La historia de una bonita amistad entre un lobo y un oso

La historia de una bonita amistad entre un lobo y un oso
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 07 diciembre, 2017

En la mayoría de las ocasiones, cuando analizamos el reino animal, la realidad supera la ficción. A través de la red podemos ver muchos ejemplos de amistad entre animales de diferentes especies. Desde un cachorro de león y otro de perro jugueteando, un elefante bebé que corre al lado de una oveja o un perro que se divierte practicando natación junto a un verdadero especialista, un delfín.

Se han realizado estudios para determinar cómo se comunican, qué es lo que lleva a algunas especies a buscar la amistad con otras, y también a imitar el comportamiento de otras. Los animales, en definitiva, poseen habilidades que se consideraban hasta ahora más propias de los humanos. Desde recordar, emocionarse, e incluso tener un cierto sentido moral.

Comportamientos amistosos

Lobo el origen del perro

Está más que comprobado que los animales pueden convivir, y lo hacen habitualmente. Su comportamiento habitual es fruto de la empatía que sienten entre ellos, sean de la misma especie, o de especies diferentes. Hay, por ejemplo, casos de delfines que han ayudado a seres humanos a escapar de tiburones, y de elefantes que han prestado su auxilio a otros animales que se encontraban atrapados en la selva.

Sin embargo, a pesar de que la convivencia sea buena, es preciso tener precauciones con juntar en la convivencia a determinadas especies. Por ejemplo, la saliva y la mucosidad de un perro puede perjudicar la salud de aves. Hay otros casos en que las especies son tan similares que la empatía es la máxima. Pensemos, por ejemplo, en el caso de un gato y un conejo.

El lobo y el oso

Hay una bonita historia que circula por las redes, entre la amistad surgida de un lobo y un oso. Una loba gris y un oso pardo han sido vistos y grabados jugando como si fueran de la misma especie, y compartiendo comida durante muchos días. Con seguridad, su amistad viene de que los dos estarían solos cuando eran cachorros y el instinto de supervivencia los hizo aliarse.

Entre las especies más difíciles de convivir está exactamente este caso, el de lobos y osos, por lo que esta historia ha sorprendido mucho. El oso Lil nació en un zoo donde también vivía Tala, una loba. Los dos eran cachorros cuando empezaron a tomar contacto y únicamente se preocupaban en jugar, sin tener en cuenta que su amigo y compañero de juegos era de una especie diferente.

Al principio, ambos tenían un tamaño parecido, y la amistad era muy sencilla, pero poco a poco se fueron distanciando en su tamaño y el oso creció mucho más que la loba. ¿Qué ocurrió entonces? Que el tamaño no supuso ningún obstáculo entre ellos, y la amistad de la loba y el oso continuó de igual forma. Hoy en día, más de 6 años después, siguen siendo tan amigos como lo eran de pequeños.

El fotógrafo finlandés Lassi Rautianinen es el responsable de las fotos de esta historia. Cuando vio por primera vez a una hembra de lobo gris y un oso pardo le llamó tanto la atención que volvió durante 10 días más con su cámara al lugar. En este periodo pudo ver la forma en que ambos animales conviven juntos, comen juntos, juegan, se cuidan, y disfrutan de su vida en común.

¿Rasgo exclusivamente humano?

Autor: M.Campo
Autor: M.Campo

A pesar de que, a lo largo de los años, los biólogos y antropólogos han considerado la amistad como un rasgo exclusivamente humano, cada vez es más frecuente ver a animales de diferentes especies interactuar juntos. Hay quien dice que el hecho de que dos animales que habitualmente no se llevan bien convivan entre sí no es motivo suficiente para afirmar que existe una verdadera amistad.

Algunos expertos afirman que, para que pueda hablarse de amistad, tiene que haber reciprocidad entre ambos animales, ser sostenida en el tiempo, y producirse una modificación de conducta a causa de esta amistad.

Aunque muchos animales que sufren de estrés por estar en cautiverio suelen buscar consuelo de otros animales, aunque se trate de especies muy diferentes entre ellas, a veces la soledad en plena naturaleza o la necesidad provocan que surja una bonita amistad.


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