¿Cómo afecta la ola de calor a perros y gatos?

El verano se puede convertir en toda una pesadilla para tu mascota, por eso, es importante conocer esta información. ¡Descúbrela!

El verano es una época que está relacionada con las vacaciones porque, al haber más horas de luz, la sociedad está dispuesta a realizar una gran cantidad de planes diferentes.

Sin embargo, en ese período del año es imprescindible tener en cuenta ciertas precauciones. Esto ya que los climas altos pueden causarles problemas a los seres humanos y a los animales.

Pues, la exposición prolongada al calor hace que la temperatura corporal aumente de manera considerable. Debido a ello, a los mecanismos termorreguladores se les dificulta funcionar correctamente y, de ese modo, es posible que los seres se comiencen a sentir mal.

Por consiguiente, en este artículo te contamos cómo afecta el calor a los perros y a los gatos. Esto con la intención de que puedas detectar las dificultades a tiempo y sepas qué acciones te pueden ayudar a proteger su bienestar en esas temporadas.

¿Qué dificultades pueden tener los perros durante la ola de calor?

En los instantes en los que los caninos están expuestos a los calores extenuantes, su temperatura del cuerpo puede ascender a los 42 grados centígrados. Es decir, situándose por encima de la media normal que oscila entre los 38 y 39 grados.

Por ende, en esos casos, existe la probabilidad de que se produzcan varios desequilibrios fisiológicos que generen que los peludos tengan un comportamiento anormal. A raíz de ello, es muy común que empiecen a jadear con mucha más frecuencia y su respiración sea muy acelerada.

Así mismo, que haya una alteración en sus salivaciones. Tanto así que, por lo general, cuando los perritos están ante un golpe de calor presentan un babeo excesivo alrededor de su boca.

Por otra parte, sus pulsos cardíacos sufren un aumento alarmante. A causa de esto, la sangre no puede ser bombeada como debería y se les dificulta moverse sin tambalearse.

Además, sus encías adquieren un color rojo intenso y se suelen comenzar a presentar vómitos muy frecuentes.

Debido a esto, al percatarse de esa sintomatología es crucial llevar a los mejores amigos perrunos de inmediato a donde el veterinario. Pues, si no se les brinda una atención oportuna, pueden desarrollar afecciones vasculares, neurológicas o hepáticas que apaguen sus vidas para siempre.

¿Hay caninos que se pueden ver más afectados en el verano?

Es una realidad que existen múltiples factores de riesgo que desencadenan que los caninos sufran un golpe de calor. Entre ellos se encuentran la obesidad, la edad avanzada y la presencia de enfermedades respiratorias o cardíacas.

De igual manera, es cierto que razas de perros como los bulldogs o los carlinos pueden ser más propensos a sufrir a causa de las temperaturas altas. Esto debido a que tienen una nariz más chata y, por tal razón, respiran con menos fluidez que otros peludos.

En consecuencia de esto, si tu can está relacionado con alguno de estos ítems, es vital que se tomen a tiempo las prevenciones pertinentes para evitar el desarrollo de alguna complicación.

¿Cómo proteger a los perros en estas épocas?

A lo largo de las épocas de verano, es posible ajustar muchas acciones para que los perritos no tengan ningún problema. De esa manera, en primer lugar, es fundamental cambiar los horarios de paseo.

Pues, el objetivo es no sacarlos en un momento en el que su temperatura corporal se pueda ver muy afectada. Por ello, lo más recomendable es evitar la tarde y pasearlos en medio de la frescura de la noche.

Adicional a ello, también es importante alimentarlos en las horas menos calurosas. Esto ya que el bochorno les disminuye el apetito.

Por otro lado, lo ideal es que se les ajuste un espacio lleno de sombra y ventilación dentro de la casa. Pues, es así como se puede evitar que tengan un contacto estrecho con el calor.

Y, para finalizar, es primordial asegurarse de que sus recipientes siempre esté lleno de agua. Esto con la intención de que puedan refrescarse y nivelar su temperatura cada vez que lo necesite.

¿Qué dificultades tienen los gatos en la ola de calor?

Al igual que los perros, la temperatura corporal normal de los gatos está entre los 38 y los 39 grados centígrados. No obstante, al estar en medio de los calores descomunales, puede subir hasta los 40.

De ese modo, a los mecanismos termorreguladores se les hace más difícil trabajar de una manera óptima y, por lo tanto, todos los sistemas de los mininos se ven afectados.

En vista de ello, jadean de una manera excesiva para intentar disipar el calor. Además, es probable que comiencen a respirar con cada vez más dificultad.

Sumado a esto, su ritmo cardiaco llega a estar en un nivel muy alto. Por consiguiente, la piel adquiere un color azulado debido a que la oxigenación en la sangre es muy baja.

Igualmente, a causa de la falta de fuerzas, no pueden moverse con fluidez y empiezan a sufrir una gran cantidad de temblores musculares.

Así mismo, sus mucosas se ponen rojas y sienten la necesidad de vomitar con una frecuencia bastante alarmante.

¿Cómo protegerlos?

Para que los gatitos no tengan un golpe de calor ni presenten ninguno de esos síntomas adversos, es prioritario que sus bebederos siempre estén llenos de agua limpia. Esto para que puedan sentirse frescos y su temperatura no ascienda a valores peligrosos.

De igual manera, es recomendable ponerles toallas húmedas en el cuerpo. Pues, así se olvidarán por un momento del calor y no sufrirán.

Además, por último, es importante darles comidas húmedas. Esto con la intención de que no se sientan acalorados al comer y su apetito no se vea afectado.