La diverticulitis en perros es un trastorno digestivo relativamente común que también puede afectar a las personas. Por este padecimiento se produce –a lo largo de la pared del intestino– la formación de pequeñas bolsas individuales llamadas divertículos.
Generalmente, los divertículos se forman en las paredes del intestino grueso, pero también en el intestino delgado. La diverticulitis en sí, que corresponde a los brotes de la afección, ocurre cuando estos divertículos se infectan e inflaman.
Esta es una condición es crónica, lo que significa que los brotes de inflamación se intercalan con otros períodos de inactividad, en los que tu perro se siente bien y no sufre molestias. En última instancia, los divertículos inflamados pueden romperse, lo que conduce a un dolor abdominal que puede variar de leve a agudo en el flanco izquierdo.
Causas de la diverticulitis en perros
En general, cuando la materia fecal no se puede eliminar y permanece por más tiempo en el colon, causa puntos dolorosos en la mucosa intestinal que se convierten en bolsas.
Dada la alta densidad microbiana del intestino, estas bolsas o divertículos pueden infectarse fácilmente y romperse. La diverticulitis causa dolor e incomodidad al perro. La intensidad del dolor varía según la gravedad de la enfermedad.
Es importante resaltar que, al derivar la diverticulitis del estreñimiento continuo, se señala como causa haber adoptado una dieta insuficiente en contenido de fibra. La condición no se considera hereditaria, es decir, que no hay evidencia de que ocurra en una raza de perro más que en otras.
Complicaciones de la diverticulitis
Si llega a no recibir tratamiento, la diverticulitis puede causar afecciones médicas graves. Esto incluye infecciones severas, perforaciones intestinales, peritonitis, sangrado o bloqueo intestinal.
Adicionalmente, la diverticulitis puede dar origen a la aparición de fístulas. Una fístula es una conexión anormal entre dos partes del cuerpo –en este caso el intestino– y otra estructura, como la vejiga, la piel del abdomen u otro segmento intestinal.
Síntomas de diverticulitis en perros
Los síntomas de la diverticulitis son similares a los de la colitis. En términos generales, los perros que sufren de diverticulitis experimentan dolor en el flanco izquierdo de la cavidad abdominal.
Generalmente, se asocia con calambres y distensión abdominal. La severidad del dolor y los calambres variarán según la gravedad de la enfermedad. El dolor abdominal puede provocar espasmos. Puede haber diarrea, náuseas y vómitos.
La infección de los divertículos puede causar fiebre y escalofríos en tu perro. Estos síntomas son comunes a otros trastornos del tracto intestinal, como colitis y enfermedad inflamatoria intestinal.
Tratamiento de la diverticulitis en perros
En general, el tratamiento para la diverticulitis consiste en cambios en la dieta y administración de antibióticos para combatir la infección. Si hay intenso dolor, el veterinario también puede recomendar analgésicos.
En relación a la dieta, se indican alimentos líquidos o húmedos que son ricos en fibras y que pueden ser fácilmente digeridos. Además, se deben evitar las semillas y otros tipos de alimentos que puedan irritar el colon.
En casos de gravedad, es posible que la cirugía sea necesaria. En estos casos, el veterinario realizará una resección de la parte del colon afectada.
También existen tratamientos alternativos, que emplean remedios herbales para la diverticulitis. Estos tratamientos los aplica un veterinario holístico o homeopático.
Diverticulitis esofágica
Cuando hablamos de diverticulitis en perros, generalmente nos referimos a la diverticulitis intestinal. Sin embargo, existe otra afección asociada llamada diverticulitis esofágica.
En esta afección se forman bolsas similares en las paredes del esófago del perro. Estas bolsas atrapan los alimentos antes de que se digieran y crean muchos problemas.
Los síntomas de la diverticulitis esofágica incluyen pérdida de apetito, pérdida de peso y, a veces, problemas para respirar. Los alimentos atrapados en el esófago también corren el riesgo de ser aspirados o inhalados a los pulmones, lo que puede causar infecciones respiratorias y, en casos graves, neumonía.
Bibliografía
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