La avispa africana: comportamiento y hábitat

Este pequeño insecto es muy agresivo pero resulta beneficioso para la naturaleza, ya que actúa como polinizador.

Escrito y verificado por la bióloga Elsa M. de Arribas.

Última actualización: 01 junio, 2022

La avispa africana, erróneamente llamada así, es un híbrido entre dos especies de abejas. Forma parte del orden Hymenoptera, en el que se encuentran las abejas, hormigas y la gran familia de las avispas.

Características físicas de la avispa africana

La avispa africana es en realidad un insecto híbrido procedente de la unión espontánea entre abejas domésticas de Brasil y de Tanzania. Por ende, posee características muy similares a las abejas.

Fue en el año 1956 cuando se llevaron abejas de Tanzania (Apis mellifera scutellata) a Brasil para incrementar la producción de miel. Para ello, querían cruzar estas abejas con abejas nativas de Brasil y desarrollar una mejora genética.

Sin embargo, algunas de las abejas de Tanzania se escaparon y se cruzaron con abejas domésticas de la región. Este fue el preludio a su expansión por todo el continente americano.

Estas avispas son capaces de recorrer hasta 300 km en un año, y fueron detectadas en Estados Unidos en el año 1985. Aunque se ha seguido propagando, prefiere las regiones de clima cálido, quedándose en los estados del sur.

El cuerpo de este insecto, con forma ovalada, tiene una longitud que varía entre 1 y 1,5 cm. En comparación con las abejas comunes, su tamaño es ligeramente superior.

Tienen una tonalidad característica, un color amarillo que está acompañado de bandas negras o marrón oscuro. Otra característica curiosa es el número de individuos que integran el enjambre. Este puede estar formado hasta por un total de 2000 ejemplares. Esto, junto con la agresividad que se ha observado en la especie, la hace mucho más peligrosa que otras.

Comportamiento de la avispa africana

La avispa africana es el resultado del cruce entre abejas con un carácter agresivo. Se le ha dado el nombre de abeja asesina debido a su comportamiento peligroso.

Este insecto se caracteriza por ser muy dominante y territorial, si se siente amenazado, ataca. Además, el gran tamaño del enjambre incrementa el riesgo de ser atacado. Es por esta razón que es importante no invadir su territorio, ya que podrían sentirse amenazadas.

Su picadura se caracteriza por provocar dolor e hinchazón. Debido a lo peligrosa que puede ser, se recomienda recibir atención médica lo antes posible. La picadura de esta avispa puede provocar un shock anafiláctico y la muerte de una persona.

Estas avispas se sienten amenazadas fácilmente, simplemente con percibir un ruido fuerte o luz intensa. La respuesta defensiva la realiza todo el enjambre, que llega a alejarse hasta 900 metros del nido. 

¿Qué hacer si se encuentra un nido?

Si se diera la casualidad de encontrar un nido de avispa, hay que tener en cuenta una serie de consejos:

• No acercarse al nido de estos insectos. Si ya se está próximo al mismo, nunca hay que intentar moverlo.
• En el caso de que el enjambre ataque, se aconseja cubrirse la cabeza y el resto del cuerpo.
• Se aconseja ir a un área donde las avispas se queden fuera o donde se desorienten.
• Aunque por instinto se agiten los brazos para alejarlas, nunca ha de hacerse esto, ya que pueden volverse más agresivas.
• Si se va a pasear por una zona donde se encuentren presentes estas avispas, ir siempre lo más tapado posible y sin perturbar la naturaleza. 

Hábitat de la avispa africana

Pese a recibir el nombre de avispa africana, se encuentra en numerosos territorios, pero no en África. Desde América Central y del Sur, así como en algunas poblaciones de Estados Unidos.

Por otro lado, este insecto se ha localizado en algunos países europeos, siendo España uno de ellos. Su alimentación es muy similar a la de la abeja, ya que consumen agua, néctar y polen. 

Además, la avispa africana puede alimentarse de resina, que les aporta nutrientes necesarios para su crecimiento y supervivencia. Así mismo, la utilizan como material de construcción de su nido, sellando agujeros y protegiéndose así de depredadores.

Esta especie ha conseguido adaptarse a lugares expuestos, donde las abejas no suelen situar su nido. Entre esos espacios se encuentran ramas de los árboles, agujeros de ventanas o ambientes muy húmedos.

Pese a que esta especie sea particularmente agresiva, también ha heredado los rasgos dominantes de las abejas. Estos son la capacidad de polinizar y elaborar miel.