La coprofagia en el mundo animal

La coprofagia es un término que alude a la alimentación a base de heces de ciertos seres vivos. Por desagradable que pueda parecer, esta estrategia brinda muchos beneficios tanto individuales como para los ecosistemas.
La coprofagia en el mundo animal

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 13 junio, 2020

Normalmente, clasificamos a los seres vivos en base a su alimentación como hervíboros, omnívoros, o carnívoros. Aún así, entre la hierba y la carne hay un amplio espectro: los animales hematófagos, los detritívoros o los coprófagos suelen quedarse fuera de las agrupaciones más estrictas.

Es de este último grupo del que vamos a hablar hoy: seres vivos que se alimentan de heces. Te animamos a seguir leyendo, porque, a pesar del desagrado inicial que pueda causar, detrás de esta estrategia evolutiva se esconden sorprendentes mecanismos de aprovechamiento de materia orgánica.

¿Qué es la coprofagia?

Un animal coprófago estricto es aquel que se alimenta casi únicamente de excrementos que provienen de otros animales. Los coprófagos no pueden subsistir a base de otra fuente de nutrientes.

Cierto es que en diversos mamíferos grandes, roedores, e incluso perros, pueden darse episodios de coprofagia eventual, como veremos posteriormente.

La clave de este término radica en la obligatoriedad de la dieta. Aunque existan varios animales que muestren comportamientos coprófagos, solo los que basan su alimentación y forma de vida en la ingestión de heces están catalogados en este grupo. Por ello, no es arriesgado generalizar y decir que se trata de una estrategia única en insectos.

¿Cómo se procesan las heces?

Aunque parezca irónico, esta fuente de alimento tiene que ser procesada de algún modo antes de que los insectos, mayoritariamente escarabajos y sus larvas, puedan consumirla. Se han observado tres comportamientos diferentes:

  1. Un primer grupo, compuesto por los escarabajos peloteros, desgajan una sección del excremento, hacen una bola con ella, y la desplazan a cierta distancia para luego enterrarla. A partir de aquí, los adultos se alimentan de este recurso, y también colocan los huevos en la materia fecal para que las larvas puedan acceder a los nutrientes hasta su completo desarrollo.
  2. En el segundo grupo, que contiene a varias especies, entre las que se encuentran diversas especies del género Geotrupidae, los escarabajos también transportan la materia fecal hacia un lugar seguro. A diferencia de los peloteros, estos no la hacen bola, si no que cargan segmentos en sus extremidades anteriores y cabeza. El género antes nombrado construye túneles muy complejos donde almacena el alimento que pueden medir más de dos metros.
  3. Un tercer grupo, que engloba mayoritariamente al género Coprinae, prefiere construir directamente sus nidos debajo de las heces y así tener acceso fácil al alimento.
Los animales coprófagos están compuestos mayoritariamente por escarabajos.

Cada especie coprófaga muestra predilección por las heces de un animal concreto, así como por un estado específico de desecación de la misma. La mayoría de especies buscan los desechos de los ungulados, pues en los carnívoros el aprovechamiento de los nutrientes es mucho mayor y las heces carecen de valor nutritivo.

Coprofagia eventual

Una vez abandonamos el término estricto, descubrimos que existen episodios de coprofagia en diversos mamíferos:

  • Los conejos y cobayas no poseen un sistema digestivo tan sofisticado como los rumiantes, que presentan estómagos multicamerales. Por ello, no pueden obtener todos los beneficios de la hierba, y tras una primera excrección de unas bolitas llamadas cecotrofos, vuelven a ingerirlas para darles una segunda vuelta. Una vez obtenidos los nutrientes necesarios, las heces no vuelven a ser consumidas.
  • En algunos grandes mamíferos como los elefantes o los koalas, las crías pueden consumir los excrementos de los adultos de forma eventual. Esto les aporta bacterias esenciales para el correcto funcionamiento de su intestino que no presentan al nacer.
  • Los perros también pueden llegar a practicar la coprofagia, pero no se encuentran beneficios para ellos como en el resto de mamíferos listados. Esto puede ser indicación de falta de atención, estrés, ansiedad, o un ambiente insalubre.

La importancia del reciclaje

Los insectos coprófagos estrictos son esenciales para los ciclos ecológicos de los ecosistemas. La degradación de los excrementos y su fusión con el suelo para que lo aprovechen tanto seres microscópicos como plantas es un proceso lento. Los escarabajos, que desgajan y transportan la materia fecal, aceleran enormemente esto, y además, fertilizan los suelos de manera rápida.

Escarabajo pelotero

Una segregación de las heces por el paisaje también evita la acumulación de patógenos, contaminación de los suelos, o superabundancia de parásitos provenientes de la materia fecal.

Como hemos visto, por desagradable que pueda parecer el concepto, la coprofagia es una estrategia evolutiva completamente válida, que aporta beneficios tanto a nivel individual como ecosistémico.

 

 


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