La dexametasona es un medicamento de uso común en la medicina para humanos que tiene una versión que se usa en gatos. Si es la primera vez que tu veterinario la receta en tu minino, es normal que tengas dudas sobre qué es, cómo se usa y cuáles podrían ser los efectos secundarios o riesgos de su administración.
Antes de explicarte todos los detalles sobre este fármaco, es importante que recuerdes que nunca debes medicar a tus mascotas sin autorización. Administrar medicamentos en dosis inadecuadas puede ser mortal, así que no te arriesgues. Tampoco debes usar la dexametasona de uso común (humano) en los animales, pues las dosis varían mucho entre especies.
¿Qué es la dexametasona?
De acuerdo con expertos, la dexametasona es un medicamento que se deriva del cortisol y pertenece al grupo de los corticoides o corticosteroides, hormonas que produce nuestro organismo de forma natural. Actúa incrementando la glucosa en sangre y el glucógeno en el hígado, disminuye la reacción vascular que provoca la inflamación, inhibe la liberación de histamina (ACTH) y reduce la producción de anticuerpos.
La dexametasona tiene una acción prolongada y destaca por su uso a la hora de combatir diversas enfermedades. Según el Instituto Nacional del Cáncer (NCI), su mayor potencial está en la reducción de la inflamación. Además, junto con otros medicamentos sirve para tratar la leucemia, el linfoma, la micosis fungoide y el mieloma múltiple (en humanos).
En el caso de los gatos y otros animales, esta medicina también se usa en el tratamiento de procesos inflamatorios y alérgicos, entre otros. Suele inyectarse de forma subcutánea o intramuscular, ya que es así como se absorbe mejor, distribuyéndose por los tejidos en pocos minutos. También tiene una presentación oral en forma de comprimidos masticables.
Usos de la dexametasona en los gatos
EL principal uso de la dexametasona en gatos tiene que ver con los tratamientos antiinflamatorios. Sin embargo, este no es el único. Tal como ocurre con los humanos, este medicamento tiene amplia acción. Se utiliza para tratar las siguientes condiciones:
- Alergias.
- Traumatismos.
- Dolores articulares
- Shock.
- Colapso circulatorio.
- Problemas neurológicos.
- Algunos tipos de cáncer.
¿Cuál es la dosis adecuada en gatos?
El uso de la dexametasona en gatos es delicado, solo puede administrarse y dosificarse por parte de una profesional veterinario. La dosis indicada se establece según la enfermedad a tratar, el estado de salud general del animal, su peso y la presentación elegida.
La ficha técnica del medicamento señala que una dosis segura de dexametasona inyectable oscila entre 0,1 y 0,3 miligramos por cada kilo de peso vivo del animal en una única dosis. No obstante, la posología exacta la determinará el especialista tratante.
Ahora bien, ¿por cuánto tiempo debe extenderse el tratamiento? El intervalo temporal elegido también depende del diagnóstico, aunque siempre se buscará que sea el menor tiempo posible para evitar mayores efectos adversos.
Contraindicaciones del medicamento
La dexametasona es un medicamento que tiene un margen de acción bastante amplio. Por ello, aunque los fabricantes recomienden no usarlo en gatos con ciertas enfermedades, solo el veterinario tratante puede decir en qué casos aplicarla. Esta decisión se tomará con base en el padecimiento preciso a tratar y la urgencia del caso.
Estas son las contraindicaciones de la dexametasona en gatos. No debe aplicarse en aquellos felinos con alguna de las siguientes enfermedades:
- Diabetes mellitus.
- Nefritis crónica (inflamación del riñón).
- Insuficiencia renal.
- Insuficiencia cardíaca.
- Osteoporosis.
- Algunas enfermedades bacterianas.
- Úlceras gastrointestinales o corneales.
- Demodicosis (enfermedades cutáneas causadas por ácaros del género Demodex).
- Necrosis ósea o infecciones bacterianas en articulaciones.
- Inmunodepresión.
- Enfermedades víricas activas en sangre.
- Glaucoma (afección ocular que afecta el nervio óptico).
- Gestación o lactancia.
- Hipertensión.
- Desnutrición.
- Hipersensibilidad a la dexametasona, a los corticosteroides y excipientes.
Hay algunos efectos secundarios que se pueden presentar y dependen de la interacción de la dexametasona con otros fármacos. Por esta razón, el tutor siempre debe informar al veterinario sobre qué medicamentos está consumiendo el gato en tratamiento.
La dexametasona interactúa con las vacunas y la insulina. Hay que tener esto en cuenta antes de administrarla.
Efectos secundarios de la dexametasona en gatos
La dexametasona se usa en casos muy específicos. Debido a la gran cantidad de contraindicaciones y efectos secundarios que tiene, nunca debe administrarse a la ligera.
Para empezar, este fármaco podría provocar durante el tratamiento síndrome de Cushing (hiperadrenocorticismo iatrogénico). Este padecimiento produce una alteración del metabolismo de grasas, carbohidratos, proteínas y minerales. Ocasiona una redistribución de la grasa corporal, aumento de peso, debilidad, pérdida de masa muscular y osteoporosis en el felino.
Después del tratamiento puede producirse insuficiencia suprarrenal, la cual causa atrofia córticosuprarrenal, afectando la reacción de los felinos a las situaciones de estrés. Además, el uso sistemático de corticoesteroides puede producir:
- Poliuria (producción de más de 3 litros de orina, el cual es anormal).
- Polidipsia (ingesta excesiva de líquidos).
- Polifagia (ingesta excesiva de alimentos).
- Retención de agua y sodio.
- Hipopotasemia (disminución del potasio plasmático).
- Calcicosis cutánea (sedimentación de calcio en la piel).
- Úlceras gastrointestinales.
- Aumento anormal del tamaño del hígado.
- Pancreatitis.
- Hiperglucemia (alto nivel de glucosa en sangre)
- Dificultades en la cicatrización de heridas.
Dexametasona en gatos: un efectivo antiinflamatorio
El uso de la dexametasona en gatos en seguro siempre y cuando se cuente con el aval de un médico veterinario. Este es un potente antiinflamatorio que se usa en el tratamiento de múltiples padecimientos, pero que tiene contraindicaciones y efectos secundarios que deben conocerse.
Este fármaco nunca debe suministrarse sin supervisión profesional, porque una dosis inadecuada puede ser mortal para los felinos. Ante cualquier duda sobre el uso de la dexametasona hay que acudir al veterinario.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Dexametasona. Instituto Nacional del Cáncer (NIH)
- Dexametasona. Clínica Universidad de Navarra.
- Cortexona. Agencia española de medicamentos y productos sanitarios.