Cómo cambiar la dieta de tu gato

Cómo cambiar la dieta de tu gato
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 12 julio, 2020

Cambiar la dieta de tu gato puede ser un verdadero desafío sin los conocimientos necesarios para proceder correcta y gradualmente. A continuación, resumimos algunos consejos prácticos para ayudarte a diversificar o adecuar la dieta de tu felino sin perjudicar su salud.

El paladar ‘selectivo’ de los gatos domésticos

Escuchamos con mucha frecuencia que los felinos domésticos poseen un paladar bastante selectivo. Sin este apurado sentido de gusto sería muy complejo proponer cambios en su dieta rutinaria, pero, ¿qué hay de verdad y que hay de mito en estas creencias populares?

La alimentación de los felinos salvajes

Los felinos salvajes son animales carnívoros de carácter muy independiente. Su organismo evolucionó para perfeccionar sus habilidades de caza, permitiéndoles posicionarse en el tope de la cadena alimentaria.

Gato comiendo

La dieta de estos animales, en su hábitat silvestre, no depende solo de sus capacidades evolutivas. Su nutrición también varía según los cambios climáticos, la disponibilidad de alimentos en su entorno, de la intervención humana en su ambiente, etc.

Imaginemos lo que sucedería si un felino salvaje desarrollara ciertos hábitos caprichosos como los gatos domésticos lo hacen. No es difícil darse cuenta de que estos comportamientos excesivamente selectivos representarían un riesgo para la supervivencia de su especie.

¿Y por qué los gatos domésticos rechazan los cambios alimentarios?

Si los felinos no son auténticamente ‘caprichosos’, ¿cómo explicar que muchos gatos domésticos sean dueños de un paladar tan exclusivo? La respuesta se encuentra en la propia pregunta. Los gatos desarrollan ciertos comportamientos selectivos respecto a su alimentación gracias al proceso de domesticación.

Todo empieza cuando el felino ya no necesita cazar para alimentarse y se adapta a consumir alimentos balanceados. Además de ello, influye el hecho de haber sido criado en ambientes reducidos que no experimentan las transformaciones naturales de un hábitat silvestre; lo que provoca que su organismo se aferre muy fácilmente a una rutina alimentaria limitada para sentirse más seguro.

Para comprender más fácilmente este fenómeno de adaptación a la vida hogareña, podemos fijarnos en los gatos callejeros. Estos animales experimentan algo similar a los felinos salvajes, pues su supervivencia depende directamente de su capacidad adaptativa.

Una consecuencia del estilo de vida de los gatos en la calle es que su alimentación suele ser más variada, y su paladar mucho menos selectivo que el de un gato doméstico.

Cambiar la dieta de tu gato: la importancia de la adaptación temprana

Los felinos definen los criterios –o preferencias– de su paladar durante sus primeros seis o soete meses de vida. Durante la época de cachorros es más fácil que acepten probar nuevos sabores, aromas, texturas y humedades diferentes. Esta es la edad ideal para acostumbrarles a una dieta variada y evitar que rehusen de los cambios alimentarios.

Si dejamos para presentar nuevos alimentos a un gato, cuyo paladar ya fue formado, su adaptación será mucho más lenta. Un animal adulto es menos flexible a los cambios en su rutina y suele rechazar sabores desconocidos.

Si ofrecemos a nuestra mascota una serie de diversos olores, texturas, formas y sabores crearemos un gato adulto de mayor tolerancia alimentaria. Por ello, la adaptación temprana es la mejor preparación para cambiar la dieta de tu gato durante su edad adulta.

Sustituir la dieta de tu gato de forma lenta y gradual

Como dijimos, los felinos se aferran a su rutina para sentirse más seguros. Exponerles a un cambio radical de ambiente, alimentación o hábitos suele provocar reacciones negativas en su cuerpo y mente.

Gato comiendo

Si el cambio es drástico, el animal puede desarrollar conductas agresivas y/o autodefensivas, cambios comportamentales, y síntomas diversos como letargia, diarrea, desnutrición, etc.

Es fundamental cambiar la dieta de tu gato de forma lenta y gradual, con el fin de evitar los disturbios comportamentales y orgánicos. Lo ideal es empezar por sustituir un pequeño porcentaje (5%–10%) de su alimento antiguo por el nuevo alimento en su dieta diaria; y este porcentaje debe ser aumentado semanalmente.

Matizar sabores

Una buena opción para ‘disfrazar’ los cambios en el alimento balanceado es agregarle un poco de paté o comida húmeda. El fuerte aroma y sabor agradable de estos complementos ayudarán a estimular el apetito de tu gato.

Aunque efectiva, es importante utilizar esta ‘técnica’ solo durante las primeras semanas, para así evitar que el animal se acostumbre a consumirlos diariamente.

Por su parte, la atención debe ser reforzada para cambiar la dieta de un gato adulto o anciano que consumió el mismo alimento por mucho tiempo. El organismo de este animal se adaptó a digerir y absorber los nutrientes ofrecidos por la fórmula de dicho pienso, por lo que cambiar radicalmente su alimentación puede provocarle daños.

En cualquier caso, es indispensable consultar un veterinario antes de cambiar la dieta de tu gato, y es que el animal debe estar saludable para enfrentar positivamente un cambio en sus hábitos. Además, el profesional podrá ayudar a elegir un nuevo alimento adecuado a las necesidades nutricionales de tu mascota.

Fuente de la imagen principal: Kevin N. Murphy


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.