Las resistencias antimicrobianas constituyen el reto principal al que se enfrentan los avances en medicina veterinaria. Si quieres saber algo más sobre ellas, en este artículo te lo explicamos.
Las resistencias antimicrobianas no son enfermedades, pero se presentan como uno de los mayores problemas de sanidad que hay que afrontar en el momento actual. La aparición de resistencias no es un problema de patogénesis, sino de limitación de las opciones terapéuticas, ya que dependemos de los antibióticos para tratar las infecciones.
Antecedentes históricos
Antes del descubrimiento y la utilización de los antibióticos, las enfermedades infecciosas eran la principal causa de muerte en animales. Pero a medida que las sociedades han evolucionado, lo han hecho también los patógenos. Estos se han adaptado a los cambios sufridos en las poblaciones animales y humanas, y a las terapias desarrolladas para reducir su efecto negativo.
Desde su descubrimiento, se han convertido en medicamentos imprescindibles en la clínica veterinaria, tanto para la prevención como para el tratamiento de infecciones. Se han incorporado al arsenal terapéutico y alimentario en agricultura y ganadería. De hecho, no es raro utilizar los antibióticos para fumigar los cultivos o añadir 100 kilos por hectárea en las piscifactorías.
Las resistencias antimicrobianas en la actualidad
El Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), junto con la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, emitieron en su día un comunicado informando a los ciudadanos europeos de que los antibióticos utilizados para tratar infecciones son cada vez menos efectivos, hasta tal punto que llegan a unos niveles de ineficacia alarmantes.
Vytenis Andriukaitis, el Comisario europeo de salud y seguridad alimentaria, aseguró: “Estamos entrando en un mundo donde más y más infecciones comunes se hacen difíciles, o imposibles, de tratar. Sin embargo, las políticas nacionales se mantienen ambiciosas en algunos países, donde las limitaciones en el uso de antibióticos han supuesto una reducción del número de resistencias. Así que, antes de que las alarmas lleguen a un nivel ensordecedor, asegurémonos de actuar todos juntos, uniendo esfuerzos en salud humana, animal y medioambiental. Reunámonos todos bajo el paraguas de Una Sola Salud”.
Pese a los esfuerzos realizados, gran parte de los países europeos no paran de notificar incrementos de las resistencias antimicrobianas en la bacteria Salmonella al uso de quinolonas, uno de los principales medicamentos para tratarlas. Lo mismo sucede con otras bacterias comunes en salud digestiva, como es el caso de Campylobacter.
“Es el momento de considerar las resistencias antimicrobianas como nuestro principal reto, sobre todo si queremos que los antibióticos sigan funcionando”, establece Mike Catchpole, del ECDC, quien añade: “Es particularmente preocupante cuando se trata de resistencias combinadas, ya que incluso si afectan a pocos microbios, sigue significando que una parte importante de la población europea tiene opciones limitadas de tratamiento”.
Las resistencias antimicrobianas siguen minando los avances en medicina veterinaria
Para finalizar, hay que entender que la lucha contra los patógenos resistentes necesita más recursos y mayor visibilidad de la que ha tenido hasta ahora. Se trata de una cuestión que precisa de la responsabilidad y participación de toda la sociedad. Entre los factores clave se encuentran:
La promoción del uso racional de los antibióticos.
El principal reto comienza con el compromiso de los países a invertir a escala nacional para aplicar las estrategias internacionales. La cooperación internacional debe permanecer activa para garantizar:
Antimicrobial resistance shows no signs of slowing down [Internet]. European Food Safety Authority. 2019 [cited 24 September 2019]. Available from: http://www.efsa.europa.eu/en/press/news/190226
Licenciada en Veterinaria por la Universidad de León en 2014, cursó un Máster en Gestión de Fauna Silvestre en la Universidad de Murcia, en 2015.
A lo largo de toda su vida llevó a cabo numerosos cursos de formación en inglés como segundo idioma, acompañados de estancias en el extranjero por periodos compatibles con su formación académica (Londres y Australia, principalmente).
Durante sus años de formación universitaria, realizó estancias en varias empresas relacionadas con la profesión veterinaria. Dada su especialización en fauna silvestre, destaca la colaboración con algunos de los Centros de Recuperación de Animales Silvestres más importantes del país, tales como GREFA (Madrid, 2015) o el CRAS de Valladolid (2015).
Desde 2018 colabora con la empresa Falco Iberia durante los meses de cría de aves como cuidadora de las crías de las aves rapaces que allí se producen.