Es común dentro del imaginario popular relacionar los perros con el consumo de huesos, y es que estos en realidad parecen disfrutarlos mucho.
Sin embargo, hay posturas encontradas sobre esto, donde se oponen no solo veterinarios, sino también especialistas en alimentación canina. Así que profundizaremos un poco en el tema de los huesos para perros y lo buenos o malos que resultan para ellos.
Una de las preguntas más frecuentes al veterinario es si es recomendable dar huesos a los perros, pues muchos dueños piensan que esto es bueno para ellos, en especial fundamentados en la cantidad de caricaturas e ideas preconcebidas que existen al respecto.
Sin embargo muchos veterinarios están en contra de esta práctica.
Si bien los que están en la postura que se muestra radicalmente en contra de proporcionarle huesos a los perros reconocen que a estos les encantan, se considera como un acto de absoluta irresponsabilidad.
Esta postura no se orienta en que comerse un hueso les haga daño, sino que tiene en cuenta las posibles complicaciones que se derivan del consumo continuo de huesos.
Por ejemplo, una de las razones más frecuentes de visitas al veterinario está relacionada con la peritonitis causada por la perforación de un trozo de hueso en los intestinos del animal, la asfixia producto del atascamiento de huesos en la garganta, sin contar con las múltiples cirugías que se deben hacer a diario para extraer huesos atascados en el tracto digestivo.
Muchos especialistas creen que es una forma innecesaria de exponer la vida del can, debido a las delicadas consecuencias que se deben afrontar en caso de que algo salga mal con el consumo de huesos.
Sin embargo otro grupo de especialistas defiende el consumo de huesos, pues estos son una fuente importante de proteínas.
Igualmente, si el perro estuviese en un entorno salvaje cazaría animales para alimentarse y los devoraría, incluyendo los huesos, así que está bien que los consuman.
Eso sí, algo en lo que ambos grupos coinciden es que se debe ser muy cuidadoso con la clase de huesos que se le dan.
En general, procura evitar los huesos pequeños y afilados, como pueden ser los huesos de pollo o las espinas de pescado, pues estos puedes producir con mayor facilidad alguna de las infortunadas situaciones que exponíamos anteriormente.
Huesos de carnaza
Una de las alternativas saludables al consumo de huesos normales es la de huesos de carnaza, que es un pellejo de vaca endurecido y ligeramente graso. Esta es una buena opción que también ayuda al cuidado de los dientes del can.
No obstante, algunos veterinarios sostienen que esta clase de huesos tampoco son buenos para los perros, en especial para los pequeños, pues al tener un intestino corto, la carnaza suele quedarse pegada en las paredes y produce dolorosas obstrucciones.
Se recomienda no exceder el consumo de carnaza, siendo mejor que se use como premio solo una vez por semana. Recuerda que para fines de entrenamiento o para mantener entretenido a tu can es mejor que consideres otro tipo de estrategias.
Galletas integrales y snacks
En el mercado puedes encontrar una gran variedad de productos especializados en el cuidado de dientes, encías y tracto digestivo de tu perro.
Entre estos se encuentran unas deliciosas galletas integrales que son altas en fibra y pueden brindarle a tu cachorro, además de buenos momentos de diversión, un buen contenido nutricional.
Igualmente, al tener un contenido en fibra alto además le ayudas a un correcto funcionamiento del tracto digestivo.
La ventaja de esta clase de snacks, en especial cuando son bajos en grasa, es que se los puedes dar a tu can varias veces al día, lo que es importante en especial en los momentos cruciales del entrenamiento.
La idea es que busques un equilibrio entre lo que le gusta a tu perro y lo que es saludable para él. De esta manera podrás consentir a tu querida mascota de una forma responsable.
Imagen destacada cortesía de Analiz Villegas.