Año tras año, en las épocas de calor sofocante tenemos la inclinación a ofrecer a nuestro perro algo refrescante, como agua helada o trozos de hielo. Pero ¿es seguro? ¿Se conoce cuál es el efecto del hielo en los perros? Sigue leyendo porque en este artículo lo analizaremos.
El mito sobre el efecto mortal del hielo en los perros
Existe una creencia generalizada de que la ingesta de hielo o agua helada es peligrosa para los perros. Supuestamente puede producir hinchazón estomacal que puede llevarlos a desarrollar el síndrome de dilatación-vólvulo gástrica aguda, una afección potencialmente mortal.
¿Qué es el síndrome de dilatación-vólvulo gástrica aguda?
La dilatación-vólvulo gástrica aguda (DVG) es una afección grave, con tasas de mortalidad que van del 10 % al 60 %. La dilatación-vólvulo gástrica se produce como resultado de la acumulación de gas, líquido o una combinación de ambos en el estómago.
Así, el estómago se distiende con el gas o líquido, y ocurre la rotación a lo largo del eje del esófago y el cardias. Los factores asociados a la aparición de este síndrome incluyen aerofagia, ejercicio inmediatamente después de ingerir una comida y comer en exceso.
¿Qué razas son susceptibles de padecer este síndrome?
Los animales más comúnmente afectados por DVG incluyen a perros de raza grande o gigante, de pecho profundo. Esta descripción abarca al gran danés, al pastor alemán, el caniche estándar y a los perros grandes de raza mixta.
El diagnóstico precoz, la estabilización médica, la intervención quirúrgica y la monitorización postoperatoria son factores importantes para reducir la tasa de mortalidad.
¿Puede la ingesta de hielo inducir este síndrome?
No existen evidencias de que la ingesta de hielo tenga que ver con el desarrollo de DVG. El peligro real para tu perro proviene de que el animal consuma demasiada agua o lo haga demasiado rápido habiendo tragado una buena cantidad de aire en el camino.
A pesar de la falta de peligro del DVG, los médicos veterinarios no recomiendan darle demasiada agua con hielo a un perro después de una sesión de juego intensa. Piénsalo, si tienes calor y tomas un vaso de agua helada y lo bebes rápidamente, ¿qué sucede?
Lo que debería satisfacer conduce a dolor e incomodidad. Puede que no sea dañino, pero ¿por qué harías esto a tu perro?
En estas circunstancias, cuando tienen calor y sed, es probable que beban mucha agua muy rápidamente. Beber mucha agua muy rápidamente sí es un factor de riesgo conocido para la hinchazón estomacal.
Para evitar que tu perro se hinche, alimenta con varias pequeñas comidas al día en lugar de una o dos grandes. No dejes que beba mucha agua a la vez y evita hacer ejercicio al menos una hora después de la comida.
¿Existe un efecto dental del hielo en los perros?
Sí, de hecho los cubos de hielo son una causa común de rotura de dientes en los perros. Se conoce que cuanto más grande y duro sea el cubo, mayores serán las posibilidades de que esto ocurra.
El hecho de masticar cualquier cosa dura con frecuencia puede causar un desgaste significativo en el esmalte dental. Una opción es ofrecer virutas o cubos más pequeños para ayudar a evitar estos problemas.
¿La ingesta de hielo en los perros puede acarrear ahogamiento?
El atragantamiento con un cubo grande de hielo es posible si el perro no alcanza a masticarlo. De nuevo, es una mejor opción ofrecer piezas pequeñas de hielo o raspaduras de hielo para evitar este riesgo.
Por otro lado, los animales que han perdido dientes o tienen una enfermedad dental avanzada, tienen una habilidad menor para masticar y un mayor riesgo de sufrir ahogamiento. De igual manera, perros que tengan dificultades respiratorias o alguna alteración neurológica pueden presentar un riesgo aumentado de ahogarse con un cubo de hielo.
Siempre es sensato consultar con tu veterinario si te preocupa la habilidad de tu perro para masticar e ingerir cubos de hielo.
¿En caso de golpe de calor se puede usar hielo en los perros?
En una situación de sobrecalentamiento, los expertos desaconsejan el uso de hielo. La indicación para estos casos es ofrecer agua fría, pero no hielo. El perro debe enfriarse paulatinamente para evitar una vasoconstricción súbita.
En el golpe de calor, es importante propiciar sin dilación el proceso de enfriamiento. Se recomienda mojar al perro con agua a temperatura ambiente –con énfasis en vientre y espalda– a excepción de la zona de la cabeza. Luego hay que acudir rápidamente a la consulta veterinaria.
Aun si logras controlar un golpe de calor de tu perro en casa, es una buena idea acudir al veterinario para que estés seguro de que tu perro no ha sufrido daños internos. Es importante reconocer los signos de un golpe de calor: enrojecimiento de las encías, vómito, jadeos fuertes, tambaleo, confusión, dificultad al respirar, piel caliente y saliva gruesa.
Bibliografía
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