Las salidas al campo en busca de setas son unos de los mejores entretenimientos para los aficionados a la micología. Muchos de ellos, además, se llevan a su can, pues también es un día lleno de enriquecimiento y diversión para las mascotas. Pero, ¿qué pasa si en el proceso el perro se come una seta?
Es de conocimiento general que algunas setas son altamente tóxicas, pudiendo llegar a provocar la muerte del animal. Además, muchas de ellas se parecen a su versión comestible, por lo que resulta difícil diferenciarlas. Por eso, en este espacio tienes los consejos a seguir cuando aparece este contratiempo. No te pierdas nada, pues la vida de tu can podría estar en juego.
Signos de intoxicación en perros
Antes de entrar de lleno en los consejos, lo primero es que conozcas los signos más típicos de una intoxicación en canes. No solo te serán útiles si tu perro te acompaña a recoger setas, sino que te indicarán de este peligro con muchas más sustancias. Son los siguientes:
- Vómito.
- Diarrea.
- Salivación excesiva.
- Debilidad.
- Coloración amarillenta de las mucosas (ictericia).
- Convulsiones.
- Pérdida de consciencia.
- Movimientos descoordinados.
Si observas que tu perro muestra estos signos de manera repentina en cualquier situación, acude inmediatamente a un veterinario. Se trata de una urgencia, pues en función de la cantidad de tóxico que haya ingerido el can podría estar en peligro su vida.
7 consejos que debes seguir si tu perro se come una seta
Hasta el can mejor educado siente la tentación de comerse lo que encuentra por el suelo. Por eso, es posible que te veas en la situación que nos ocupa, o incluso que no sepas qué se ha comido. Si es el caso, sigue las siguientes recomendaciones.
1. Aprende a identificar los síntomas
Si el can muestra signos de intoxicación como los que se describían en el apartado anterior, no pienses más: corre al veterinario más cercano. Allí le realizarán un lavado de estómago y lo estabilizarán en caso de que esté grave. Ante los envenenamientos, cada segundo cuenta.
2. Si ves la seta que se ha comido, coge una muestra para llevarla al veterinario
Esto resultará muy útil a la hora de saber qué efectos produce esa seta en el organismo del perro. No te confíes aunque conozcas la especie: algunos hongos no son venenosos para los humanos, pero sí para los perros. Es el caso de los níscalos (Lactarius deliciosus), que constituyen uno de los principales motivos de urgencia veterinaria en la época de recogida de setas.
El perro también puede inoxicarse por lamer la cesta de las setas o los guantes con los que se recogen.
3. No recurras a remedios caseros
Aunque los remedios caseros son útiles para ciertas dolencias, no te dejes tentar por la idea de que podría ser igual cuando un perro se come una seta. Esta intoxicación es un motivo de urgencia y utilizar parches temporales podría empeorar la situación, comprometiendo la supervivencia del animal.
4. No provoques el vómito a tu perro
Si bien es intuitivo pensar que hacer vomitar al perro impedirá que la intoxicación avance, se trata de una técnica que debe realizarse bajo control veterinario. Si lo haces por tu cuenta, es posible que te dejes parte de la seta en el estómago o que le provoques al animal una neumonía por aspiración.
5. Lleva encima una guía de setas
Portar una guía micológica cuando sales al campo será una gran ayuda para orientar al veterinario cuando acudas a consulta. Aunque se suele creer que los hongos peligrosos son aquellos con colores vivos y llamativos, esto no se cumple siempre cuando se trata de setas.
Un ejemplo de esto es la Amanita phalloides, también conocida como cicuta verde u oronja verde. Esta seta tiene un aspecto totalmente inofensivo y, además, muy buen sabor. Sin embargo, es uno de los hongos más peligrosos de la Tierra y, por si fuera poco, los síntomas de su intoxicación no se advierten hasta pasadas unas 48 horas de su ingesta.
6. Infórmate sobre las setas tóxicas para tu can
Ya que te haces con una guía sobre setas y hongos, no está de más que busques aquellas especies capaces de intoxicar a tu can. Empaparte de información sobre este tema no solo es útil para ti, sino que te dará una idea de los peligros que rondan a tu animal cuando salgas a recolectar setas.
7. Utiliza la prevención
El mejor consejo que debes seguir cuando tu perro se come una seta es, paradójicamente, prevenir que se la meta a la boca. Todos los tutores saben que los accidentes ocurren, pero siempre acontecen menos cuando se toman precauciones.
Si quieres evitar que tu perro se coma algo peligroso cuando sale al campo, hay varias medidas que puedes tomar al respecto. Aquí tienes algunas útiles:
- Entrena tu perro para que no coja nada del suelo: algunos canes tienen más facilidad que otros cuando se trata de este aprendizaje, pero que el tuyo suelte la seta que se está comiendo a tu orden es posible que marque la diferencia entre una intoxicación grave y una más leve.
- Ponle bozal cuando vayáis de excursión: esta es una buena opción para los canes más glotones. Existen muchos bozales cómodos que permiten al perro respirar, jadear y olfatear sin problema, pero impiden que coja nada del suelo.
- Dale de comer antes del paseo: aunque no conviene hacer ejercicio justo después de comer, quitarle el hambre a tu can antes de salir a por setas es una buena forma de reducir la conducta de pica.
Las excursiones con tu perro siempre son momentos especiales a atesorar, pero nunca se debe olvidar que en el campo hay muchos peligros. Estos riesgos se deben conocer y prevenir, pues de ello depende que la salida más idílica no se convierta en una visita de urgencia al veterinario más cercano.
Bibliografía
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