¿Los gatos lloran?

La expresión de emociones es algo muy común en el reino animal, sobre todo cuando hablamos de mamíferos. Por ello, es común preguntarse: ¿los gatos lloran? Aquí te damos una respuesta.
¿Los gatos lloran?

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 05 agosto, 2020

A menudo, los tutores de gatos se sienten fascinados por sus hábitos independientes, su autonomía y su elegancia inusitada. Lejos de esta imagen externa, los felinos domésticos son seres muy sensibles, sobre todo ante cambios que fomentan el estrés y la ansiedad.

Es por esto que es normal preguntarse si los gatos lloran. Aquí tratamos de darte una respuesta ante esta cuestión tan difícil de abordar.

El llanto en el reino animal

Para descubrir si los gatos lloran, tenemos que circunscribir el fenómeno del llanto a un contexto psicológico. Este término hace referencia al vertido de lágrimas en relación a un estado emocional.

Se trata de un fenómeno motor complejo, caracterizado por la producción de líquido y su derrame mediante el aparato lagrimal, sin provocar ninguna irritación en las estructuras oculares. Se calcula que el ser humano, de media, llora entre una y cinco veces cada mes.

¿Lloran el resto de animales tal y como lo hacemos los seres humanos? La respuesta es no. El vertido de lágrimas es una estrategia evolutiva clara en la naturaleza y esta responde a ciertas razones. Te mostramos algunos ejemplos:

  • Los cocodrilos, por ejemplo, vierten lágrimas para evitar la sequedad ocular.
  • Las gaviotas también producen secreciones acuosas del lagrimal, pero estas corresponden a un mecanismo que trata de reducir el exceso de sal al tragar agua marina.
  • Un cuerpo extraño en el ojo de cualquier mamífero puede provocar la producción de lágrimas, lo que facilita su expulsión.

Como podemos ver, tanto las aves como los reptiles y los mamíferos son capaces de la producción de lágrimas. Lo que diferencia este proceso de cualquier tipo de llanto humano, es que no se ve vinculado a una respuesta emocional.

Un fotomontaje de un gato llorando.
El único lugar donde verás a un gato mostrar su tristeza con lágrimas es en imágenes retocadas.

¿Los gatos lloran?

Al igual que el resto de mamíferos, los gatos son capaces de producir lágrimas, pero estas responden a malestares fisiológicos y no a estados emocionales alterados. Algunas enfermedades que pueden producir estas secreciones son las siguientes:

  • La conjuntivitis felina puede causar un fenómeno de lagrimeo continuo (epifora).
  • Cuerpos extraños alojados en el ojo fomentan la producción de lágrimas para su expulsión.
  • Aplicación de agentes irritantes en la cara del animal.
  • Alergias.

Como podemos ver, son múltiples los casos en los que el lagrimeo es efectivo. En caso de que veas a tu gato “llorar”, quizá no debas de preocuparte desde un punto de vista psicológico, pero desde luego sí en uno médico. En cualquier caso, la visita al veterinario se hace esencial.

La ausencia de llanto no implica la falta de emociones

Que los gatos no lloren no significa que no se encuentren tristes. Las emociones primarias han sido demostradas en diversos grupos animales y la aflicción o tristeza es una de ellas.

Así pues, los gatos manifiestan su disconformidad y malestar con los maullidos y otras vocalizaciones. A diferencia de los seres humanos, los felinos comunican sus emociones mediante la utilización de su aparato fonador.

Por ejemplo, las crías, cuando son molestadas o tienen hambre y frío, emiten sonidos para llamar la atención de su madre. Algunos gatos pueden emitir sonidos cuando se producen cambios en la casa o se introduce en ella a un nuevo miembro que no conocen, pues de esta forma tratan de expresar su inconformidad.

También existen muchas otras manifestaciones fisiológicas de la tristeza y depresión en gatos. Entre algunos de los síntomas de este estado emocional alterado encontramos la falta de acicalamiento, apatía y disminución en las ganas de comer entre otros.

Los gatos no lloran.

Diversas manifestaciones, una misma emoción

Como hemos podido ver en estas líneas, los seres humanos somos los únicos animales capaces de demostrar la tristeza mediante la producción de lágrimas. Esto no quiere decir, en ningún caso, que los animales no sean capaces de sufrir y mostrar emociones negativas.

A la hora de ser tutores de cualquier tipo de mascota debemos de estar alerta a distintas señales fisiológicas del animal, pues estos suelen expresar su tristeza con la falta de ganas de comer, actividad reducida o caída de las plumas o pelaje.

En el caso de los gatos, los maullidos y otras vocalizaciones pueden darnos indicativos de en qué estado emocional se encuentra el felino, pero no son las únicas pistas.

Ciertos rasgos comportamentales, así como la colocación de las orejas o la disposición del pelaje, son buenas señales a tener en cuenta a la hora de medir el bienestar emocional del animal.

 

 


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