¿Cómo espantar a un gato de tu tejado?

Si vives en una comunidad vecinal con dueños que tienen gatos, o incluso si hay muchos felinos por tu calle, puede ser que te encuentres a uno en el tejado. ¿Cómo espantarlo? A continuación, veremos algunos tips para que puedas dormir sin sobresaltos.

Es necesario aclarar que ninguno de estos métodos que presentamos dañará al animal, pues solo se trata de trucos considerando los miedos naturales de los felinos. Suele ocurrir que el gato de tu tejado viene de la casa del vecino. Los gatos no suelen hacer sus necesidades fisiológicas donde comen; por eso, quizá utilicen como baño personal tu terraza o tu tejado.

Espantar el gato de tu tejado engañando su olfato

Los gatos adoran los sitios altos. Por naturaleza, estos felinos buscan lugares sobre los que puedan otear el entorno sin mayor dificultad. Esto hace que elijan tejados, árboles, muebles y ramas como algunos de sus puntos predilectos. Por desgracia, que un minino salte o haga su vida en tu tejado implica ruidos, sobresaltos y problemas a nivel higiénico. 

Muchos de los gatos habitantes de las urbanizaciones tienen dueño, algo que puede observarse a simple vista si el ejemplar porta un collar identificativo. En ese caso, bastará con hablar con el propietario del animal para que limite (o mejor impida totalmente) las salidas fuera del propio hogar.

Si hablar con los propietarios del felino no te da resultados, entonces deberás recurrir al ingenio sutil. Para ello, tendrás que saber algo más sobre las costumbres de los gatos. Una vez que marcan un territorio volverán siempre a él. Lo primero que deberás engañar será, de esta forma, su olfato.

Algunos de los consejos para evitar que un gato ajeno suba a tu tejado son los siguientes:

• Azufre: lo venden en las ferreterías en cilindros o barras. Lo único que hay que hacer es molerlo y dispersarlo en todos los bordes de la terraza o el tejado. Sobre todo, deberás poner en los lugares donde el gato orinó o defecó. Este consejo es uno de los más efectivos ‘espantagatos’ que existe, pero ten cuidado con no echar la mezcla sobre las plantas u otros animales.
• Repelentes para gatos: caseros o comerciales, no dejan de ser otra opción más que válida para espantar a un gato de tu tejado. Si te decantas por el casero, podrás elaborarlo con ingredientes bien aromáticos como la citronela, el limón, el tomillo o la pimienta.

Diferentes plantas y repelentes para gatos

Más allá de los repelentes citados, se puede recurrir a otros elementos algo más ingeniosos. Te los mostramos en la siguiente lista:

• Plantas que repelen gatos del tejado o el jardín: además de las citadas anteriormente, otras plantas aromáticas que servirán a tu propósito de alejar a los mininos de tu territorio son la lavanda, la ruda y los naranjos. Existen también dos tipos de arbusto de aroma para ahuyentar gatos: el ‘Coleus Canina’, y el ‘Pissatop’. Recuerda que los mininos odian, sobre todo, el aroma a cítricos.
• Productos comerciales: en general, los repelentes para gatos se fabrican con la orina sintetizada a partir de depredadores del gato. En este caso, basta con echar alrededor de la zona que visita el animal. De todos modos, asegúrate de que no contenga químicos que dañen a las mascotas o que las pueda estresar de más.
• Repelentes ultrasónicos para espantar gatos: otro efectivo método para deshacerte del indeseable gato de tu tejado es mediante el ultrasonido. El sonido de estos dispositivos es imperceptible al oído humano, pero para el felino se transformará en un pitido muy desagradable cuando pase frente al artilugio. El problema es que tus mascotas de casa también oirán estas señales extremadamente agudas.
• Mantener la zona despejada: quizás esos gatos que invaden los tejados se han sentido atraídos por algún desperdicio hallado alguna vez. No dejes nada al alcance de estos animales; si tiras la basura en la puerta de tu casa es como si les dieras una tarjeta de invitación.

La única ventaja de la presencia de los gatos en los alrededores de tu casa es que cazan ratones. No obstante, la toxicidad de las heces del felino y el estropicio que puede causar sobre la parte superior de tu hogar es más perjudicial que los posibles beneficios. Además, hay que factorizar que los felinos acabarán con la vida de todo animal pequeño que encuentren a su paso.

Por esta y otras muchas razones, se recomienda no dejar suelto al gato por el barrio en ningún momento. Los vecinos y la fauna de la zona lo agradecerán.

Cítricos, especias y el uso de agua

Si no quieres acudir a un artilugio de ultrasonido o a un repelente profesional, siempre existen algunas ayudas extra que puedes combinar para que un gato no se apropie de tu tejado. No te las pierdas:

• Cáscaras de cítricos: si aplicas repelentes, no escatimes alrededor de las macetas con tierra. Es en estos sectores donde los gatos gustan de escarbar y revolver. Una manera de mantenerlos fuera de tus plantas es con cáscaras de cítricos; cada dos o tres días, coloca algunos trozos de cáscara de limón o pomelo. Estos elementos también serán un excelente abono natural.
• Cáscaras de plátano: los felinos odian el plátano por su fuerte olor y sabor. Si tienes plantas cerca de tu tejado, haz una papilla con este elemento e intégrala en las macetas. Aparte de ser un magnífico abono, actuará como un repelente natural. Eso sí, no tires cáscaras de plátano sobre tu tejado, pues se pudrirán y atraerán a aún más animales indeseables.
• Pimienta: este punto no se trata de arrojar pimienta directamente a ningún felino, ya que puede dañar sus vías respiratorias y su aparato ocular. Hay dos maneras de aplicar esta especia con toques picantes: por un lado, se puede espolvorear directamente en distintas zonas del patio. Otra posibilidad es realizar un spray casero añadiendo alcohol. Esta última propuesta resulta mucho más efectiva.
• Asustar al gato con agua: un sistema de riego automático puede ahuyentar a estos curiosos animales por un tiempo prolongado. El agua no les lastima, pero tampoco les agrada. Se puede colocar la manguera de modo tal que puedas activarla cada vez que escuches al minino en tu techo o, en su defecto, que se encienda mediante un sensor de movimiento.

Los felinos también detestan el olor a pino, a eucalipto, a mostaza y a otros muchos elementos orgánicos. A veces, la mejor opción es mezclar todos ellos con agua y rociar el mejunje en las zonas en las que el gato ha hecho sus necesidades. Si no reconoce el territorio marcado, lo abandonará antes o después.

Con un poco de paciencia y constancia, con seguridad lograrás darle a entender a estos atrevidos visitantes que no deseas verlos en tu tejado. Es muy sencillo poner estos consejos en práctica y decirle adiós a los malos olores y sorpresas desagradables en tu hogar, pero recuerda que los mininos son seres vivos y no deben ser maltratados por muy molestos que resulten a veces.