Curiosidades del oso polar

El depredador terrestre más grande del mundo es un perfecto medidor del cambio climático, y es que su capacidad de adaptación le ha llevado a batir récords de natación: una hembra hizo 685 kilómetros en apenas nueve días
Curiosidades del oso polar
Eugenio Fernández Suárez

Escrito y verificado por el veterinario Eugenio Fernández Suárez.

Última actualización: 22 enero, 2018

El oso polar es uno de los animales más conocidos y estandarte del cambio climático, pero además es el depredador terrestre más grande del mundo. El hecho de ser un úrsido que vive en este inhóspito hábitat le ha reportado una serie de adaptaciones para sobrevivir de lo más llamativas.

El oso polar es un gran nadador

Los efectos del cambio climático en los osos polares son muy significativos, y en general de todas las actividades humanas. Por culpa del calentamiento global causado por el hombre, el oso polar se encuentra cada vez con más agua y menos hielo y, por tanto, es mayor la dificultad a la hora de conseguir alimento.

Este hecho ha causado que cada vez los osos polares rompan las estadísticas de natación de la especie; la cifra más alta es la de una hembra que recorrió 685 kilómetros en solo nueve días.

Osos polares

Por desgracia, estos animales buscan en sus largos recorridos alimentos para sobrevivir y en su desesperada búsqueda pierden gran parte de su peso.

La particular dieta del oso polar

El oso polar se alimenta de grandes cantidades de grasa de animales como focas y ballenas, lo que le permite formar esa capa que le protege de las gélidas temperaturas árticas.

Cualquier otro animal no podría asumir esta dieta, pero el oso polar tiene un metabolismo único del colesterol para poder llevar a cabo este tipo alimentación, que le permite retirar el colesterol de la sangre y usarlo directamente.

Este metabolismo particular tiene otra consecuencia: el hígado de oso polar es muy tóxico por su alta concentración en retinol

Oso polar

Otra de las curiosidades del oso polar es que no comen pingüinos, más que nada porque estas especies viven en el polo opuesto al de los plantígrados: Los osos polares viven en el norte de nuestro planeta y los pingüinos viven únicamente en el sur.

El oso polar no es blanco

Lo cierto es que los osos polares tienen la piel negra y el pelo transparente, por lo que no es raro ver diversas tonalidades por variaciones en la dieta.

Esta combinación de pelo transparente y piel negra permite que el oso polar se camufle en la nieve, y a la vez retenga calor gracias a que la luz atraviesa el pelaje y calienta su piel; esta es una característica única entre las diversas especies de oso.

No es la única de las curiosidades del oso polar referentes a su anatomía; sus zarpas funcionan a modo de raquetas, gracias a unas almohadillas rugosas y al pelo que tiene entre los dedos, lo que permite que no resbale al desplazarse sobre el hielo.

La dura maternidad del oso polar

Los osos polares son solitarios, y machos y hembras solo se juntan durante la época del celo, tras lo que la madre pasará el invierno sola, lo que le permitirá reservar energía para parir. A destacar el hecho de que pueden pasar meses sin que dos osos polares se encuentren, si bien se relacionan a través de marcajes y olores.

Oso polar

Una de las curiosidades del oso polar que más interés despierta es la gestación mediante la llamada implantación diferida. Quiere decir que pueden pasar meses desde la fecundación hasta el comienzo del desarrollo fetal, lo que deriva en que las crías salgan de la osera en primavera.

Además, como ya hemos avanzado, la hembra embarazada reservará su energía durante meses para luego parir, así que no realizará una verdadera hibernación, lo que explicamos a continuación:

Una verdadera hibernación consiste en que el animal baje sus constantes vitales y la temperatura del cuerpo. Las hembras embarazadas no pueden realizar este proceso y, por tanto, no hibernarán.

Al nacer, los osos pesan menos de un kilogramo. Pasarán más de cuatro meses en la osera, durante en los que tomarán una leche muy energética que les permite aumentar su peso hasta los 15 kilos, lo cual es toda una proeza para su madre.

Gracias a todas estas llamativas características, el oso polar ha sido capaz de sobrevivir con éxito en su hábitat natural. Esperemos que la actividad humana y el cambio climático no suponga el final de esta especie única entre los osos y los mamíferos.


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