¿Qué es la bioenergía?

La bioenergía, pujante en la industria de los últimos años, puede ayudarnos a dejar atrás los combustibles fósiles. Esto supondría un enorme beneficio para el planeta a largo plazo.
¿Qué es la bioenergía?
Miguel Mata Gallego

Escrito y verificado por el biólogo Miguel Mata Gallego.

Última actualización: 30 octubre, 2020

La bioenergía es una manera excelente de evitar el uso de combustibles fósiles, pues se basa en el aprovechamiento de los recursos que nos ofrecen los seres vivos.

¿Qué tipos de bioenergía hay? ¿Qué origen tienen? ¿Cuáles son sus limitaciones? Responderemos a todas estas preguntas y muchas más en las siguientes líneas.

Problemas de los combustibles fósiles

Durante todo el siglo XX y lo que llevamos de XXI, la extracción de combustibles fósiles ha sido la principal fuente de energía de la humanidad. El carbón alimentaba las centrales térmicas, el petróleo nuestros coches y el gas natural calentaba nuestros edificios.

Sin embargo, el principal problema de los combustibles fósiles es su alta influencia en la emisión de gases de efecto invernadero, los cuales calientan nuestro planeta. Asimismo, estos combustibles fósiles son no renovables, es decir, tienen un límite de disponibilidad que tarde o temprano alcanzaremos.

Dibujo de una planta y un enchufe.

Bioenergía: ¿la alternativa definitiva?

La bioenergía es un tipo de energía renovable que se produce a partir del aprovechamiento de la materia orgánica formada en algún proceso biológico o mecánico. Generalmente, esta alternativa energética se basa en utilizar las sustancias que constituyen  a los seres vivos o sus restos: la biomasa.

A pesar de su enorme potencial, cuando pensamos en energías renovables, la bioenergía suele ser la gran olvidada. Esta poca consideración por parte de la población general se debe únicamente a la falta de conocimiento, pues pocos saben que estos procesos basados en el uso biomasa produjeron el cuádruple de energía que la solar y la eólica juntas en 2019.

La biomasa es la fuente de la bioenergía: todo aquel material procedente de los seres vivos se puede utilizar con este fin. La bioenergía puede clasificarse de diversas maneras, como veremos a continuación.

Los biocombustibles

Consideramos biocombustibles a todos aquellos residuos procedente de bosques, cultivos o explotaciones forestales. En todos estos lugares se producen una serie de compuestos de poco uso humano que tienen un alto poder energético: ramas, hojarasca, troncos y otros muchos más materiales orgánicos.

Todos estos residuos tienen en común su elevada capacidad calorífica, lo cual los hace candidatos ideales como combustibles para la generación de calor.

El principal destino de todos estos restos aprovechables es la producción de energía. Principalmente, se utilizan para calefacción: es el caso de los famosos pellets, un tipo de combustible fabricado a base de excedentes de madera. Aparte del origen natural, estos restos pueden proceder también de aserraderos o fábricas de muebles, por ejemplo.

Los biocarburantes

Una de las industrias más pujantes de los últimos años en el uso de bioenergía es la de los biocarburantes. Estos compuestos se producen a base de cultivos energéticos muy ricos en azúcar, como la remolacha, la caña de azúcar o el maíz. Estos cultivos, tras un complejo procesado, se convierten en bioetanol o biodiésel.

El objetivo de estos biocarburantes es el de sustituir a los combustibles fósiles. Sin embargo, existe cierta polémica sobre el uso de esta fuente de energía: los cultivos energéticos son muy demandantes de agua y nutrientes, un bien ya de por sí escaso en la Tierra.

Asimismo, estos cultivos dejan de ser utilizados para la alimentación humana, lo cual puede significar un alza en el precio de los alimentos y del hambre en ciertas regiones de ingresos bajos. Así pues, el uso de biocarburantes es prometedor, pero no está libre de limitaciones.

El biogás

El biogás es todo aquel gas que se genera por la acción de seres vivos, principalmente microorganismos anaerobios. Lo más habitual es que este biogás se produzca a base de desechos agrícolas o ganaderos, como purines de cerdos o vacas.

El proceso es relativamente sencillo, ya que se basa en la capacidad de algunas bacterias de producir metano a partir de materia orgánica. Todo esto ocurre en una máquina llamada biodigestor, que procesa los desechos orgánicos de manera natural y libera el gas.

El uso del biogás es la producción de electricidad o la calefacción de edificios. Otra de las ventajas de este gas es que los desechos orgánicos que quedan luego de su fabricación son un excelente abono para cultivos vegetales.

El futuro de la bioenergía

El uso de bioenergía ha aumentado de manera espectacular en los últimos años. En países como Alemania ha supuesto en 2020 el 10 % del total de la demanda energética del país. El uso de estas fuentes renovables de energía desembocan en el ahorro de más de 50 millones de toneladas de CO2 que habrían sido emitidas a la atmósfera.

A pesar de las evidentes ventajas de esta fuente de energía renovable, existen algunos inconvenientes. El principal «pero» tiene que ver con los biocarburantes que, como se ha mencionado, son muy demandantes de agua y fertilizantes. Esto hace que no todos los países puedan tener este tipo de cultivos, pues no son sostenibles.

El día de la sobrecapacidad de la tierra.

En conclusión, la bioenergía es una fuente energética renovable con mucho potencial para crecer en el futuro, pero que debe superar una serie de desventajas considerables para convertirse en un estándar.


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