Clínica veterinaria y hospital clínico veterinario consisten en conceptos y estructuras sanitarias diferentes. Estamos mucho más familiarizados con el concepto de clínica veterinaria, entre otras cosas porque las visitamos con más frecuencia.
Por todo ello, vamos a conocer un poco más sobre el proyecto y la importancia del hospital clínico veterinario.
Las diferencias básicas entre clínica y hospital clínico veterinario
Seguramente, la diferencia más conocida entre clínica y hospital se basa en el alcance de la atención. Las clínicas son instituciones privadas que generalmente enfocan su servicio en la atención ambulatoria; algunas atienden planes de medicina privada (u obras sociales), pero muchas apenas ofrecen consultas particulares.
Los hospitales suelen ser mayormente instituciones públicas o ‘mixtas’, que cobran por ciertos servicios o exigen cobertura médica particular. Sus funciones suelen incluir atención ambulatoria, prevención y promoción de la salud, terapia intensiva y urgencias.
Otra diferencia es que no siempre las clínicas ofrecen tantas especialidades como los hospitales, aunque en muchos países las clínicas estén expandiendo enormemente su atención médica. Los hospitales suelen contar con muchas especialidades e integrar un abundante plantel médico, de gran experiencia.
Por último, podemos citar que los hospitales también desempeñan un importante rol de formación de los profesionales de salud. Al contrario, es muy raro que las clínicas ofrezcan residencia médica y promuevan la especialización de sus profesionales.
El hospital clínico veterinario como promotor de salud animal
El concepto de hospital clínico es bastante nuevo en la medicina veterinaria. El aspecto más interesante sobre esta ‘novedad’ es la inserción y valorización de la promoción en la salud veterinaria.
Ello porque un hospital clínico veterinario debe estar pensado para actuar como una plataforma creadora y promotora de la salud animal. Es decir: su función tiene que ir más allá de atender y tratar mascotas enfermas. Toda su estructura física e intelectual debe configurarlo como un centro de investigación, gestión, información y práctica de la medicina veterinaria.
Este proyecto innovador requiere el compromiso de las autoridades y necesita establecer vínculos colaborativos con universidades, laboratorios, incubadoras, etc. Además , sería más que conveniente un financiamiento sostenible para sustentar sus prácticas e infraestructuras.
Plantear este concepto significa también proponer una discusión innovadora que engloba la gestión sanitaria en la medicina veterinaria y sus prácticas. Pero, ¿qué significa todo ello? Empecemos por entender mejor qué es la promoción de la salud y cuál es su importancia para nuestra sociedad.
¿Qué es la promoción de la salud?
La promoción es un concepto reconocido y abordado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En su glosario oficial, la OMS define la promoción de la salud como:
“El proceso de capacitar a los individuos y a las comunidades para que aumenten el control sobre los determinantes de la salud, para mejorarla.”
Promover la salud significa informar y preparar a los ciudadanos para combatir y prevenir muchas enfermedades. Ello no engloba solo médicos y profesionales del área de salud, y es que requiere del compromiso de las instituciones educacionales, los vehículos mediáticos y también de nuestro propio ejercicio de ciudadanía.
Como podemos presumir, el concepto trae consigo un enorme impacto social y nos hace pensar sobre nuestra cultura de salud. ¿Damos el valor adecuado a la prevención o preferimos siempre remediar? ¿Nos reconocemos como agentes promotores de la salud o creemos que este rol cabe solamente a médicos, enfermeros y demás profesionales?
La actualidad de la promoción de la salud animal
Ya conseguimos reconocer ciertas actitudes positivas que favorecen la promoción de la salud animal. Si pensamos en nuestras mascotas, podemos recordar las campañas de vacunación y esterilización masiva, por ejemplo.
Con respecto a los animales silvestres, estamos avanzando –aunque lentamente– en la concienciación sobre el medio ambiente. Actualmente, no solamente reprimimos, multamos y encarcelamos a los causantes de dicha práctica ilegal. También estamos empezando a educar a las nuevas generaciones para conocer y respetar orgánicamente la naturaleza.
En este aspecto, también podemos resaltar las sanciones a prácticas abusivas y a la comercialización ilegal de animales domésticos y silvestres. Además, podemos señalar la fiscalización sanitaria de los criaderos, clínicas, hospitales y demás instituciones que trabajan con la vida animal.
Si lo pensamos bien, aún hoy encontramos pocas instituciones oficiales que organizan y promueven prácticas y materiales informativos sobre la salud animal. En este sentido, el proyecto del hospital clínico veterinario aparece como un importante avance.