5 datos curiosos sobre la almeja gigante

A pesar de su nombre, no todos los ejemplares de las almejas gigantes alcanzan a ostentar tamaños de más de un metro de longitud. La mayoría son atrapadas cuando miden entre 20 y 30 centímetros.
5 datos curiosos sobre la almeja gigante
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Escrito y verificado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Última actualización: 08 enero, 2023

La almeja gigante es una peculiar especie de grandes dimensiones que vive en las profundidades del océano Indo-Pacífico. Aunque su concha es ostentosa, sus características físicas la asemejan bastante a los entornos rocosos o coralinos de la zona. Por esta razón, es normal que pase desapercibida para los buzos inexpertos.

El nombre científico de esta especie es Tridacna gigas. Pertenece a la familia Cardiidae, un grupo de moluscos reconocido por la forma de sus conchas y por contener ejemplares comestibles entre sus filas. Sigue leyendo este espacio y descubre algunos datos curiosos sobre la almeja gigante.

¿Cómo es la almeja gigante?

La almeja gigante es uno de los bivalvos más grandes que existen en el mundo, ya que puede medir hasta 1.5 metros de longitud y pesar máximo 200 kilogramos. Aunque su concha es la parte más dura y robusta de su cuerpo, el manto (parte interna de la almeja) también se vuelve más carnoso conforme crece.

Esta especie exhibe una serie de hendiduras o surcos a lo largo de su concha que terminan por formar triángulos en los bordes. A pesar de que la superficie externa de sus valvas no luce ningún color, sobre ella crecen varios tipos de bacterias y algas. En consecuencia, la coloración varía mucho en cada ejemplar.

Concha de la almeja gigante en vista lateral
Tridacna gigas.

Datos poco conocidos de la almeja gigante

La almeja gigante no solo tiene una apariencia enorme, sino que también resguarda algunos datos curiosos sobre su biología. Conoce los más interesantes a continuación.

1. Tardan alrededor de 10 años en alcanzar su tamaño máximo

Para aumentar su tamaño, las almejas necesitan acumular suficiente carbonato de calcio, un componente esencial de su concha. Este proceso no es tan rápido como se podría pensar, pues a esta especie le toma entre 8 y 12 años alcanzar los 1.5 metros de longitud.

Las conchas de los bivalvos están compuestas de varias capas entrelazadas de carbonato de calcio y proteínas viscoelásticas. Para obtener una gran resistencia como la de la almeja gigante, dichos componentes deben acomodarse de una manera compleja y precisa, lo que conlleva un alto gasto energético y metabólico. Esta es la razón por la que el crecimiento se demora demasiado.

2. El manto de los ejemplares suele ser colorido y vistoso

Contrario a sus valvas, la parte interna de la almeja gigante (manto) puede presentar coloraciones iridiscentes como azul, morado, amarillo y verde. Estas tonalidades son resultado de la combinación de iridóforos y la endosimbiosis que forman con las zooxantelas.

El manto de la almeja gigante tiene la capacidad de albergar a unos microorganismos fotosintéticos que lucen colores brillantes (zooxantelas). Estos seres comparten los nutrientes que producen con el molusco, mientras que a cambio reciben un hogar y protección. De esta manera, ambos se benefician con su presencia y tienden a preferir formar la simbiosis.

3. Pueden sufrir de blanqueamiento

De la misma manera que ocurre con algunas especies de corales, las almejas gigantes pueden sufrir el blanqueamiento de su manto. Esto significa que se vuelve pálido y pierde la mayoría de los colores iridiscentes que lo caracterizan.

El blanqueamiento es en realidad una respuesta al estrés del ambiente producido por el cambio en la temperatura o en la composición del agua. Ante dichos escenarios, la almeja libera o elimina las zooxantelas que resguarda en su manto, lo que ocasiona la pérdida de los tonos brillantes.

4. Los adultos no tienen glándula bisal

Varios bivalvos presentan glándulas bisales que sintetizan sustancias pegajosas para adherirse al sustrato. Aunque las almejas gigantes las tienen en sus estados juveniles, cuando se vuelven adultos pierden su funcionalidad. Esto no representa un problema para los ejemplares, pues gracias a su peso y a su tamaño, es poco probable que se muevan de lugar.

5. Está clasificada como una especie vulnerable

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la almeja gigante es una especie vulnerable, cuya población parece encontrarse en reducción. Aunque existen varias técnicas para reproducirla en cautiverio, los ejemplares alcanzan la madurez sexual hasta los 9 o 10 años. Por lo tanto, es difícil y tardado establecer estrategias de recuperación y de reintroducción.

Almeja gigante en fondo rocoso
Tridacna gigas.

Como te puedes dar cuenta, la almeja gigante no solo tiene una apariencia vistosa, sino que también resguarda varios datos curiosos sobre su historia natural. Sin embargo, aún falta mucha información que descubrir, así que es posible que en el futuro nos sorprenda con otras características enigmáticas e interesantes.


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