Cuidados básicos de una chinchilla doméstica

La chinchilla es un pequeño roedor que es famoso por su pelaje sedoso y su apariencia tierna. Debido a estas características, muchas personas desean tenerlos como mascotas.
Cuidados básicos de una chinchilla doméstica
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Escrito y verificado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Última actualización: 31 marzo, 2023

Las chinchillas son un tipo de roedores pequeños parecidos a los hámsteres, pero con un tamaño más grande y una apariencia esponjosa. A simple vista, lucen como una excelente mascota. Sin embargo, necesitan de cuidados que difieren un poco de otros animales conocidos.

Contrario a lo que se podría pensar, aunque la chinchilla no es una especie doméstica tan frecuente, existe una gran cantidad de información sobre sus cuidados básicos. Esto se debe a que en algunas partes de América son utilizadas para aprovechar tanto su pelaje como su carne. Sigue leyendo este espacio y descubre cuáles son las recomendaciones para mantener en cautiverio a estos peculiares roedores.

Características de la chinchilla doméstica

La chinchilla doméstica es en realidad una variedad híbrida y domesticada producto del cruce entre las dos únicas especies del género Chinchilla: la chinchilla de cola corta (Chinchilla chinchilla) y la chinchilla de cola larga (Chinchilla lanigera). Estos animales tienen una distribución restringida a la mitad sur de los Andes, lo cual ha ocasionado que no sean tan conocidos fuera de Sudamérica.

De manera física, la chinchilla doméstica comparte su aspecto físico con la chinchilla de cola larga. Mide alrededor de 26 centímetros de alto, con un peso que ronda entre los 700 y 800 gramos en el caso de las hembras, y entre 500 y 600 gramos en el caso de los machos.

La característica más distintiva de estos animales es su denso y afelpado pelaje que recubre su cuerpo ancho. Este puede tener una coloración variada que incluye tonalidades negras, grises, blancas, marrones, cafés, violetas y azules, aunque los criadores suelen fomentar la creación de nuevos colores.



La chinchilla es una de las mascotas que viven más tiempo
Chinchilla lanigera.

Cómo se comporta la chinchilla en cautiverio

Por lo regular, las chinchillas domésticas son bastante sociables y cariñosas. Se comunican a través de diferentes vocalizaciones agudas (chillidos) que varían en intensidad y duración. Según una investigación realizada en la Bowling Green State University, estos pequeños roedores tienen un control muy preciso y complejo sobre los sonidos que emiten.

A pesar de tener un temperamento apacible, las chinchillas pueden llegar a ser un poco inquietas al convivir con sus tutores. Sobre todo cuando no se ha generado un ambiente de confianza mutua, lo que propicia algunos accidentes al manipularlas. Por esta razón, siempre se debe tener cuidado y evitar los movimientos bruscos, pues estas interacciones solo incrementan su miedo y su nerviosismo.

Al igual que otros roedores domésticos, la chinchilla posee un buen intelecto que le permite aprender ciertos trucos por medio del condicionamiento. Sin embargo, esto necesita de constancia y perseverancia por parte del tutor.

Cuidados básicos para mantener una chinchilla doméstica

Aunque es cierto que la mayoría de los roedores comparten algunos cuidados básicos, la chinchilla doméstica necesita condiciones precisas para beneficiar su desarrollo. Para ello, algunos estándares técnicos consideran que como mínimo se deben contemplar los siguientes puntos:

  • Alojamiento cerrado y ventilado: al menos 0.5 metros cuadrados de espacio por cada chinchilla que se quiera mantener. Se recomienda tener tanto espacio aéreo (plataformas y rampas) como área de desplazamiento (varios contenedores laterales).
  • Temperatura fresca (entre 15 y 24 grados Celsius): la chinchilla proviene de zonas montañosas en donde la temperatura es fría, por lo que es preferible evitar los sitios calientes.
  • Humedad reducida y controlada: las chinchillas guardan cierta cantidad de humedad en su pelaje, por lo que este parámetro no debe sobrepasar el 40 % en su hábitat (humedad relativa).
  • 12 horas luz y 12 horas de oscuridad: según los requerimientos de los tutores, se puede ofrecer luz natural o luz artificial, siempre y cuando se mantengan los ciclos de oscuridad y luz.
  • Dieta combinada (heno, piensos, frutas y vegetales verdes): estos roedores son herbívoros, por lo que necesitan tener una alimentación variada y balanceada. La ración promedio se compone de 30 gramos de pienso al día, con heno disponible en todo momento y pequeños trozos de frutas y vegetales verdes (no consumen semillas).
  • Agua fresca siempre disponible: aunque a veces no toman mucha agua, las chinchillas deben tener acceso a ella en cualquier instante.
  • Recipiente con arena para su pelaje: estos roedores requieren frotar su pelaje con arena especial para mantener su higiene. Esto lo hacen de manera intuitiva, pero requieren de un recipiente disponible y limpio en su hábitat.
  • Higiene frecuente: se recomienda la limpieza diaria del hábitat y los trastes utilizados para su alimentación, además de sesiones de desinfección profunda por lo menos una vez a la semana.
  • Visitas periódicas al veterinario: la chinchilla no precisa de vacunaciones especiales o cuidados adicionales, pero se suele preferir establecer visitas periódicas al veterinario para evitar enfermedades.

¿Es mejor mantener una o varias chinchillas?

En la naturaleza, las chinchillas viven en pequeños grupos y conviven mucho entre sí. Por esta razón, se cree que la mejor manera de evitarles estrés es mantenerlas en parejas (mismo sexo o macho y hembra) o en grupos medianos de entre 5 u 8 integrantes. A pesar de lo anterior, con los cuidados y las atenciones adecuadas, una chinchilla es capaz de vivir sola sin ningún problema.



Chinchilla doméstica
Chinchilla chinchilla.

Las chinchillas necesitan salir de paseo diario

Otro aspecto fundamental en los cuidados básicos de la chinchilla son los paseos diarios. Contrario a lo que podría pensarse, su hábitat solo sirve como un entorno seguro en el que puede desplazarse sin supervisión, pero no se considera correcto dejarlas siempre encerradas. Por ello, se recomienda incluir paseos nocturnos bajo la supervisión de sus tutores en un sitio seguro.

Esto significa que todos los días se debe sacar a la chinchilla y dejarla andar libre por la casa o el jardín. Aparte de que con ello hace ejercicio, se satisfacen sus necesidades de estimulación ambiental y es posible profundizar en la relación con su tutor.

¿Se pueden reproducir las chinchillas en cautiverio?

Las chinchillas se pueden reproducir en cautiverio con relativa facilidad, pero casi siempre se recomienda evitarlo para no poner en riesgo su vida. Al igual que sucede con otros animales domésticos, la gestación y el parto son procesos muy estresantes y desgastantes para el ejemplar. Esto expone a su organismo a ciertas enfermedades, afecta su calidad de vida y reduce longevidad.

Si se quiere buscar reproducir a la mascota, lo mejor es acudir con un veterinario para obtener la orientación adecuada. Las madres parecen ser susceptibles al estrés, así que precisan de un seguimiento preciso para evitar la pérdida de las crías. La gestación dura 111 días en promedio y las camadas se componen de entre 1 y 4 gazapos.

Juguetes para chinchillas

Las chinchillas necesitan de plataformas, rampas, cajas, pelotas, ramas y nidos que le permitan disfrutar de su hábitat. Es importante señalar que son animales que adoran trepar, corretear y curiosear por todo su entorno, lo que significa que se necesita acondicionar bien su hogar.

Como te puedes dar cuenta, la chinchilla doméstica requiere de cuidados básicos que son fáciles de cumplir. No obstante, precisa de tiempo y paciencia que no todos los tutores están dispuestos a ofrecer. Antes de adquirir a cualquier mascota, piensa bien si puedes cumplir con todas sus necesidades. Esto te permitirá saber si es o no la compañera de vida más adecuada para ti.


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