Los medicamentos veterinarios para perros, especialmente los sujetos a prescripción —como los antibióticos tales como la clindamicina—, no se pueden administrar a la ligera. Si crees que tu can necesita medicación o sospechas de alguna dolencia en tu mascota, siempre debes acudir al veterinario para confirmar un diagnóstico y aplicar el tratamiento adecuado.
Si no estás de acuerdo con el procedimiento que elija el profesional o no ves progreso en la salud de tu mascota, siempre tienes la opción de pedir una segunda opinión a otro veterinario. En las siguientes líneas te mostramos los usos de la clindamicina en perros, pero no te las tomes como un sustituto de una consulta.
Tipos de medicamentos en la clínica veterinaria
Antes de hablar de la clindamicina, es necesario explorar de forma somera el mundo de los fármacos. Los medicamentos, en el ámbito de la medicina veterinaria, se pueden dividir en base a su uso terapéutico o desde el punto de vista legal.
La primera clasificación es más amplia, ya que hace referencia a la función y lugar de acción del fármaco. Los tipos de medicamentos que podemos distinguir son los siguientes:
- Antibióticos: se utilizan en cualquier enfermedad infecciosa bacteriana. Dentro de este grupo también encontramos diferentes tipos de clasificación según su espectro de acción y función. Por ejemplo, la clindamicina tiene acción sobre diversas especies de Staphylococcus y Streptococcus.
- Antimicóticos: estos fármacos eliminan hongos. Los más utilizados son el itraconazol y fluconazol.
- Antiparasitarios internos y externos: son los que compran los tutores habitualmente en la clínica para desparasitar a las mascotas.
- Antiinflamatorios: son fármacos sintomáticos —no curativos— que reducen la inflamación provocada por un trauma, una enfermedad o una operación.
- Antisépticos y desinfectantes: son de uso tópico y sirven para controlar o prevenir las infecciones cutáneas.
- Medicamentos con acción cardiovascular, renal, respiratoria o neurológica.
- Medicamentos con acción sobre el aparato reproductor.
- Fluidoterapia: aquellos medicamentos que se administran de forma intravenosa a los animales hospitalizados.
- Biológicos: en este grupo se incluyen a las vacunas, específicas de cada especie, como la de la rabia, la tos de las perreras o la leishmaniosis, entre otras.
Los medicamentos con acción local suelen ser los recetados para el tratamiento de enfermedades específicas como la hipertensión, la enfermedad renal, problemas digestivos, para paliar el dolor y otras muchas afecciones.
La segunda clasificación que te hemos nombrado en las primeras líneas tiene en cuenta los aspectos legales que acompañan a cada medicamento. Estas dos categorías engloban a todos los tipos anteriores:
- Medicamentos de prescripción obligatoria por veterinarios colegiados, como los antibióticos o ciertos fármacos de acción específica. Algunos cuentan con recetas especiales, como los estupefacientes.
- Medicamentos sin receta.
¿Qué es la clindamicina y qué hace en los perros?
La clindamicina se encuentra en el grupo de los antibióticos, por lo que es un medicamento que combate las infecciones bacterianas. Estos patógenos no solo se eliminan matándolos directamente, sino que se pueden afectar sus funciones vitales para acabar reduciendo su carga.
En concreto, la clindamicina pertenece a la familia de las lincosamidas, que son antibióticos que inhiben la síntesis de proteínas bacterianas. Este fármaco trabaja sobre organismos anaerobios principalmente, como algunas especie de los géneros Staphylococcus, Streptococcus, Bacteroides, Clostridium y Fusobacterium.
La inhibición de la síntesis proteica es posible gracias a las diferencias estructurales entre los ribosomas de eucariotas —seres pluricelulares— y procariotas —seres unicelulares—, como son las bacterias y los protozoos.
Los componentes de los ribosomas bacterianos son detectados por la clindamicina, de forma que el fármaco paraliza la producción bacteriana en el organismo. Este medicamento es un bacteriostático, aunque también puede ser bactericida, dependiendo de su concentración y del microorganismo contra el que actúe.
Otros antibióticos que actúan como la clindamicina son el cloranfenicol, la lincomicina y la doxiciclina, entre otros.
Principales usos de la clindamicina en perros
Este antibiótico se utiliza tanto en perros como en gatos. Está contraindicado en otros animales como conejos, cobayas, hámsteres, chinchillas, caballos o rumiantes, pues pueden ocasionar en ellos trastornos gastrointestinales serios.
En perros, los usos de la clindamicina suelen ser los siguientes:
- Para el tratamiento de heridas infectadas, abscesos e infecciones de la cavidad oral causados por o relacionados con especies sensibles a la clindamicina de los géneros Staphylococcus, Streptococcus, Bacteroides, o por Clostridium perfringens y Fusobacterium necrophorum.
- Medicamento complementario del tratamiento de infecciones gingivales o periodontales.
- Para el tratamiento de la osteomielitis causada por Staphylococcus aureus.
La dosis administrada debe ser siempre la indicada por el veterinario, durante el tiempo que este vea pertinente. Seguir esto a rajatabla es muy importante en el uso de antibióticos para evitar recaídas y la resistencia de los patógenos. También es esencial no mezclar la clindamicina con otros medicamentos veterinarios como el cloranfenicol.
Además, hay que tener especial cuidado al ofrecer estos medicamentos a perros con problemas renales y/o hepáticos. En estos casos, pueden ser necesarias analíticas para ver el estado del hígado y los riñones del animal como respuesta al tratamiento.
Por último, es necesario acotar que la clindamicina se administra únicamente de forma oral y su periodo de validez viene especificado en la caja. No utilices ningún medicamento una vez caducado.
Bibliografía
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- Agencia española de medicamentos y productos sanitarios.
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