Los gatos pueden sufrir enfermedades poco conocidas, como la hernia diafragmática. Aunque su nombre impone respeto, es conveniente conocer cuáles son los síntomas de esta patología, qué la ocasiona y qué hacer en esta situación si se presenta en un felino doméstico.
Como ante toda condición, la mejor opción es acudir al veterinario con presteza en cuanto detectes alguna anomalía en la mascota. En muchos casos, unas pocas horas pueden suponer la diferencia entre una anécdota y un cuadro grave. Con base en esta premisa, a continuación te contamos todo lo que debes saber sobre la hernia diafragmática en gatos.
¿Qué es una hernia diafragmática?
En primer lugar, una hernia hace referencia a un saco formado en el peritoneo, la membrana que reviste la cavidad abdominal. Este pasa a través de la fascia —capa fuerte de la pared abdominal que rodea el músculo— por un agujero o área débil de la misma.
Un tipo de hernia es la hernia diafragmática, que puede ser una anomalía congénita o traumática. Por otra parte, dentro de las anomalías pericárdicas congénitas más comunes en gatos y perros, se encuentra la hernia diafragmática peritoneo-pericárdica.
La hernia diafragmática peritoneo-pericárdica es la anomalía más común en el gato y en el perro. En esta condición clínica, se genera una comunicación duradera entre las cavidad pericárdica y las del peritoneo.
La primera corresponde a la membrana que recubre el tracto abdominal y las vísceras, mientras que la segunda es la membrana que rodea el corazón. La gravedad de esta patología depende de los órganos que se vean comprometidos, aunque los más frecuentemente afectados son el hígado y la vesícula biliar.
¿Cuáles son las causas de esta patología?
En los gatos, la hernia suele ser causada por un traumatismo, ya sea debido a un accidente de coche o caídas desde una superficie a gran altura. El traumatismo también puede provocar fracturas de costilla, laceraciones y hematomas pulmonares.
Esto es debido a que el contenido abdominal invade el tórax y puede provocar alteraciones en el pulmón y el corazón. En cuanto a las manifestaciones digestivas causadas por la hernia diafragmática, son menores.
¿Cuáles son los síntomas de la hernia diafragmática?
El principal síntoma de una hernia diafragmática es la dificultad respiratoria. En concreto, esta patología está relacionada con problemas respiratorios, ya que al animal le resulta complicado expandir los pulmones para poder inspirar. Entre los signos clínicos más comunes, se observan los siguientes:
- Problemas para respirar.
- Respiración rápida y superficial.
- Necesidad de respirar. El animal fuerza su postura y extiende la cabeza y el cuello.
De todas formas, es necesario destacar que los síntomas varían según la gravedad de la hernia y de la cantidad de material abdominal presente en el tórax. Entre otros de los signos más comunes, destacan la tos, disnea y estertores.
Si el contenido del tórax se ha alojado también en el hígado, esta condición puede derivar en ictericia. Además, la ictericia —coloración amarillenta de la piel y mucosas por aumento de la bilirrubina en sangre— suele ir acompañada de insuficiencia hepática.
En los casos más graves o de naturaleza crónica se han manifestado problemas de vómitos y regurgitación en el animal. También se puede detectar disfagia, una clara dificultad para tragar.
¿Cómo se diagnostica y se trata la hernia diafragmática?
Para confirmar el diagnóstico, es necesario realizar radiografías de tórax. Este tipo de prueba clínica también permite detectar la presencia de cualquier otra anomalía en el gato.
Al realizar la radiografía, si el animal está sano, se observará la silueta del corazón y los pulmones. Si hay una hernia, se detecta el desplazamiento de los espacios pulmonares y el contenido abdominal dentro de la cavidad torácica. Además, se pierde la silueta del corazón y la línea diafragmática.
Asimismo, el veterinario puede decidir completar el diagnóstico realizando otras pruebas de diagnóstico por imagen. Entre ellas, encontramos las siguientes:
- Ecografía abdominal y ecología torácica.
- Radiografía con contraste.
- Tomografía computarizada.
La única forma de solucionar la hernia diafragmática en gatos es la cirugía. Para ello, el animal debe recibir anestesia general, por lo que tiene que estar estable. La intervención devuelve los órganos abdominales al abdomen y se sutura el desgarro del diafragma. Si se ha acumulado aire, líquido o sangre en la cavidad torácica, se colocará un tubo para su extracción.
Es bastante probable que la operación sea realizada por un cirujano veterinario, pues no se trata de una tarea de atención primaria.
Una vez realizada la cirugía, el animal necesitaría permanecer hospitalizado por un corto periodo de tiempo. De esta manera, podrá controlarse el dolor y tranquilizar al animal. La tasa de éxito de este tipo de cirugía es elevada y la recuperación del animal es completa, no obstante, las lesiones que padezca influirá en el resultado de la operación.
Ante cualquier síntoma o comportamiento extraño detectado en el gato, es necesario acudir a un especialista. Sólo él podrá determinar qué le ocurre al animal y cómo solucionarlo.
Bibliografía
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Hernia Diafragmatica | Vets. https://www.affinity-petcare.com/veterinary/patologias/hernia-diafragmatica.
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Hernia Diafragmática | American College of Veterinary Surgeons - ACVS. https://www.acvs.org/small-animal-es/diaphragmatic-hernia.