Conocido por su pelaje ‘esponjoso’ de color blanco, sus orejas puntiagudas y su cola enrollada, el spitz japonés es una de las razas más populares de los últimos tiempos. Aunque tiene un enorme parecido con el pomerania, varias organizaciones cinológicas la clasifican como una raza diferente.
Esta raza se ha vuelto famosa por su increíble temperamento y lealtad. Además, tiene una gran habilidad de adaptación, por lo que se acopla a casi cualquier entorno. Sigue leyendo este espacio y aprende todo sobre el peculiar spitz japonés.
Historia del spitz japonés
Podría decirse que es una raza moderna, ya que los orígenes –aunque no son del todo claros– se remontan a los años 20 del siglo pasado. Sin embargo, algunas teorías afirman que el spitz japonés antiguo llegó a tierras niponas en el año 400 a.C. mediante comerciantes marinos.
Es probable, eso sí, que sea un descendiente del Samoyedo, un raza de origen ruso, y que tenga como antepasado al spitz alemán gigante.
Es un perro bastante ‘local’, puesto que tardó bastante en salir de Japón hacia otras latitudes. La raza fue exhibida por primera vez en el show canino de Tokio en 1921. No fue hasta 1925 que algunos ejemplares fueron exportados a Canadá, lo que pronto iniciaría con su popularidad.
Hoy en día su pureza se debe, en parte, a ello, lo que le ha permitido ser aceptado en la mayoría de los clubes caninos. El American Kennel Club es una excepción, debido a que afirman que es una subespecie del Pomerania. Si bien aún figura como una raza dentro del portal oficial de la organización, no aparece su propuesta del estándar.
Características físicas
De tamaño mediano, el spitz japonés mide alrededor de 35 centímetros y pesa unos 10 kilos. Su cabeza es ancha y redonda, tiene hocico fino con trufa negra, ojos oscuros y orejas pequeñas y muy puntiagudas. Llama la atención su cola, la cual crece de forma arrollada hacia arriba. Es decir, que se apoya en la espalda, y está cubierta de pelo.
Su principal característica está relacionada con el color de su manto, que es completamente blanco. El pelaje de la raza es denso, esponjoso y liso. Además, merece la pena destacar otra particularidad: es de doble capa. La interna es más corta y, junto a la externa, puede soportar las bajas temperaturas y la nieve.
Según el lugar donde viva, el spitz japonés puede presentar varias mudas estacionales de pelo, principalmente en otoño y primavera. Además, tiene otras mudas relacionadas con la edad: la primera es a los cinco meses, mientras que la segunda es al año. Las hembras pueden desprender más pelo por los cambios hormonales que se desarrollan por el celo, la gestación o la lactancia.
Temperamento del spitz japonés
Se trata de un perro muy inteligente, activo y leal… Siempre está pendiente de lo que su dueño necesita. A su vez, se adapta a cualquier entorno familiar y de espacio. Por eso, es considerada como una mascota excelente.
Como si eso no fuese suficiente, se lleva muy bien con los niños y con otras mascotas, incluso de otras especies. Aunque en ocasiones puede ser algo dominante y generar conflictos con otros perros, sobre todo con los extraños, pues a veces puede ser un poco reservado.
Le encanta correr y es un excelente atleta; suele ser elegido como raza para practicar deportes como el agility.
Cuidados del spitz japonés
El principal cuidado del spitz japonés tiene que ver con su pelaje, el cual es propenso a los nudos o a que se le adhiera la suciedad, sobre todo si sale a pasear por el parque. Si no se lo cepilla varias veces a la semana, se enredará y no presentará esa característica ‘esponjosa’.
En cuánto a la actividad física, el spitz de Japón necesita poco ejercicio, pero de cierta intensidad. Por ejemplo, salir a correr unos minutos cada día. También, precisa de estímulos mentales, por lo que es importante jugar con él, adiestrarlo y darle mimos. De lo contrario, tanto el exceso de energía como la falta de estímulos mentales podría provocar conductas inadecuadas y autodestructivas.
Algo que es muy fundamental considerar es su intolerancia a la soledad. Esto significa que no sobrelleva bien quedarse solo durante mucho tiempo, así que evita estar ausente de manera prologada o ayúdalo por medio de terapias de insensibilización. Recuerda que si se hace caso omiso a esta recomendación, el can podría padecer ansiedad por separación y su conducta podría volverse demasiado dependiente o problemática.
Salud de la raza
Se trata de un perro bastante saludable que logra vivir alrededor de 13 años. Aunque proviene de una raza pura, no parece mostrar enfermedades hereditarias relevantes o peligrosas. Aun así, hay que tener cuidado porque es algo propenso a la luxación de rótula en caso de ejercitarse demasiado.
Si quieres adoptar un perro de porte majestuoso, que llame la atención debido a su belleza, que le guste hacer ejercicio y le encante acompañarte a donde vayas, el spitz japonés es ideal para ti. ¡Solo asegúrate de mantenerle el pelo en buenas condiciones todo el tiempo!
Bibliografía
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- Atencia-Fernandez, S., Shiel, R. E., Mooney, C. T., & Nolan, C. M. (2015). Muscular dystrophy in the Japanese Spitz: An inversion disrupts the DMD and RPGR genes. Animal Genetics. https://doi.org/10.1111/age.12266
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- FEDERATION CYNOLOGIQUE INTERNATIONALE. FCI-Standard N° 262. (1999). NIHON SUPITTSU. Recuperado el 4 de agosto de 2022, disponible en: http://www.fci.be/Nomenclature/Standards/262g05-en.pdf