Causas de los vómitos agudos en gatos

La colaboración de los dueños a la hora de observar y coger una muestra del vómito es clave para el diagnóstico veterinario

Escrito y verificado por la bióloga Paloma de los Milagros.

Última actualización: 07 octubre, 2019

Los felinos tienen un sistema digestivo más sensible que el de otras mascotas, lo que combinado con su tendencia a lamerse el pelo les genera frecuentes molestias gastrointestinales. Sin embargo, hay casos en los que los vómitos agudos en gatos pueden responder a una patología mayor.

Cuando un gato vomita por primera vez, la mayoría de los dueños tienden a alarmarse, y más si son inexpertos en materia felina. Esta conducta puede convertirse en un ‘hábito’, de forma que el animal llegue incluso a devolver semanalmente.

Normalmente, la causa principal es la expulsión de las denominadas bolas de pelo, pequeños mechones acompañados de bilis. Así, estos vómitos deben considerarse beneficiosos, pues evitan potenciales bloqueos en el tracto intestinal.

Reacciones alérgicas, la ingesta de plantas tóxicas o simplemente una mala digestión pueden provocar vómitos puntuales. En estos casos, los síntomas duran uno o dos días y los veterinarios suelen recomendar el reposo alimentario y una buena hidratación.

Si, por el contrario, el malestar gastrointestinal se intensifica y viene acompañado de otros signos de enfermedad, sí habrá razones para preocuparse. Los vómitos agudos en gatos pueden estar motivados por múltiples factores; por ello, la colaboración entre dueños y veterinarios es esencial.

Causas y diagnóstico

Para identificar la causa principal del vómito, los propietarios deben observar la mayor cantidad de detalles posibles. El color, olor y la frecuencia del vómito, junto con cualquier comportamiento inusual, servirán de referencia al especialista. Además, se debe comprobar si la incorporación de cualquier elemento en el hogar, alimenticio o material, ha podido generar reacciones alérgicas en el animal.

La lista de patologías que presentan vómitos en lo que a su sintomatología se refiere es cuantiosa. Por ello, antes de angustiarse conviene actuar de la forma más calmada y objetiva posible para que el especialista pueda evaluar eficazmente a la mascota.

Así, se recomienda que los dueños, además de la observación citada, recojan una pequeña muestra de vómito en las condiciones más asépticas posibles. Si esta cuenta con abundante presencia de moco, la causa puede estar en un intestino inflamado. La comida mal digerida puede deberse a una intoxicación alimentaria, ansiedad o una ingesta excesiva. Por su parte, el exceso de bilis se relaciona con la inflamación intestinal o la pancreatitis.

La presencia de sangre en el vómito o la existencia de síntomas adicionales como la fiebre, el dolor o la apatía pueden indicar patologías severas.

Tratamiento para vómitos agudos

Como en toda enfermedad, la cura dependerá del factor patológico responsable. Entre los tratamientos más frecuentes se encuentran los cambios en la dieta, los antibióticos para reducir la fiebre o abordar posibles úlceras y los medicamentos para controlar el vómito. Cirugías mayores o la administración de corticoides se reservarán para los casos más severos.

Además, los vómitos agudos en gatos suelen provocar deshidrataciones o desequilibrios de sales minerales. Por ello, es habitual que el animal pase unos primeros días hospitalizado, de forma que cuente con la administración de líquidos intravenosos necesarios.

A la hora de prevenir estas patologías, es un hecho que no se puede limitar la autonomía de los gatos, pues son animales curiosos que tienden a indagar a su alrededor. Sin embargo, conviene evitar todos aquellos objetos que puedan suponer un riesgo potencial para el felino; incluso hay que registrar las escapadas domésticas en ambientes que no inspiren plena confianza para la salud del animal.