La esfinge de la muerte, la polilla más famosa del cine
La esfinge de la muerte (Acherontia atropos) tiene la peor reputación no solo de todas las polillas, sino de todos los lepidópteros. Esto se debe, principalmente, al patrón de cráneo de aspecto siniestro que le adorna.
Sumado a eso, posee unas bandas transversales negras y amarillas en el abdomen que asemejan a unas costillas. Por si fuera poco, las alas delanteras oscuras que en reposo cubren a cada lado del cuerpo como una capa. Por último, esta polilla emite un chirrido espeluznante cuando se altera. En conjunto, estos rasgos parecen suficientes para inspirar miedo en el público supersticioso, que la consideran un presagio de muerte y desolación.
La esfinge de la muerte tiene un nombre de miedo
Los lepidópteros no han sido inmunes a la apariencia de las polillas a la hora de recibir nombres. El nombre genérico Acherontia deriva de Aqueronte, el río del dolor en el inframundo, descrito por la mitología griega. Por otro lado, Átropos hace referencia a la mayor de las tres Moiras, hijas de Zeus. En la mitología griega, Átropos era quien elegía el mecanismo de la muerte y terminaba con la vida de cada mortal cortando su hebra con sus aborrecibles tijeras.
En la mitología moderna también destaca la esfinge de la muerte
La polilla Acherontia atropos es famosa porque fue uno de los insectos enviados por el conde Drácula a su esclavo Renfield. Esto en la clásica novela gótica de Bram Stoker.
Más recientemente, esta polilla alcanzó notoriedad por su papel en el libro de Thomas Harris, El silencio de los corderos, en el que el asesino colocó una pupa de esta especie en la boca de cada una de sus víctimas.
La realidad supera a la ficción
Cabe señalar, que los hechos biológicos asociados con estas polillas son quizás más extraños que la ficción. Existen registros comprobados de la esfinge de la muerte visitando flores para obtener néctar.
También hay un registro de la polilla perforando fruta y alimentándose de la savia que emana de los árboles heridos. Sin embargo, el género es famoso por un síndrome de alimentación de adultos completamente diferente y único: atacar colonias de abejas y robar su miel.
Para efectuar este robo, la esfinge de la muerte adulta posee numerosas adaptaciones que le permiten sobrevivir a lo que parece ser un estilo de vida suicida.
- Sus patas son cortas y gruesas, con garras bien desarrolladas, para facilitar el movimiento entre las celdas.
- El cuerpo está muy esclerotizado y cubierto de escamas densas para proteger contra los ataques punzantes de las abejas obreras.
- Además, la polilla parece tener cierta resistencia al veneno de abejas.
- Finalmente, en lugar de ser largo y delgado, la trompa de la esfinge de la muerte es corta, robusta y puntiaguda para permitir que atraviese las celdas de miel tapadas y que absorba la miel viscosa.
La esfinge de la muerte también intimida o hipnotiza con sus chirridos
El adulto de la esfinge de la muerte puede emitir ruidos fuertes, un comportamiento comúnmente conocido como “chirrido”. Ciertamente, las polillas chirrían ruidosamente cuando son molestadas o manipuladas, pero también hacen estos ruidos continuamente cuando ataca las colonias de abejas melíferas.
Estos chillidos tienen cierta similitud con los sonidos producidos por las abejas reina. Se cree que los sonidos, transmitidos como vibraciones a través del panal, provocan una respuesta de congelación en las abejas obreras. Esto ha llevado a la conjetura de que los adultos de la esfinge de la muerte imitan acústicamente a la abeja reina y calman a las abejas obreras induciendo esta reacción de congelación.
Una vez allí, su cuerno corto y sólido perfora fácilmente las celdas llenas. Sin embargo, ocasionalmente, atiborrada de miel, se encuentra incapaz de salir por la entrada estrecha. Así, que termina sofocada por una banda de abejas furiosas. En tales casos, las abejas cubren el cuerpo con propóleos, una dulce muerte.
Definitivamente, la esfinge de la muerte causa daños suficientes dentro de las colmenas de abejas para ser considerado una plaga apícola importante. Esta especie es considerada una amenaza en países tan diversos como Italia, Arabia Saudita y Sudáfrica.
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