bióloga Georgelin Espinoza Medina.

Última actualización: 05 marzo, 2022

Existen variedad de animales productores de toxinas. Sin duda, los más conocidos son los reptiles, anfibios y artrópodos. No obstante, hay más organismos que producen estas sustancias, ciertos mamíferos, peces, moluscos, entre otros. En particular, en estos últimos, se encuentran algunos tipos de caracoles venenosos que generan moléculas variadas, complejas y con importantes aplicaciones en medicina.

Los caracoles más venenosos se encuentran dentro de la subfamilia Conoidea, un grupo muy vasto con 19 familias, 477 géneros y alrededor de 7000 especies. No todas son peligrosas para los seres humanos, sin embargo, hay algunos bastante tóxicos y letales. En este espacio te mencionamos a 3 grupos de caracoles venenosos, no te pierdas nada para que conozcas sus características y especies representativas.

Características de los caracoles venenosos (Conoidea)

Al igual que el resto de los caracoles, los conoideos presentan un cuerpo blando con una concha externa univalva, una cabeza bien diferenciada, con ojos y tentáculos. Además, un pie musculoso que usan para desplazarse. Se pueden encontrar en diversidad de hábitats marinos, desde los polos hasta los trópicos y a profundidades también variables.

Los conoideos son animales carnívoros y utilizan sus toxinas para la captura de las presas. Aunque también les sirve como mecanismo de defensa contra depredadores y el marcaje del territorio. Las presas son heterogéneas e incluyen a los gusanos, peces, crustáceos y otros moluscos (gastrópodos, bivalvos, cefalópodos).

Estos caracoles venenosos presentan una rádula modificada que emplean para alimentarse. Existen diferentes tipos de rádulas en el grupo, con base al alimento y la estrategia empleada para cazar, de igual manera diversa.

El aparato venenoso es interesante. Por lo general, consiste en una glándula venosa tubular y larga (también llamada conducto), que termina en un bulbo u órgano propulsor. Junto a la estructura radular forman un sofisticado y efectivo mecanismo de entrega del veneno.

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Tipos de caracoles venenosos

De acuerdo a la forma de la concha, podemos dividir a los conoideos en 3 tipos de caracoles venenosos. También corresponden a las familias más conocidas: Conidae, Terebridae y Turridae. A continuación describimos cada uno de ellos.

1. Caracoles cono (Conidae)

Como su nombre lo indica, las conchas de los cónidos presentan morfología cónica. Destacan por su belleza, con variedades de tamaños y colores. En este grupo tan llamativo se encuentran los más estudiados y que pueden producir toxinas letales para el ser humano, como algunos miembros del género Conus. Las características principales de ellos son:

  • Su tamaño es variable, con un máximo de alrededor de 20 centímetros, no obstante, la mayoría no mide más de 8 y pesa menos de 100 gramos.
  • Habitan en océanos tropicales y subtropicales. En diversidad de ambientes, por lo general, áreas de arrecifes coralinos y aguas poco profundas. Sin embargo, también pueden encontrarse en manglares o a alta mar, a mayores profundidades, sin sobrepasar los 400 metros.
  • Suelen ser solitarios. Durante el día se esconden en la arena, debajo de rocas o escombros y en la noche salen a cazar.
  • Por lo general, poseen dientes puntiagudos y huecos que sirven para inyectar las sustancias tóxicas. Al detectar a las presas extienden su probóscide y disparan como un arpón su armamento venenoso que paraliza a sus víctimas de manera veloz en un aproximado de 1 segundo.
  • El veneno de los conos se forma de péptidos pequeños, pero estables. Con base a la estructura que poseen se les llaman conotoxinas o conopétidos.
  • Las conotoxinas presentan una rápida difusión dentro del cuerpo de la víctima, gracias a su pequeño tamaño, incluso más pequeñas que las moléculas de otros animales venenosos.

El género Conus está integrado por 833 especies, de las cuales, las más peligrosas para el hombre son:

  • Cono de geografía (Conus geographus): Es considerado el caracol más peligroso del mundo, porque es el responsable de varias muertes humanas. Se estima que más del 55 % de las picaduras de esta especie pueden ser fatales para el hombre, no obstante, dichos encuentros son escasos. Es un ejemplar muy ágil, a pesar de su tamaño (entre 7 y 15 centímetros). Su estrategia de caza consiste en engullir a sus presas (peces pequeños) antes de inyectar el veneno. Habita en el trópico y sub-trópico.
  • Cono tulipa (Conus tulipa): otro ejemplar peligroso para el hombre. Habita en el Pacífico Indo-Occidental. Mide alrededor de 4,5 y 9,5 centímetros. Se alimenta de peces de pequeñas dimensiones. También engulle a sus presas antes de picar.

Al Conus geographus se le conoce también con el nombre de caracol cigarrillo. Esto se debe a la rapidez de difusión que posee su veneno, ya que tras picar a una persona solo da tiempo de fumarse un cigarro antes de morir, un dato increíble.

2. Caracoles de barrena (Terebridae)

Los caracoles de barrena también llevan su nombre por el aspecto de su concha. La familia incluye 533 especies que cada vez van adquiriendo mayor importancia de estudio, debido a las toxinas que producen y su empleo en la medicina. Algunos aspectos sobre ellos son:

  • Son abundantes y variables en cuanto a su anatomía, ya que algunos organismos del grupo carecen de glándula venenosa.
  • Presentan una concha alargada, con una forma de aguja alta que posee varios verticilos, por lo que son fáciles de distinguir.
  • Se pueden encontrar en ambientes arenosos y con barro. También a ciertas profundidades.
  • Se distribuyen en los océanos Pacífico y Atlántico.
  • Sus venenos presentan algunas similitudes con las conotoxinas. Sin embargo, son más grandes y complejos.

Entre las especies venenosas de caracoles de barrena tenemos:

  • Pellifronia jungi: molusco venenoso de concha alargada, de color marrón claro. Mide entre 2,5 y 5 centímetros. Se puede encontrar en el Pacífico y el mar de China oriental.
  • Terebra subulata: especie que llega a medir hasta 11,5 centímetros de largo. Su concha es color crema con manchas cuadradas y presenta 25 verticilos. Se alimenta de gusanos anélidos. Su veneno se caracteriza por ser inofensivo para los humanos. Se pueden encontrar en África, Madagascar, Hawái, Japón, Australia y la Polinesia oriental, en profundidades menores a 10 metros.
  • Hastula hactata: conocido con el nombre común de barrena brillante, gracias al aspecto resplandeciente. Se distribuye en el Atlántico occidental, desde Florida hasta Brasil.

3. Turridos (Turridae)

Los turridos corresponden a otro grupo importante de los conoideos. Son muy variables y han sufrido diferentes cambios de clasificación en las especies. Al principio, se trataba de un grupo muy numeroso, sin embargo, en la actualidad constan de 282 ejemplares. El género con mayor diversidad es Gemmula. Sus características son:

  • La forma de sus conchas es fusiforme, con verticilos alargados y cónicos.
  • Presentan tamaños pequeños a medianos. Por lo general, entre 0,3 y 5 centímetros.
  • Se pueden encontrar en todo el mundo, en aguas profundas entre 50 y 500 metros, lo que dificulta su estudio.
  • Son carnívoros, depredadores en su mayoría de diferentes tipos de gusanos marinos y emplean su aparato venenoso para cazar a sus presas.

Algunas de las especies de turridos son:

  • Cryptogemma periscelida o gema atlántica turrida: mide entre 2,5 a 5 centímetros, es de color pajizo, de aspecto elegante, gracias al esculpido de su concha. Habita en aguas del Atlántico, desde Carolina del Norte hasta Colombia.
  • Gemmula speciosa: especie que se encuentra en el Pacífico Indo-Occidental, en los mares de China, Japón, Filipinas, Arábigo y Papúa Nueva Guinea. Presenta gran tamaño, con relación a los otros miembros del grupo, ya que puede alcanzar hasta 8 centímetros de longitud. Su concha es blanco amarillento, con tonos marrones claro y ocres en las líneas espirales.

Los caracoles venenosos y su aplicación en medicina

A pesar de la letalidad de algunas especies para el ser humano, las toxinas de los cónidos presentan especial atención para los científicos, gracias a su efecto frente a enfermedades musculares y nerviosas. Para muchos expertos, estas moléculas son consideradas unas verdaderas joyas en la medicina, con usos prometedores en padecimientos como la atrofia muscular, el Parkinson, entre otros.

Existe en el mercado un fármaco derivado de una toxina de caracol, el Ziconotide. Proviene en específico de un cónido, el Conus magus. Es efectivo frente al tratamiento del dolor y fue aprobado desde el año 2004.

La variedad de moluscos productores de toxinas es asombrosa. Estos 3 tipos de caracoles más venenosos no son los únicos. Sin embargo, son los más conocidos y estudiados por el hombre, gracias a las aplicaciones de sus moléculas, unos verdaderos tesoros farmacológicos. Estas toxinas que les permiten obtener una ventaja ante la lentitud de sus movimientos. Así, con glándulas y estructuras sofisticadas logran sobrevivir en los vastos océanos.


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