Aunque parezcan animales más simples morfológicamente que un perro y un gato, los peces también son hospedadores de condiciones parasíticas, bacterianas y fúngicas y proclives a presentar enfermedades a largo plazo. Es obligación de todo poseedor de un acuario conocer los tipos de hongos en peces, sus síntomas y tratamientos, con el fin de solucionar toda patología del tanque.
Las lesiones provocadas por hongos en peces suelen presentarse en forma de descamación, podredumbre de las aletas, masas algodonosas a nivel ocular y otras muchas cosas más. A su vez, estos signos clínicos son indicativos de que la calidad del agua no es adecuada o de que los animales están estresados. Si quieres saber más sobre el tema, sigue leyendo.
¿Qué son los hongos en peces?
El reino Fungi engloba a un grupo de seres vivos que “caen” entre medias de las plantas (Plantae) y los animales (Animalia). Los mohos, levaduras y organismos productores de setas son heterótrofos, así que obtienen la energía de la materia orgánica del medio y no son capaces de sintetizarla por sí solos, a diferencia de las plantas. Por ello, no se pueden agrupar con ellas.
Por otro lado, las células de los hongos están rodeadas de una pared celular de quitina, a diferencia de los cuerpos celulares de los animales, que solo presentan una membrana plasmática que los delimita del medio. Aunque no sean ni animales ni plantas, los hongos se encuentran filogenéticamente más cercanos al primer grupo.
Como los representantes del reino Fungi son heterótrofos, necesitan fuentes de materia orgánica para nutrirse y crecer. Algunos la obtienen de los ciclos de descomposición de los suelos, pero otros, los dermatófitos, se adhieren a la piel de los vertebrados para buscar queratina (queratinofílicos) y destruirla (queratinolíticos), convirtiéndose así en patógenos.
Aunque los peces no presenten queratina en sus escamas —están compuestas de dentina— también pueden sufrir un proceso similar, en el que una especie fúngica se asienta en la piel y destruye el entorno, con el fin de nutrirse. Los organismos que provocan estos cuadros son los que conocemos a día de hoy como “hongos en peces”.
Los hongos en peces se adhieren a su superficie corporal y destruyen estructuras, con el fin de obtener materia orgánica que metabolizar y seguir creciendo.
Tipos de hongos en peces
A día de hoy, estudios estiman que existen hasta 5,1 millones de especies fúngicas, si bien muy pocas de ellas han sido descubiertas. Es posible que algunos tipos de hongos en peces ni siquiera se hayan descrito, pero en las siguientes líneas, te contamos los más importantes que se conocen. No te lo pierdas.
Saprolegnia (saprolegniasis)
Saprolegnia es un género de hongos saprófitos y parasitoides. Esto quiere decir que pueden alimentarse de células muertas del animal sin provocar daños, o en su defecto, son capaces de instalarse en las agallas de los peces y comenzar a provocar un cuadro invasivo. Este último escenario da lugar a una micosis.
Este género es uno de los más problemáticos en la piscicultura y acuariofilia por igual, sobre todo cuando las temperaturas del agua bajan de los 15 ºC o los peces están inmunocomprometidos por malas condiciones del acuario. Las lesiones de la saprolegniasis se presentan como heridas algodonosas radiales.
Este género aguanta bien temperaturas que van de los 3 ºC a los 33 ºC. Por ello, es muy común en los acuarios tropicales.
Achyla
Achyla es un género de oomicetos, también conocidos como mohos del agua o water molds. Estos hongos se enquistan en la boca del animal y producen zoosporas, que a su vez provocan los síntomas de la infección secundaria. A pesar de que se han registrado diversos cuadros de especies de Achyla parasitando peces, no hay un cuadro clínico estándar como en el caso de la saprolegniasis.
Aphanomyces invadans (síndrome ulcerativo epizoótico EUS)
El síndrome ulcerativo epizoótico es de gran importancia en la piscicultura, ya que provoca pérdidas importantes en piscifactorías naturalizadas. Esta condición es provocada por Aphanomyces invadans, otro hongo acuático, que esta vez se presenta en los peces con lesiones ulcerativas necrotizadas y respuestas granulomatosas.
Branchiomyces (branquiomicosis)
Este género de hongos es otro de los más conocidos en el mundo de la acuariofilia, ya que provoca el famoso y temido gill rot. Estos patógenos invaden las branquias del animal, provocando en él síntomas de distrés respiratorio. La muerte llega en menos de 48 horas, con una tasa de hasta el 50 % de los afectados.
Ichthyophonus hoferi
Ichthyophonus hoferi es un protista unicelular que parasita peces de agua dulce y salada. En estos animales, provoca granulomatosis crónicas y sistémicas. También puede causar daños en el sistema nervioso del hospedador, lo que se traduce también en un nado errático y atípico.
Síntomas de hongos en peces
Dependiendo del género que parasite al animal, los síntomas pueden ser muy diferentes. De todas formas, la mayoría de lesiones fúngicas en el acuario doméstico son causadas por el género Saprolegnia, así que nos centraremos en esta patología. Algunos de sus signos clínicos más comunes son los siguientes:
- El pez comienza a desarrollar lesiones blanquecinas y algodonosas en parches. Estas se encuentran en la piel y en las agallas y tienen una disposición radial muy bien circunscrita.
- A medida que el micelio del hongo crece, las lesiones se tornan marronáceas, pues atrapan lodo o limo del entorno.
- El animal infectado también presentará despigmentación dérmica, apatía generalizada y falta de ganas de comer. Si no se trata, acabará muriendo a manos del hongo.
Si nos fijamos en otros cuadros, también es común ver al animal cogiendo aire fuera del agua (branquiomicosis) o con lesiones granulomatosas rojizas (infección por Ichthyophonus). En general, las manifestaciones iniciales suelen tener lugar en la superficie de las escamas y luego evolucionan a síntomas sistémicos más difusos.
Tratamientos posibles
Algunas de las patologías aquí citadas no tienen cura, mientras que otras se pueden abordar con medicación genérica en venta en cualquier punto de venta de acuarios. De todas formas, es muy difícil que des con el diagnóstico adecuado por tu propia cuenta, así que lo mejor siempre será acudir a un veterinario especializado o a un profesional en el mundo de la acuariofilia.
Más allá del patógeno, puede ser útil seguir un protocolo estandarizado. Si has notado hongos en los peces de tu acuario, sigue los siguientes pasos con presteza:
- Cambia, al menos, un 50 % del agua antes de iniciar el tratamiento. Naturalmente, todo agua que adiciones debe estar pretratada con productos que le quiten el cloro y estabilicen sus valores.
- Adapta la temperatura del tanque según el patógeno, y si es posible, auméntala 2 o 3 grados más. Si los límites fisiológicos de la especie de pez te lo permiten, las temperaturas altas pueden hacer que el patógeno muera o entre en un estado de quiescencia, en el que no se reproduce.
- Baña a los peces afectados en soluciones salinas (1 cucharada de sal por litro de agua) durante 15-30 minutos. Esto debe hacerse fuera del acuario, en un recipiente aparte. Las soluciones de permanganato potásico (1 gramo por 100 mililitros de agua) durante 30 minutos también son una buena opción.
- Compra medicamentos genéricos para tratar el acuario entero, siempre quitando el filtro de carbón antes de comenzar. SERA baktopur® y Tetra fungistop® son algunos de los más conocidos.
- Una vez termine el tratamiento, limpia los filtros, la grava, las plantas y toda la decoración de la pecera. Solo así te librarás de posibles esporas y remanentes del patógeno.
No te recomendamos bajo ningún concepto que busques remedios caseros para tratar las infecciones. Lo máximo que puedes hacer sin atención profesional es realizar baños salinos o aumentar la temperatura del acuario, pero incluso estas actividades reportan ciertos riesgos en la salud del animal. Busca un tratamiento recomendado por veterinarios y no experimentes por tu cuenta.
Si se estresa demasiado a los peces o se adicionan sales al acuario en las proporciones erróneas, solo se acelerará la muerte de los animales infectados.
Prevención y recomendaciones finales
Como habrás podido comprobar, muchas de estas especies fúngicas son saprófitas y se tornan patogénicas cuando el sistema inmunitario del animal está dañado. Por ello, la mejor prevención para evitar hongos en peces siempre es cuidar a los animales. Esto pasa por mantener los parámetros del agua estables, no estresarlos de más, realizar los cambios de agua con cabeza y evitar la sobrepoblación.
Si mantienes estas constantes en un rango adecuado, no tienen por qué aparecer estos patógenos en tu acuario. Además, también te recomendamos que pongas en cuarentena a todo pez nuevo durante una semana en un tanque separado antes de adicionarlo al acuario principal. Solo así evitarás cuadros infectivos que vengan de fuera.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Saprolegniasis, Texas a Grilllife extension. Recogido a 21 de junio https://fisheries.tamu.edu/2020/01/24/saprolegniasis/
- González-de-Canales, M. L., Ortiz, J. B., González-Valle, M., & Sarasquete, C. (2001). Saprolegniasis in wild fish populations. Ciencias Marinas, 27(1), 125-137.
- Ilondu, E. M., Arimoro, F. O., & Sodje, A. P. (2009). The use of aqueous extracts of Vernonia amygdalina in the control of saprolegniasis in Clarias gariepinus, a freshwater fish. African Journal of Biotechnology, 8(24).
- Yanong, R. P. (2003). Fungal diseases of fish. Veterinary Clinics: Exotic Animal Practice, 6(2), 377-400.
- Khoo, L. (2000, April). Fungal diseases in fish. In Seminars in Avian and exotic pet medicine (Vol. 9, No. 2, pp. 102-111). WB Saunders.