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Comunicación canina: ¿cómo identificar si mi perro está jugando o peleando?

8 minutos
Uñas, ladridos, mordidas y saltos: ¿cuándo es un juego y cuándo es una pelea? La clave está en el lenguaje corporal de los perros.
Comunicación canina: ¿cómo identificar si mi perro está jugando o peleando?
Última actualización: 15 julio, 2023

Los canes —y en especial los cachorros— juegan a pelearse. Esto es algo natural y parte de su proceso de socialización, pero en ocasiones es difícil distinguir cuándo hay una pelea o solo un juego entre perros. Las señales pueden llegar a ser confusas, sobre todo, cuando hay dientes y garras implicadas.

Entonces: ¿cómo leer estas situaciones? Algunas señales que mandan los perros son capaces de malinterpretarse desde la perspectiva humana. Vamos a conocer las más importantes en este texto, así que no te pierdas nada.

¿Por qué juegan los perros?

El juego es un comportamiento voluntario, que se manifiesta de formas diversas entre las especies. Así lo explica un estudio titulado Why do dogs play? Function and welfare implications of play in the domestic dog.

Además, los autores de esta investigación —Sommerville, O’Connor y Asher— precisan que este fenómeno viene acompañado de lo que ellos llaman un «estado afectivo positivo». También implica tiempo y energía, así como posibles costos: exposición a lesiones o enfermedades.

Por su parte, una publicación divulgada a través de la revista Applied Animal Behaviour Science sostiene que el juego social constituye una interacción compleja entre individuos. En ella, se distinguen dos niveles de organización de la conducta:

  • Inferior: el juego se fundamenta en acciones tomadas de diversos contextos, como el depredador, sexual y agonístico. Este último se refiere al comportamiento social que se relaciona a la lucha o competencia, entre individuos de una misma especie.
  • Superior: los participantes cooperan para alcanzar el propósito de jugar juntos.

Si eres de los tutores que se pregunta por las razones que motivan a los perros a jugar, te interesa conocer 4 teorías, que exponen los autores citados con antelación. Se trata de las siguientes:

  • aprendizaje de habilidades motoras;
  • entrenamiento para situaciones inesperadas;
  • construcción de relaciones cooperativas entre los canes;
  • efecto de otros procesos biológicos (como tener mucha energía).

El lenguaje canino puede ser un misterio para los seres humanos. Sin embargo, hay pistas que pueden seguirse. En este sentido, una investigación publicada en Current Biology advierte que los perros se agachan sobre sus patas delanteras y también levantan el trasero para comunicar que quieren jugar con otro perro.

Las acciones de este tipo sirven para invitar al juego. Se trata de signos de honestidad y confianza, donde no es común que haya lugar para los engaños. Esto se refiere a que uno de los jugadores esconda otras intenciones, como apareamiento o dominio. En este sentido, de acuerdo a la mencionada publicación, tan solo entre el 2 y 5 % se han incumplido las reglas de juego entre perros.

Los cuatro aspectos básicos del juego limpio en los animales son: preguntar primero; sé honesto; sigue las reglas; y admitir cuando te equivocas. Cuando se violan las reglas del juego y cuando se rompe la equidad, también se rompe el juego y la diversión.

Marc Bekoff, biólogo y etólogo estadounidense.

Para minimizar las confusiones y dudas, toma nota de las señales claves que se desarrollan a continuación. Estas pueden ser de utilidad a la hora de descifrar los códigos de los perros y diferenciar el juego de la agresión.

Señales de juego entre perros

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La postura de juego entre perros suele incluir la parte trasera levantada, los codos en el suelo y una expresión relajada. Crédito: Mariusz/Pixabay.

Para saber si un perro está jugando o peleando, es útil atender a las señales previas que envía cada uno de ellos. Por lo general, un can invitará al otro a jugar con gestos como los siguientes:

  • ladridos agudos y rápidos;
  • posición con la cabeza y los codos pegados al suelo, así como las patas traseras levantadas;
  • cola erguida;
  • mirada y orejas en posición de atención, pero sin tensión en el cuerpo;
  • aproximaciones rápidas al otro perro;
  • boca abierta, lengua fuera (menos común).
El objetivo de estas señales es evitar malentendidos.

Con estos gestos, el can indica que no quiere pelear, sino jugar. También sirve como aviso antes de abalanzarse al juego, pues, de lo contrario, podría iniciarse una pelea sin querer.

Señales de agresión en perros

Al contrario de lo que acabamos de leer, cuando un perro quiere agredir a otro, las señales no serán en favor de un acercamiento, sino para disuadirle mediante la intimidación. En gran parte de los casos, los canes evitan los conflictos físicos para proteger su integridad. En consecuencia, dan advertencias antes de escalar a la agresión propiamente dicha.

Un trabajo desarrollado en la Universidad Autónoma de Barcelona —dedicado a la evaluación de los factores de riesgo y signos de agresividad en perros y gatos— precisa los siguientes comportamientos de advertencia:

  • mostrar los dientes,
  • gruñido profundo,
  • pelo del lomo erizado,
  • lanzar mordiscos rápidos de marcaje,
  • aproximaciones bruscas, sin retroceder,
  • ladridos,
  • clara tensión muscular,
  • golpes bruscos con el hocico.

Con estos indicadores, el can le expresa al otro que no quiere que se acerque. Si su congénere lo entiende, se alejará y no habrá agresiones. Ahora bien, ¿qué puedes hacer cuando uno de los dos pone en marcha una interacción no deseada? Vamos a verlo en detalle.

¿Mi perro está jugando o peleando?: malentendidos entre canes

Una interacción de juego entre perros puede tomar varios caminos. Aunque se entiendan bien y disfruten, existe la posibilidad de que esta actividad recreativa acabe en pelea. De hecho, es posible que se trate de una agresión derivada de que uno de los dos ejemplares no se comunique bien y fuerce el juego sin querer. En cualquiera de estos casos, los comportamientos de agresión van a emerger.

Un juego inofensivo entre canes nunca termina con heridas. Los ladridos se mantienen agudos, las carreras no defienden espacios y cuando uno de ellos quiere parar, la interacción termina. Este es el escenario ideal.

Sin embargo, cuando los gruñidos —y las vocalizaciones en general— se vuelven graves, los dientes están al descubierto y los mordiscos no sueltan, ahí se está en presencia de una lucha. Es posible llegar a ver heridas y la intensidad escala, en lugar de decrecer. En este momento hay que tomar acción.

Cómo detener una pelea entre perros

Es muy importante que sepas esto: no es buena idea meterse entre dos perros que se están peleando. Es cierto que es el primer impulso que vas a tener, en especial, si es tu compañero canino el que está en medio del conflicto. No obstante, si no mantienes la cabeza fría, podrías empeorar la situación e, incluso, llevarte tú una herida de recuerdo.

Durante una pelea, no pierdas de vista que los perros pueden redirigir la agresión a cualquier persona que se acerque: sea su dueño o no. Por esta razón, la intervención física debe ser el último recurso al que se puede recurrir.

Hay varias técnicas —rápidas y efectivas— que puedes emplear para separar a dos canes. De acuerdo con el American Kennel Club, algunas de ellas son las siguientes:

  • Hacer un ruido fuerte: emplea algún objeto para sobresaltarlos y que se detengan.
  • Mojar a los perros: puedes hacerlo con una manguera o volcarles una botella de agua entera.
  • Usar algún objeto a modo de barrera: como un palo, para interponerlo entre ellos.
  • Tapar a alguno de los canes con una manta o tejido opaco: así, el otro podrá ser retirado de la pelea.

Existen métodos más desesperados y peligrosos que pueden aplicarse solo para momentos cruciales. Por ejemplo, si hablamos de un pitbull que ha atrapado a un chihuahua con sus dientes y no lo suelta, puedes cortarle la respiración al primero con la correa, hasta que abra la boca.

Se trata de un método muy desaconsejado por la violencia que acarrea, pero podría ser útil para salvar la vida del can agredido.
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Cuando se emplea un objeto para separar a dos perros durante una pelea, las manos y la cara deben mantenerse alejadas de la boca de los canes. Crédito: Katrin B./ Pixabay.

La importancia de la socialización

Como cuidador de un perro, es tu deber saber leer su lenguaje corporal y diferenciar cuándo tu perro está jugando o peleando. Pero es aún más importante ayudarle a socializar de manera correcta, debido a que cada perro es único —unos más enérgicos y extrovertidos, mientras que otros son calmados— y puede tener su propio conjunto de señales.

Tu can debe ser capaz de leer los signos de agresión y las señales de calma. Estos últimos son los más relevantes, pues son los que utiliza esta especie para desescalar el conflicto con sus congéneres.

Los problemas están servidos si un animal se aproxima a aquel que le indica que le va a atacar o agrede a quien quiere jugar con él.

Por eso, si detectas algún problema a este respecto, desde aquí te animamos a consultar a un etólogo canino para que le asista en su proceso de socialización. Un perro feliz es aquel que se relaciona de manera adecuada con los de su especie, ya sea jugando o saludándose por la calle.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.