La clasificación de los seres vivos es una ciencia compleja y muy necesaria para comprender en profundidad el funcionamiento de los organismos. Una de las muchas maneras que hay de dividir las formas de vida es a través de su proceso de obtención de energía, lo que lleva a conocer la diferencia entre organismos autótrofos y heterótrofos.
Esta división, aunque sencilla a nivel conceptual, se ramifica y se complica una vez profundizas en los diferentes seres vivos de cada grupo. En este artículo tienes la información necesaria para adentrarte en esta clasificación con buen pie. No te lo pierdas.
¿Qué es un organismo autótrofo?
Un organismo autótrofo es aquel capaz de producir su propio alimento a partir de compuestos inorgánicos. Por tanto, no necesita alimentarse de otros seres vivos. Los organismos autótrofos se clasifican en estas dos clases:
- Fotótrofos: estos organismos sintetizan moléculas orgánicas usando como energía la luz solar y como precursores el dióxido de carbono y el agua. Este proceso se denomina fotosíntesis y los organismos más comunes que la realizan son las plantas, las algas, algunas bacterias y el fitoplancton. Los orgánulos encargados de llevarla a cabo son los cloroplastos.
- Quimiolitoautótrofos o quimiosintéticos: estos organismos obtienen energía y moléculas orgánicas a partir de reacciones químicas entre moléculas inorgánicas. Algunas bacterias que habitan en condiciones extremas pertenecen a esta categoría.
A estos organismos también se los llama productores, ya que forman el primer eslabón de la cadena alimenticia. Sin ellos, el resto de seres vivos no podrían vivir.
Las plantas albergan el 80 % de la materia orgánica en forma de carbono presente en el planeta Tierra.
¿Qué es un organismo heterótrofo?
Los organismos heterótrofos, a diferencia de los anteriores, no pueden producir sus propios nutrientes, por lo que deben alimentarse de otros seres vivos. También se los conoce como consumidores y agrupan a todos los animales, los hongos, las bacterias de ciertos taxones y otros organismos microscópicos (protozoos, por ejemplo).
Los heterótrofos son totalmente dependientes de los autótrofos para vivir. Incluso los consumidores secundarios, como los depredadores (que se alimentan de otros heterótrofos) necesitan que sus presas tengan qué comer vegetales o sus derivados para no desaparecer.
En esta clasificación entran también los organismos descomponedores, que cierran el ciclo de la energía alimentándose y reciclando materia orgánica sin vida.
Diferencia entre organismos autótrofos y heterótrofos
Ahora que conoces mejor ambos términos, es hora de adentrarte en las principales diferencias que los separan. Aunque son muy variadas, las disparidades se pueden separar en los siguientes apartados.
Obtención del alimento
Como leías más arriba, los organismos autótrofos no necesitan de otros seres vivos para lograr sobrevivir, sino que son capaces de elaborar sus compuestos alimenticios a partir de la fijación de carbono inorgánico presente en la naturaleza. Por el contrario, los heterótrofos deben consumir a otros organismos vivos para obtener energía, ya sean animales o plantas.
Diferencia entre organismos autótrofos y heterótrofos en el metabolismo
Una vez han obtenido su alimento, ambos organismos deben metabolizarlo para obtener la energía. Aunque todos se sirven de procesos anabólicos y catabólicos, existe una marcada diferencia con respecto al primero de los mecanismos. La resumimos en los siguientes puntos:
- Autótrofos: los procesos anabólicos en estos organismos se caracterizan por la construcción de moléculas simples, como los aminoácidos y ácidos grasos, a partir de otros compuestos inorgánicos sencillos (CO₂, H20 y sales). Este proceso anabólico es exclusivo de estos organismos.
- Heterótrofos: para construir moléculas orgánicas complejas (proteínas, lípidos y más), los heterótrofos deben metabolizar otras moléculas orgánicas. Estas provienen de otros organismos o del metabolismo anabólico que estos seres vivos realizan al ingerir su comida.
Fuente de energía
Esta diferencia entre autótrofos y heterótrofos es otra de las más básicas. En los organismos autótrofos la energía procede de dos fuentes principales: la luz solar (fotosíntesis) y las reacciones oxidativas de elementos inorgánicos tales como hierro, azufre o nitrógeno.
En el caso de los heterótrofos, Esta energía proviene de la degradación de los nutrientes consumidos o, dicho de otro modo, la respiración celular. Estos organismos tienen 4 formas de nutrición diferentes:
- Holozoica: representa a los organismos que se comen todo su alimento y obtienen la energía a través del proceso de digestión. El humano es un ejemplo de esta modalidad.
- Saprotrófica: los organismos que practican esta forma de nutrición realizan una digestión externa de materia orgánica en descomposición. La gran mayoría de saprótrofos son bacterias, hongos y protozoos.
- Parásita: se trata de organismos que se alimentan de otros, pero no los matan. El hospedador no obtiene beneficio alguno de esta relación y generalmente acaba perjudicado.
- Simbiótica: 2 o más organismos comparten su espacio y sus recursos para verse beneficiados mutuamente.
Diferencia entre organismos autótrofos y heterótrofos en los orgánulos
Puesto que autótrofos y heterótrofos se alimentan de diferente manera, lo lógico es que los orgánulos que captan la energía estén especializados para cada tipo de nutrición. Así, los organismos autótrofos poseen unos orgánulos especializados en la captación de la energía: los cloroplastos. Estos tienen clorofila, el pigmento verde que permite la fotosíntesis.
Estos pigmentos tienen la capacidad de absorber la luz del sol en diferentes longitudes de onda para transformarla en energía química.
Por su parte, los heterótrofos carecen de estos orgánulos. Aunque la luz del sol también produce reacciones químicas en algunos de ellos (como nuestra síntesis de la vitamina D), no pueden obtener energía de ella. Por esta razón, el número de mitocondrias en las células de los heterótrofos es bastante más alto que en los autótrofos.
Conocer esta forma de clasificación de los seres vivos es extremadamente útil para visualizar el ciclo de la energía en la naturaleza, pues es la clara prueba de que romper uno de los eslabones de la cadena alimenticia tiene consecuencias a todos los niveles. Todos los organismos son igual de importantes, pero tampoco puede faltar ninguno para mantener el equilibrio.
Bibliografía
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