¿Cómo tratar a un gato agresivo?
La agresividad es uno de los problemas de comportamiento más comunes en los felinos; y suele afectar de manera más habitual a gatos de interiores que no son debidamente estimulados. A continuación, te ofrecemos consejos prácticos para prevenir y tratar un gato agresivo.
¿Cómo reconocer un gato agresivo?
La agresividad felina tiene sus síntomas y puede ser fácilmente diagnosticada. Se trata de un trastorno comportamental y debe ser manifestado con determinada frecuencia, bajo diferentes circunstancias.
Para comenzar, no se puede considerar un gato agresivo por episodios aislados de tensión o estrés. Estas son cinco señales de que tu gato se está volviendo violento:
- Demostrar actitudes y/o conductas temerosas.
- Demonstrar repetitivos comportamientos defensivos en relación a su amo.
- Frotarse la cabeza excesivamente.
- Azotar su cola con frecuencia.
- Orinar y defecar fuera de la cajita de arena.
- Esconderse y evitar la convivencia con terceros.
Tratar a un gato agresivo: descarta causas patológicas
Si tu gato empieza a presentar estas conductas de forma repetitiva lo ideal es consultar un veterinario a la mayor celeridad posible. Los cambios comportamentales suelen ser el único síntoma visible de muchas enfermedades.
La agresividad puede desarrollarse en consecuencia de alguna patología que lo vuelve vulnerable o hipersensible. Muchas veces, las conductas agresivas aparecen como forma de expresar el dolor y el miedo.
Las afecciones que más comúnmente se asocian a los cambios comportamentales y a la irritabilidad en felinos son:
- Infecciones bacterianas y virales.
- Hipertiroidismo.
- Hipertensión.
- Osteoartritis.
- Tumores y algunos tipos de cáncer.
Cinco tips para tratar y prevenir un gato agresivo
Descartada cualquier enfermedad, debemos prestar mucha atención al ambiente y a la rutina de los felinos domésticos. Normalmente, un gato agresivo está aburrido, nervioso, sedentario y poco estimulado física y mentalmente.
Para mejorar este panorama es indispensable proporcionar una vida más activa y estimulante a tu gato. Estos son cinco tips sencillos para disminuir la irritabilidad de tu mascota y tratar su agresividad:
1- Jamás usar la violencia ni obligar
La violencia es perjudicial y bloquea la capacidad de aprendizaje en todas las especies. El refuerzo positivo para buenos comportamientos es fundamental y más eficiente para educar a tu mascota.
Además, no se debe obligar a un felino a adoptar ciertas conductas o a practicar ciertas actividades. Y es que esto puede aumentar la agresividad y causar trastornos de comportamiento más graves. Es por ello que lo mejor es incentivar positivamente la voluntad del animal.
2- Ubicación estratégica de sus objetos
Los felinos se sienten más vulnerables al momento de comer, tomar agua y realizar sus necesidades fisiológicas. Esto es parte de su instinto de autopreservación.
Así, se recomienda ubicar su bebedero, comedero y cajita de arena en un lugar tranquilo y seguro. Es importante evitar colocarlos en áreas muy ruidosas y de gran circulación.
3- Lugares para trepar y rascarse
Los gatos que están en libertad suelen trepar y rascar con mucha frecuencia durante los días. Así se divierten, gastan energía y se ejercitan; es importante ofrecerle lugares en tu hogar en los que puedan trepar, rascarse, esconderse y descansar.
4- Momentos de interacción
Para quien tiene disponibilidad de tiempo y espacio es interesante preferir tener dos o más gatos. La crianza conjunta y convivencia diaria puede ayudar a socializar a tu mascota, además de combatir el sedentarismo y el aburrimiento.
También es fundamental dedicar momentos de tu día para jugar e interactuar con tu gato. A pesar de su independencia, ellos también disfrutan de nuestra compañía y ronronean en señal de bienestar.
5- Proporcionar juguetes y juegos estimulantes
Este es otro consejo para evitar el aburrimiento y aumentar el gasto positivo de energía, así que es indispensable ofrecer juegos para desarrollar física y mentalmente a tu gato.
Para empezar, se prefieren juguetes de poco contacto físico para no asustarlo: varitas, plumas, pelotas, etc. También se puede incentivar sensorialmente al felino con videos, músicas, sonidos y hierbas.
Socializar para prevenir la agresividad territorial
Los felinos son extremadamente territoriales: es su forma de sobrevivir e imponerse frente a sus depredadores. Es por esto que un poco de agresividad es fundamental para tu gato, ya que es parte de su carácter y naturaleza.
El objetivo de la socialización es prevenir la aparición de conductas agresivas, principalmente por dominio de territorio. Los juegos y prácticas socializadoras enseñan al animal a relacionarse de forma más amena con humanos y otros animales.
Socializar a un felino es un proceso que exige mucha paciencia. Lo ideal es empezarlo durante las primeras semanas de vida del gato, preferentemente entre la cuarta y la vigésima;. en este periodo asimila sus nociones de convivencia y sociabilidad.
El proceso de socialización para felinos debe ser acompañado por una terapia controlada de desensibilización. Ello permite disminuir la intensidad de las respuestas a diversos estímulos y calmar el carácter de un gato agresivo.
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