¿Cómo contrarrestar el mal olor de la mofeta?

El mal olor de las mofetas es una de las peores pesadillas de los humanos que comparten hábitat con ellas. De todas formas, con las técnicas adecuadas, este se puede eliminar.
¿Cómo contrarrestar el mal olor de la mofeta?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 11 mayo, 2021

En la naturaleza, es más probable que te encuentres con el mal olor de la mofeta antes que con el propio animal. Este mecanismo de defensa de los mefítidos (Mephitidae) es fascinante de estudiar, pero ¿qué pasa cuando se padece este aroma en las propias carnes?

Si vives en una zona donde estos mamíferos forrajean activamente, es posible que te hayas topado con este desagradable aroma en varias ocasiones. En el caso de que necesites deshacerte de este olor, aquí tienes algunos consejos útiles para ello. No pierdas la esperanza.

¿A qué se debe el mal olor de la mofeta?

Como seguramente ya sepas, el mal olor de la mofeta forma parte de su mecanismo de defensa ante depredadores. Se trata de un líquido llamado tiol, que se segrega en las glándulas perianales del animal. Su olor, entre amargo y podrido, se debe a que contiene azufre.

Cuando este mamífero se siente amenazado, se defiende pulverizando este líquido en dirección al depredador, con tanta potencia que puede alcanzar la friolera de 3 metros de distancia. La mofeta también puede impregnar con su aroma de forma preventiva una zona que necesita asegurar, como la entrada a su madriguera.

El tiol puede ser irritante al contacto con la piel y los ojos —si tienes la mala suerte de recibirlo en la cara—. Sin embargo, no se trata de una sustancia tóxica, al menos para animales de gran tamaño, como los seres humanos.

La cara de una mofeta.

¿Cómo eliminar este olor?

Este método de defensa es uno de los más eficaces en todo el reino animal, pues el mal olor de la mofeta puede tardar días en irse. Esto no solo ocurre si te rocía con el líquido defensivo de forma directa, sino que puede haberlo esparcido cerca de tu casa, en el coche u otros lugares, con el fin de marcar su territorio.

No obstante, si avistas una mofeta, no debes alarmarte: estos mamíferos se acercan a emplazamientos humanos en busca de alimento y para cazar pequeños animales, como ratas o insectos. Su presencia puede ser beneficiosa, siempre y cuando no los molestes.

Sin embargo, si estos animales se asientan cerca de tu casa, puede que marquen con su olor los alrededores. Si este es el caso, puedes seguir los siguientes consejos:

  • La mezcla de zumo de tomate y vinagre es útil para eliminar olores, pero si necesitas librarte del escozor en la piel o los ojos, no es un método válido.
  • Mezclar bicarbonato, jabón líquido y agua oxigenada es una buena solución para la ropa y el pelo. Cuidado con que la mezcla no entre en contacto con ojos ni mucosas, y tampoco la prepares con antelación para almacenarla —el recipiente podría explotar por acumulación de gases—.
  • El vinagre diluido —o soluciones de vinagre que se comercializan para limpieza, si se trata de objetos o ropa— es muy eficaz para eliminar olores fuertes en general.

En cualquier caso, lo mejor siempre será prevenir que estos animales se acerquen a las casas. Algunas técnicas para ello son cubrir huecos en el jardín, cerrar bien el cubo de la basura o alimentar a tus animales en el interior de la casa. Existen repelentes comercializados para mofetas, pero asegúrate de que no sean dañinos para ellas, el medio ambiente u otros animales.

Si el olor es en el exterior o en algún objeto, lo ideal es localizar dónde se ha asentado el animal. Si la mofeta sigue en su escondite, es importante recurrir a autoridades que puedan sacarla de allí —y a sus crías, si se diera el caso— sin hacerle daño.

Un zorrillo sobre un fondo blanco.

Un último consejo

Ten paciencia. El compuesto químico que eyecta la mofeta a partir de sus glándulas es un olor penetrante y difícil de eliminar, especialmente del cuerpo y la ropa. Es muy probable que necesites varios lavados para neutralizarlo por completo.

Sin embargo, ten en cuenta que esta es la última defensa de las mofetas —no van a rociarte nada más verte— y que no pueden usarla constantemente, ya que sus glándulas tienen que volver a producir líquido. Si no quieres llevarte esta desagradable sorpresa, lo mejor es dejarlas en paz y recurrir a expertos para echarlas.

Es fácil sentir animadversión por un animal que dispara líquido fétido a la cara, pero sé comprensivo. La presencia de mofetas no tiene por qué ser un problema, así que tratemos de vivir en armonía y respetemos a los seres vivos que nos rodean.


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