Los sonidos emitidos por los animales son más o menos conocidos según los casos. En los perros, gatos y otros animales domésticos es fácil identificar estos sonidos. Pero…¿qué ocurre en otros animales como el elefante y la jirafa?
El barrito del elefante
Los elefantes barritan, pues así se llama el sonido que emiten. Su trompa juega un papel muy importante a lo largo de su vida. Está constituida por el labio superior y la nariz, ubicando las fosas nasales en el interior.
A modo de comparativa, los seres humanos tenemos en nuestro organismo unos 650 músculos aproximadamente. Bien, pues, sólo la trompa del elefante tiene cerca de 100.000 músculos o micro músculos, lo que le permite oler, respirar, alimentarse, beber, asearse, coger todo tipo de alimentos y elementos y emitir sonidos. Los elefantes asiáticos tienen una protuberancia del tamaño de un dedo humano en el extremo de la trompa que les permite agarrar objetos pequeños, mientras que los africanos tienen dos de estos apéndices.
Muchos sonidos diferentes
Aunque en apariencia los paquidermos puedan resultar animales grandes, serenos y muy silenciosos, la verdad es que emiten muchos sonidos diferentes, expresando todo tipo de emociones. El que más se conoce es el barrito, que emiten cuando están asustados o enfadados.
También producen sonidos de baja intensidad, incluso imperceptibles para nosotros los humanos, que utilizan para comunicarse con otros animales de su especie que pueden estar situados a varios kilómetros de distancia. La transmisión de estos sonidos se realiza por el aire y también por el suelo, pudiendo ser detectados con las patas antes de llegar al oído del elefante.
¿Las jirafas emiten sonidos?
Todos los animales lo hacen. En el caso de la jirafa el sonido se llama gemido, y lo utilizan para comunicarse entre ellas a través de notas de muy baja intensidad. Las jirafas son animales tranquilos y su comunicación se produce, en su mayor parte, a través de un lenguaje no verbal.
A pesar de esta interesante vida gestual para la comunicación, las jirafas sí emiten ruidos, tanto en su vida en libertad como cuando están en cautiverio. Estos sonidos sobre todo se pueden reconocer en la época de apareamiento y reproducción.
Los machos harán un sonido muy parecido a la tos humana con el fin de atraer la atención de las hembras. Las hembras hacen sonidos muy bajos para comunicarse con sus crías, como si fuera un silbido permanente.
A pesar de estos avances en la investigación, las vocalizaciones de las jirafas son aún algo por descifrar. Se conocen los sonidos citados, pero también se descubre cada vez más un sistema que permite a las jirafas comunicarse eficazmente entre ellas a muchos niveles. Como decimos, este lenguaje no verbal tiene dos significados básicos: si se produce entre machos suele servir para demostrar quién es el más fuerte. Si es entre macho y hembra es un ritual de cortejo.
Sonidos de alerta
Es frecuente escuchar los gruñidos emitidos por las jirafas cuando perciben una situación de peligro, o bien para protegerse en la manada. Las hembras son muy protectoras con sus crías y se ponen muy nerviosas si otras hembras de la manada toman gran interés en sus crías.
Los sonidos de las jirafas hembra también sirven para regañar a sus crías y redirigirlas hacia la manada, de forma que no sean un blanco fácil para los muchos depredadores. Si se escucha bien, podemos distinguir una especie de murmullo, como si fuera una leve canción de meditación, aunque es de baja intensidad.
Otro sonido que se ha descubierto en las jirafas es uno que se emite de forma pasiva, como si roncaran mientras duermen; una posibilidad de estos suaves ronquidos es que lo usen para comunicarse en la oscuridad de la noche, cuando su aspecto visual disminuye mucho. Este tipo de sonido no se emite por el día. Los cuidadores de los zoológicos, por ejemplo, aseguran que nunca han escuchado este tipo de sonidos a lo largo del día.
Algunos expertos aseguran que las jirafas no poseen cuerdas vocales, y por ello sus sonidos son infrasónicos, emitidos gracias a sus grandes pulmones, que les sirve para comunicarse, desde gemidos leves, quejidos, etc. Las crías emiten una especie de chillido que sirve para que sus progenitores les presten atención.