Callos plantares en conejos: tratamiento y prevención

Todos los animales requieren ciertos cuidados según sus características físicas y las condiciones del hábitat en el que se encuentren. Mantener debidamente estos parámetros evitará que algunas enfermedades, tales como los callos plantares de los conejos, lleguen manifestarse y alteren considerablemente su salud y bienestar general.

En este artículo te explicaremos los principales factores detonantes de esta molesta patología podal en los conejos. Además, te daremos las herramientas necesarias para que seas capaz de identificar el problema y evitar su presentación en tus mascotas, utilizando las alternativas más eficientes que traten el problema desde la raíz. Sigue leyendo para descubrirlo.

¿Qué son los callos plantares de los conejos?

Conocidos también como pododermatitis a nivel clínico, los callos plantares de los conejos son considerados como unas de las enfermedades infecciosas más comunes que estos pequeños peludos pueden contraer. Se trata de heridas y ulceraciones que aparecen en la planta de sus patas (con mayor frecuencia en las traseras), las cuales causan un sangrado constante y favorecen la entrada de bacterias.

Los ejemplares adultos de razas pesadas o que tengan poco pelo en la planta de las patas son los más afectados por la condición. En ellos, se deben extremar cuidados y tomar todas las medidas preventivas pertinentes para frenar la aparición de la enfermedad, ya que una vez iniciada es muy difícil detenerla.

¿Por qué se dan los callos plantares de los conejos?

Además del sobrepeso, una de las causas determinantes de la aparición de callos plantares de los conejos es el manejo. Los recintos o hábitats mal elaborados, con suelos ásperos o que pudieran causar una lesión en sus patas son puntos clave que se deben tener en cuenta para evitar la manifestación de esta patología.

Una vez la piel se encuentra abierta, bacterias como Sthapylocuccus aureus acceden al organismo de tu mascota, proliferando y provocando la aparición de los signos característicos de los callos plantares de los conejos. De no atender al paciente con brevedad, los microorganismos podrían alcanzar los huesos y provocar una osteomielitis.

Signos de la enfermedad

Como te mencionamos anteriormente, los callos plantares de los conejos podrán identificarse por la presencia de heridas y úlceras en sus patas. Debido a las lesiones abiertas, el animal afectado presentará la siguiente signología:

• Renuncia a moverse.
• Debilidad.
• Disminución de la fertilidad.
• Apatía.
• Reducción del apetito.

¿Cómo tratar los callos plantares de los conejos?

Una vez la enfermedad ha sido diagnosticada, es importante aislar al ejemplar del resto para reducir el riesgo de infección por las bacterias presentes en su entorno. En un primer momento, el médico veterinario administrará un antibiótico para comenzar con su tratamiento. La presentación del mismo podrá ser oral o inyectable (según sea el caso).

Durante su paso por el tubo digestivo, muchos de los antibióticos eliminan algunas bacterias benéficas para el sistema gastrointestinal. Es por ello que los fármacos a utilizar (junto con algunas sustancias probióticas auxiliares) deberán ser recetados siempre por un profesional. Recuerda nunca automedicar a tu animal.

Al tratarse de una herida abierta, es fundamental mantenerla lo más limpia posible. Para ello, el uso de antisépticos como la yodopovidona al 3 % harán un excelente trabajo en la zona. También se puede lavar la herida con jabones medicados o con sustancias de acción antibacteriana y cicatrizante.

Los callos plantares de los conejos traen consigo muchas molestias y dolor que les imposibilita descansar. La aplicación de fármacos antiinflamatorios (como el carprofeno o el naproxeno) y analgésicos conseguirán que, durante el lapso de la enfermedad, tu mascota pueda enfrentar los síntomas de la manera más estable posible.

Al terminar la aplicación de los medicamentos tópicos, es posible que el médico indique el uso de un vendaje en sus patas. Los conejos son muy quisquillosos y no están acostumbrados a usar este tipo de materiales sobre su cuerpo, por lo cual te recomendamos mantenerlos en observación mientras usen las vendas.

Medidas preventivas

Los callos plantares de los conejos son un proceso patológico muy agobiante que puede ser evitado si se siguen ciertas medidas profilácticas. Pon mucha atención, pues a continuación te compartimos los puntos más importantes en lo que a prevención se refiere:

• El control nutricional de tu mascota es muy importante. Ofrécele una dieta variada y balanceada que mantenga a tu conejo con su peso ideal.
• Proporciona un espacio amplio en el que el animal pueda desarrollarse cómodamente, ya sea una jaula o un recinto que cumpla con las medidas necesarias para evitar problemas por estrés.
• Al poner su cama, utiliza paja o algún material blando que no les cause molestias al pisarlo. Mantener a los conejos por largos periodos sobre un suelo enrejillado facilitará la aparición de la enfermedad.
• Controla muy bien la higiene del recinto. Permanecer en un ambiente sucio proporciona las condiciones ideales que los microorganismos patógenos necesitan para vivir. Te recomendamos cambiar el material de la cama por lo menos 4 veces al mes.
• Permite que tu conejo salga durante un tiempo de la jaula para que tenga la oportunidad de correr y brincar. Un conejo sin ansiedad es uno feliz. Recuerda que el estrés es detonante de muchas enfermedades.
• Si no se cortan, las uñas comienzan a curvarse por debajo de las patas y, en algunos casos, lastiman la piel. Es recomendable cortarlas periódicamente.
• Revisa las patas del conejo constantemente. Si detectas una herida pequeña, desde casa puedes limpiarla y realizar las medidas que te compartimos con anterioridad. De lo contrario, te sugerimos llevar a cabo una visita al médico veterinario para que haga una valoración de la lesión y decida el mejor tratamiento para su abordaje.

Los callos plantares de los conejos pueden convertirse en una enfermedad muy debilitante. Te invitamos a seguir todas estas medidas y a realizar visitas periódicas al centro médico veterinario. No permitas que una pequeña herida termine haciéndose un problema mayúsculo y disminuya la calidad de vida de tu mascota.