El beauceron: origen y comportamiento
El beauceron es una raza peculiar mucho más conocida en su región de origen que en el resto del mundo. Aun así, este can gigante de aspecto rústico es una raza trabajadora y útil en muchas tareas. Su nombre deriva de la zona rural La Beauce, ubicada en el suroeste de Paris, Francia.
Se infiere como una estirpe antigua y muy tradicional de ciertas regiones francesas, aunque se desconoce su historia más remota. Sus registros se remontan al año 1560, cuando se evidencian las habilidades de este perro como pastor y otros trabajos rurales que requerían resistencia y fortaleza.
Fue destinado a labores militares a raíz de la Segunda Guerra Mundial para trasladar heridos, detectar minas y explosivos. También le empleaban para llevar mensajes codificados al frente de batalla. Gracias a sus aptitudes, en el presente se le utiliza en los cuerpos de seguridad como perro policía.
Recientemente no existía un patrón definido de esta raza y se incluían a los de pelaje largo y corto, los de color gris, los leonados y los negros en el mismo grupo. Ya en el siglo XX se determinan las características anatómicas que identifican al beauceron de la actualidad.
Comportamiento afable del beauceron
En esencia, el beauceron es un perro equilibrado y tenaz que se muestra reservado con los desconocidos y celoso de su casa y familia humana, lo que le condiciona a ser un excelente guardián. Es un can fuerte, muy activo y valiente, así como inteligente y determinado. No suelen ser agresivos y, aunque ladren a los intrusos, resultan ser muy nobles en su trato cotidiano.
Ofrecen mucha tolerancia y paciencia a los niños pequeños, sobre todo si se crían desde cachorros con ellos. No obstante, resulta sensato vigilarle periódicamente cuando trata con niños. Su instinto de pastor puede orientarle a agrupar a los pequeños como en un rebaño si no ha sido educado eficazmente.
Otro rasgo de su afabilidad se evidencia en el trato que le otorga a otros animales como los gatos, de quienes se hará amigo si se han criado juntos. Por el contrario, si nunca ha visto otro tipo de mascotas es completamente normal que vaya tras ellas, pero sin pretender hacerles daño: solo se trata de curiosidad.
Tienen un lado independiente que les aleja cuando saben que no hay peligro, pero se mantienen observadores y alertas de su entorno.
Cuidados y necesidades del beauceron
Aunque el beauceron disfruta en plenitud compartir con su familia humana, es importante recordar que ha sido una estirpe de trabajo. Este can necesita mantenerse ocupado, por lo que dar paseos que le ayuden a gastar energía le ayudará a conservar la tranquilidad y equilibrio de un canino con sus características.
Este no es un can para cualquier tipo de persona. Lo ideal para él es la vida rural con mucho espacio al aire libre o, en su defecto, las salidas para ejercitarse y mantenerse ágil y activo. Cuando este perro está encerrado y solo, se estresará, tratará de escaparse o se pondrá triste y afligido.
El beauceron posee una inteligencia por la que asimila órdenes a la perfección y comprende lo que el dueño espera de él. Siempre se retará a sí mismo para hacer las tareas encomendadas con esmero, por lo que cuidar una casa de campo resulta ideal para su personalidad.
Las altas exigencias nutricionales de un perro con sus características requieren una dieta equilibrada. Proporcionarle un pienso de calidad acorde a la edad, y evaluar las condiciones generales de este, son la clave para satisfacer sus necesidades. No se recomiendan las golosinas fuera de la etapa de entrenamiento, pues algunos canes de esta casta tienden al sobrepeso.
Salud del beauceron
Cualquier perro de raza grande puede ser susceptible de hincharse por una condición estomacal repentina y que se vea comprometida la salud de nuestro amigo. Es prudente tomar previsiones que nos indiquen como proceder en casos de emergencia.
Este linaje suele ser muy sano, por lo que las consideraciones al respecto serán las mismas para cualquier perro de dimensiones físicas y anatómicas similares. Hacer evaluaciones de cadera, ritmo cardíaco y oftalmológico son fundamentales.
Prestar especial atención a orejas y dientes es una práctica común en todas las razas, así como la previsión ante posibles alergias cutáneas.
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