La educación del gato Devon rex

Su característico pelaje, y su actitud afable y dinámica, son los atributos que mejor definen a la raza Devon rex, ideal para los que busquen la complicidad propia de los perros junto con la independencia distintiva de los felinos.

Aparición y perpetuación de la raza

El origen de esta raza se remonta a 1960, año en el que un gato montés de pelo rizado procedente del condado de Devon, Inglaterra, se apareó con una gata tricolor que dio a luz a un macho de pelo rizado.

Dicho gato tenía como peculiaridad la presencia de un gen recesivo, responsable de que tras el cruce con una gata de raza Cornish rex de pelo rizado, y también portadora de un gen recesivo, naciera una camada de pelo liso.

La explicación biológica de este tipo de pelo se debía a que tanto el gen recesivo presente en el gato de Devon como el portado por la gata Cornish rex codificaban para un pelaje liso. Así, para poder perpetuar la carga genética homocigótica recesiva presente en dichos descendientes se llevaron a cabo sucesivos cruces entre ellos, lo que generó la aparición de una enfermedad mortal hereditaria denominada spasticity.

Una década después, estos gatos se reconocieron oficialmente como raza Devon rex y, gracias al esfuerzo de selección realizado por sus criadores, se ha conseguido controlar la enfermedad que lo caracterizaba.

Características, cuidados y educación del gato Devon rex

El gato Devon rex destaca por su carácter activo y travieso. Es muy sociable, incluso con otros animales como los perros y, por ello, les afecta considerablemente la soledad prolongada.

Debido a su inteligencia y al continuo afecto que demuestran a sus dueños, suelen ser fácilmente educados para pasear con arneses o correas en espacios abiertos. Además, también son hábiles a la hora de aprender juegos como atrapar y devolver juguetes, o incluso memorizar órdenes como si de un can se tratase.

La clave de su entrenamiento es el afecto y la paciencia, pues a pesar de su astucia y agilidad física y mental, siguen teniendo parte del carácter independiente que define a los felinos. Por ello, los expertos recomiendan fomentar su socialización: hay que interactuar con visitas ajenas al núcleo familiar o, incluso, con otras mascotas.

Por otra parte, dada su naturaleza inquieta y juguetona es conveniente contar con artilugios como los denominados árboles o rascadores para gatos que les permitan descargar la actividad que demandan.

En lo que respecta a los cuidados necesarios, el pelaje de la raza Devon rex apenas requiere cepillado. De hecho, este solo debe llevarse a cabo con cepillos de goma que ayuden a retirar el pelo muerto de una forma muy superficial.

La elevada transpiración corporal de estos gatos produce un exceso de grasa que, de acumularse, podría causarle infecciones cutáneas por hongos. Por ello, deben ser lavados de forma frecuente usando geles neutros especiales. Además, su tendencia a producir cerumen supone una mayor dedicación tanto en frecuencia como en exhaustividad a la hora de limpiar sus oídos.

Debido a su carácter dinámico y enérgico, el gato Devon rex suele tener buen apetito. Así, los dueños tienen que controlar tanto las raciones como el tipo de pienso: siempre hay que aquellos que tengan un mayor porcentaje proteico, que minimice el riesgo de sobrepeso.

Algunos de los indicadores que pueden ayudar a confirmar un buen estado de salud son un peso comprendido entre los tres y los cinco kilogramos, un pelaje lustroso que mude de manera uniforme en primavera y otoño y, sobre todo, un carácter activo y sociable.

La elección de este felino como animal de compañía puede ser una acertada opción para aquellas familias con niños que busquen el afecto propio de un can junto con la independencia que caracteriza a los gatos. No obstante, siempre habrá que tener presentes los cuidados en cuanto a pelaje, nutrición y compañía que esta raza demanda.