Un gato con una pata amputada puede provocar mucho desconcierto a los humanos que lo cuidan. Si bien es un hecho que provoca tristeza, también hay que decir que los gatos se adaptan perfectamente, después de un tiempo, a su nueva situación.
Las causas por las que un felino debe sufrir la amputación de una pata pueden tener que ver con fracturas de sus huesos o con enfermedades malignas. Si nos referimos a los problemas óseos, se trata de casos en los que se hace imposible que los huesos suelden y permitan una movilidad aceptable al animal.
Aunque a simple vista parece una medida drástica, lo cierto es que un gato con una pata amputada evoluciona mucho más favorablemente que con un hueso mal soldado.
Qué cuidados necesita un gato con una pata amputada
El procedimiento quirúrgico es relativamente sencillo. El veterinario o veterinaria procede a suministrar analgésicos y anestesias para luego retirar la extremidad. Los mayores cuidados comienzan en la casa, ya que es necesario que un gato con una pata amputada permanezca en reposo y que no se lama la herida.
El felino llegará a la casa con el área de la herida vendada. Aquí es importante proporcionar cuidados según indicaciones médicas; por lo general, las vendas deben cambiarse diariamente. Los analgésicos son fundamentales, ya que en los primeros días el dolor puede ser bastante molesto.
El collar isabelino será inevitable para un gato con una pata amputada. Hasta que la herida no cicatrice por completo, si el animal se lame o muerde la zona para arrancarse las puntadas, podría haber complicaciones.
Hay que recordar no basta con los cuidados caseros; las primeras semanas el veterinario deberá realizar un seguimiento de la evolución de la pata de la mascota.
Adaptarse a la nueva vida
Al principio costará un poco. El gato no comprenderá lo sucedido, intentará caminar y no podrá, por lo que es lógico que se halle ansioso e incluso arañe. Será extraño para él no poder saltar de un mueble al otro de la casa, como por lo general hacen los felinos.
Para hacerle más llevadero este proceso de adaptación a nuestro amigo minino, se le pueden proporcionar superficies blandas en las que permanecer acostado durante más tiempo.
Las rampas son unos de los recursos de ayuda al gato con una pata amputada, sobre todo para que suban y bajen de ventanas y sitios que les permitan el acceso al exterior, si es que la casa los tiene. Es importante que el felino mantenga una vida activa y se recupere lo antes posible, sobre todo si tiene cierta edad.
En caso de que el animal sea mayor, la prótesis para un gato con una pata amputada podría ser de gran utilidad, al menos hasta que se adapte a la falta de la extremidad. Si permanece demasiado inactivo será preciso pensar en una dieta específica para que no aumente de peso, ya que esto solo redundaría en mayor inmovilidad.
Cuando el gato percibe confianza y tranquilidad, poco a poco podrá desplazarse con naturalidad. Si la amputación es de una de las patas traseras, no será difícil que se mueva con la misma naturalidad que antes de la operación.
En el caso de que al felino le falte una pata delantera, la recuperación le llevará algo más de tiempo, entre otras cosas por la distribución del peso propia de los cuadrúpedos. Simplemente deberá aprender a apoyar el peso de su cuerpo. En general, el proceso requiere entre cuatro y seis semanas.
Algunos consejos interesantes
A continuación, veremos una lista de tips para ayudar a la mascota amputada:
- Cuidar, curar la herida y proporcionar analgésicos la primera semana posterior a la operación.
- Realizar los correspondientes controles con el veterinario.
- Proporcionar superficies y rampas adecuadas para que no fuerce la nueva movilidad.
- Proporcionar una dieta equilibrada para que no aumente de peso.
- No forzarlo a que camine si no siente deseo de hacerlo.
- Incentivar al animal mediante sus juguetes y comidas preferidas.
- Adaptar comederos y los lugares donde el gato hace sus necesidades.
- Mantener sus espacios y su pelaje limpio.
En conclusión, es el amor que reciba el que mayores beneficios dará al gato con una pata amputada. El animal percibe el esmero y la confianza, además de los cuidados para una adecuada cicatrización. La paciencia es fundamental en esta nueva etapa de su vida.